Seis meses y ocho pasos para que tu negocio valga el doble
Programas de formación intensiva como el de la aceleradora Impact permiten a las 'start-ups' contratar más personal y elevar la financiación privada
Cuando se entra en la sede de Impact Accelerator, en Madrid, no es fácil imaginar que se está accediendo a una escuela de negocios digitales. No se ven a decenas de emprendedores volcados en sus ordenadores y móviles tratando de dar con la mejor solución para que su proyecto avance. Ni hay tablones con papeles post-it de colores recordando las fases que deben atravesar. En contra de lo que es habitual, esta aceleradora de start-ups, que acaba de volver a obtener fondos de la Comisión Europea para apoyar el crecimiento de nuevas iniciativas de base tecnológica, no incuba en su propio espacio. Su modelo es deslocalizado, se apresura a explicar el director de Impact, Sebastián Muller. “No tenemos a la gente todo el tiempo aquí. Queremos que viajen, que se muevan por el mundo para dar a conocer su proyecto”.
Con casi tres años de vida, Impact es una de las 10 aceleradoras más activas del mundo, según Fundacity, una compañía dedicada a conectar start-ups e inversores. En la organización participan la escuela de negocios digital ISDI, la tecnológica italiana Boungiorno, la consultora danesa Teknologiudvikling ApS, el fondo alemán Seaya Ventures y una red de emprendedores y profesionales digitales. Entre todos ellos han conformado un modelo de formación y mentoring de seis meses al que se han presentado cerca de 3.500 start-ups de 28 países que tiene sus particularidades. Como la siguiente: “Nosotros pagamos a los mentores, somos una de las pocas aceleradoras que lo hace”, explica Muller. Son 200 euros por sesión.
“Y también somos una de las pocas que proporciona datos sobre sus resultados”. Las 61 compañías que han concluido desde 2014 el programa de aceleración en tres fases, a las que se ha financiado con los 6,4 millones de euros procedentes de la Comisión Europea (CE), han incrementado un 50% su personal (de 4,3 a 6,4 empleados de media) y la inversión recibida (si antes de entrar en Impact obtenían 193.000 euros de inversión privada, después del programa el monto medio ascendió a 372.000 euros).
Los proyectos embrionarios reciben una financiación de 100.000 euros y el apoyo de un mentor experto
Impact ha vuelto a ser elegida por la CE como uno de los 16 consorcios continentales a los que financiar con seis millones de euros para que impulsen el desarrollo tecnológico de Internet en la región con sus programas de formación intensiva de emprendedores. En esta ocasión, las start-ups seleccionadas para participar estarán en un estadio más avanzado de desarrollo. Pero eso ocurrirá el año que viene.
Tres de las start-ups aceleradas, Situm, Glamping Hub y Neurodigital Technologies, explican cómo se vive día a día el proceso de crecimiento empresarial ideado por Impact que lleva aparejada una dotación económica de 100.000 euros por proyecto.
1. Selección
Lo primero es llegar. Que cuesta. Lo cuenta Víctor Álvarez, consejero delegado de Situm. Esta start-up surgida en la Universidad de Santiago de Compostela, que ha desarrollado un GPS de localización en interiores, lo intentó una primera vez y no lo consiguió. “Es muy difícil que te seleccionen porque compites en Europa, no en España. Y el ratio de aceptación de proyectos es del 2%”, afirma el emprendedor.
Aunque el que la sigue la consigue. Sobre todo si ha madurado como empresa y ha tratado de resolver algunos problemas. Situm introdujo en su accionariado a un profesional especializado en el negocio, en la comercialización de productos (para Impact una de las claves para la viabilidad futura de un proyecto) y eso le dio el plácet para entrar en la aceleradora. “Vieron que íbamos en serio”, reconoce Álvarez.
2. Contrato
Después llegan los trámites. Hay que firmar un acuerdo con Impact en el que se establece que podría llegar a invertir en la start-up (algo que no suele ocurrir, según Sebastián Muller). Lo explica Francisco Nieto, fundador de Neurodigital Technologies, firma que ha creado un guante que permite interactuar con la realidad virtual, de manera que al tocar objetos se sienten y participante en la tercera ronda de Impact, como su colega de Situm.
3. Formación intensiva
Y, tras ellos, la fase inicial, que en este caso sí es presencial. Dos semanas de formación en la sede de ISDI, “enfocadas a dar la base empresarial a emprendedores sin experiencia en el mundo de los negocios como nosotros”, prosigue Nieto. Un barniz de finanzas, otro de marketing, nociones legales, sobre cómo presentar un proyecto a posibles inversores o clientes, sobre cómo fichar a una persona necesaria para el equipo… Prácticas e intensivas.
“El training es bastante interesante porque lo imparten profesionales top, grandes expertos en cada una de las áreas. También porque compartes experiencias con otras start-ups”, sostiene Talal Benjelloun, cofundador de Glamping Hub, web especializada en comercializar campings de lujo en plena naturaleza.
4. 'Mentoring'
A su juicio, lo mejor viene después. Cuando Impact designa a un mentor específico para cada start-up, seleccionado ad hoc. Un profesional de prestigio del sector al que pertenece la empresa emergente o del área digital, que la seguirá durante todo el proceso de aceleración, tanto presencialmente (Impact establece ocho reuniones obligatorias durante los seis meses) como de forma remota, bajo una plataforma propia que conecta al instante a mentores y emprendedores. “El mentor va a ser como tu padre durante el proceso”, indica Francisco Nieto, que tuvo a Javier Rodríguez Zapatero, expresidente de Google, como tal.
Un guía que enfoca los objetivos, les pone nombre y etapas con fechas de cumplimiento. “Ayuda a los emprendedores a resolver problemas complejos”, señala Muller. El reto que le puso a Nieto: elaborar un plan de negocio para que el guante que había desarrollado Neurodigital Technologies fuese comercializado en el mercado masivo. “A nosotros nos faltaba el foco. Ver nuestra mejor posibilidad de negocio”, reconoce el emprendedor.
Este mentor se encarga de establecer unos objetivos con los líderes de la start-up; marca unos hitos y unos indicadores (KPI) de medición, que va siguiendo paso a paso. “Nos enseñaron que en una empresa hay que medirlo todo, de manera que, si no lo estás haciendo bien, puedas corregir el problema rápidamente”, indica Víctor Álvarez.
“Nos dejan trabajar. Reportamos a nuestro mentor cada semana con conexiones en línea o por Skype. Pero el mentor no interfiere demasiado. Nos da consejos generales que, en nuestro caso, han tenido que ver con la conversión de las visitas a nuestra web en reservas; que ha mejorado mucho”, confirma Benjelloun. Glamping Hub tenía a un directivo de Booking en el papel de mentor.
Impact ha vuelto a ser seleccionada por la Comisión Europea para acelerar 'start-ups' más evolucionadas con seis millones de euros
Esta figura es esencial para la aceleración de las start-ups, según todas las fuentes consultadas. Sobre todo porque son profesionales de alto nivel. “De todo el programa Impact, la aportación de los mentores es la más importante”, aprecia Víctor Álvarez. En su caso fue Gustavo García Brusilovski, fundador de ByVip. Gracias a sus consejos, Situm ha modificado el enfoque de su estrategia: “pensábamos vendernos como GPS de localización de interiores y ahora lo estamos haciendo como soluciones de geolocalización. Comercializamos producto, no una tecnología”, admite el emprendedor, que ha pasado tres meses más en Impact monitorizada por un alto directivo de IBM, que le ha servido para desarrollar una aplicación de geolocalización para la multinacional tecnológica. También tiene contratos con Telefónica, Prosegur, Securitas Direct y Ferrovial.
Además de los asignados a cada start-up como “titulares”, todos los emprendedores cuentan con los llamados mentores especialistas, que asesoran en temas legales, tecnológicos, para levantar rondas de financiación… “Todo de forma online, lo cual es muy cómodo”, señala el cofundador de Glamping Hub.
5. Controles
Dos meses después de haber fijado objetivos y fases de cumplimiento, las start-ups se someten a un control que no todas superan. “Hemos aprendido que los proyectos que no tienen capacidad de reacción son los que se caen del programa”, asegura el director de Impact. El 84% de los participantes en las tres fases promovidas por la aceleradora europea siguen vivos, pese al alto índice de mortandad entre las jóvenes empresas, destaca Muller.
6. Apoyo tecnológico
Y, como los fondos que recibe Impact de la CE están condicionados al desarrollo de la tecnología europea Fiware [una arquitectura abierta y de uso libre para el despliegue de aplicaciones en el Internet de las cosas], a las start-ups se les asignan también unos expertos en esta tecnología para ayudarles a desplegar sus productos con ella. “Te guían a través de reuniones por Skype”, explica Nieto, “con Fiware se ha implementado nuestro guante para que puedas usarlo en la navegación web”.
7. Rondas de financiación
El mentoring prosigue durante todo el proceso. Y con él comienza la preparación del emprendedor para que tenga éxito en las rondas de financiación a las que concurrirá casi al final del proceso. “Invitamos a los inversores y a las mejores start-ups”, explica Muller, “tratamos de poner a las start-ups en conexión con los ecosistemas mundiales de emprendimiento y con las redes mundiales de mentores”, agrega.
8. Evaluación
Y la evaluación final, donde Impact da el visto bueno a las empresas embrionarias tras demostraciones con datos, vídeos, etcétera, continúa Francisco Nieto. Su compañía ha firmado acuerdos con Airbus, Altran, Navantia y con el CDETI. “La calidad de Impact permite decir que hay un antes y un después de Neurodigital Technologies. Antes éramos unos aficionados y ahora sabemos más del negocio”, concede Nieto.
Aceleradoras, un éxito con solo 11 años de vida
La primera aceleradora de start-ups, Y Combinator, apareció en Estados Unidos en 2005 con el objetivo de ofrecer capital semilla a proyectos empresariales en sus fases iniciales. Pequeñas cantidades de dinero destinadas a una cohorte de compañías embrionarias para empujar su crecimiento durante unos meses con la esperanza de conseguir beneficios por la inversión a largo plazo.
Desde entonces, asegura en su informe la consultora Digital Migration Partners, "las aceleradoras han estado jugando un papel esencial en los ecosistemas de start-ups, actuando como patrocinadores, mentores y como plataformas generadoras de dealflow (flujo de operaciones) para inversores de capital riesgo y posibles socios comerciales". El sector ha crecido de forma exponencial, hasta el punto de que existen más de 300 aceleradoras en todo el mundo, un tercio de las cuales actúan en Europa.
Su función surgió para cubrir la brecha que habían dejado los fondos de capital riesgo tradicionales al virar sus inversiones hacia start-ups más evolucionadas. Tras éxitos como los conseguidos por Y Combinator y Techstars (nacida en 2006), donde nacieron start-ups millonarias como Reddit, Airbnb, Dropbox y Uber, la expansión de las aceleradoras ha sido brutal, hasta el punto de haberse convertido en engranajes permanentes del ecosistema de financiación, ya que filtran los mejores proyectos para los inversores de capital riesgo y promueven la innovación.
Digital Migration Partners distingue las aceleradoras de start-ups de otros protagonistas del ecosistema de apoyo al emprendedor, como son las incubadoras, los business angels y los inversores de capital riesgo. Todos ellos financian los proyectos empresariales en sus fases embrionarias, pero cada uno a su estilo. Digamos que las aceleradoras actúan durante un periodo inferior a las incubadoras o los inversores, que se centran en grupos de start-ups al contrario que el resto, y que ofrecen formación a los emprendedores (como las incubadoras) y una red de mentores que les apoyan de forma intensiva.
"Las aceleradoras se centran en promocionar la innovación tecnológica y las soluciones escalables", señala la consultora. Normalmente apoyan los proyectos por medio de mentores, sesiones de networking, oportunidades de formación y acceso a inversores potenciales, facilitándoles financiación de entre 20.000 y 50.000 dólares, así como un espacio de oficinas. A cambio, la mayoría de ellas retienen entre el 5% y el 8% del capital, explica el informe.
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