¿Becario a los 40? No lo descartes

La situación económica en España cada vez se acerca más a la posibilidad de que lleguemos a los 40 y sigamos tirando de becas. Pero más allá de la precariedad, ser becario a esa edad es una alternativa para las personas que intentan incorporarse al mercado laboral después de un largo parón. Así de triste está la cosa. Esta es al menos la visión de algunos expertos y compañías que se dedican exclusivamente a ayudar a personas que tienen un vacío temporal en su currículum a reincorporarse a un puesto similar al que dejaron. Y el tejido empresarial está respondiendo: grandes compañías como Goldman Sachs o Intel ya han lanzado programas específicos para incorporar a estos trabajadores.

 Los llamados returners son empleados que hicieron una pausa en su carrera para cuidar a familiares, seguir un interés personal o por un problema de salud y ahora quieren volver a trabajar. En general, las empresas los ven como un riesgo, porque temen que estén obsoletos en la tecnología o que no sepan qué quieren hacer con su vida. Y los returners pueden dudar sobre su capacidad para relanzar sus carreras. Esta desconexión entre compañías y trabajadores es un problema que Carrie Fishman trata de resolver a través de su compañía, iRelaunchers. A lo largo de su experiencia, Fishman ha ayudado a físicos nucleares, enfermeras, jueces e incluso a una trabajadora social que estuvo 25 años sin trabajar.

 Para conseguirlo, las empresas tienen que atreverse a innovar incorporando programas específicos y confiar en la valía de estos trabajadores, a los que Fishman considera “auténticas joyas”. “Están en una etapa más estable de la vida, tienen mucha experiencia laboral, una perspectiva más madura y energía y entusiasmo de volver al trabajo precisamente porque han estado mucho tiempo fuera”, asegura Fishman. El lado negativo es que los trabajadores tienen por delante un largo camino que recorrer para demostrar que todo esto es cierto.

 Para empezar, es necesario desechar la idea de búsqueda de trabajo tradicional: dos décadas después de haber iniciado tu carrera y tras varios años de parón, las reglas han cambiado. Así que los expertos aseguran que es imprescindible salir de casa, hacer pública la búsqueda de empleo y contar a tus conocidos tu interés por regresar al trabajo. El networking se convierte en un proceso clave. “Vas a tener muchas conversaciones que no irán a ningún sitio, pero no te desanimes por ello: habrá un puñado que, en última instancia, te llevarán a una oportunidad laboral”, aconseja Fishman.

 La consultora Women Returners sigue esta misma línea, pero se centra concretamente en ayudar a mujeres a volver al trabajo. Su fundadora, Julianne Miles, creó esta empresa para reivindicar que “el apoyo a las mujeres que vuelven es clave para acabar con la brecha de género”. Y también da algunos tips para hacer la vuelta más fácil: para ella es fundamental trabajar la autoestima y la confianza en sí mismas, entrenar el networking y recuperar el contacto con los compañeros anteriores a través de redes como LinkedIn. Este último punto es importante también para Carrie Fishman, que asegura que tus antiguos compañeros de trabajo siguen teniendo de ti la misma imagen profesional que tenías antes de alejarte del mundo laboral y esto puede ayudarte a coger confianza.

•  El método funciona en EE UU

 Con todo esto, ser becario a los 40 parece una opción que facilita a los empleados empezar poco a poco y a las empresas dar la oportunidad de comprobar la valía de los candidatos. En Estados Unidos, siete de las empresas más grandes de ingeniería, entre las que se encuentran Intel e IBM, tienen estos programas de reinserción por pasantías. También los están probando cinco grandes compañías de finanzas como JP Morgan o Goldman Sachs, donde de los 123 participantes hasta la fecha, alrededor de la mitad, ha conseguido un puesto fijo a tiempo completo en el banco.

 Para acceder a estos trabajos, tener una laguna en tu currículum no es un handicap, sino todo lo contrario: se trata de un requisito indispensable. En Estados Unidos y Reino Unido esta nueva modalidad ya va ganando terreno. Falta que en España haya más empresas que se atrevan a incorporarlo y superar el reto añadido de que estas becas no se utilicen como una forma de conseguir mano de obra barata, sino de recuperar y aprovechar talentos. Carrie Fishman anima a los trabajadores a abrir la veda y sugerir un acuerdo de pasantía o similar a una empresa que no tenga un programa oficial de reinserción.