“El 80% de mis intervenciones son sobre Venezuela”, afirma la ministra de Exteriores
Arancha González Laya promete destinar el 0,5% del PIB a ayuda al desarrollo
Venezuela sigue agitando la agenda de la ministra de Exteriores. La política del Gobierno respecto al país latinoamericano acaparó buena parte de la discusión en la primera comparecencia parlamentaria que realizó este jueves Arancha González Laya en el Congreso. Con un tono menos bronco de lo esperado, la oposición acusó al Ejecutivo de haber dado un viraje en esa crisis. “En España paso el 80% de mi tiempo de intervenciones respondiendo sobre Venezuela; en el resto del mundo no son más de ocho minutos”, lamentó la ministra.
González Laya concibió su puesta en escena en la Comisión de Exteriores del Congreso como una oportunidad para plantear un debate estratégico sobre el papel de España en el mundo. La jefa de la diplomacia española trazó un primer diagnóstico sobre la “fractura del orden internacional” que, en su opinión, obliga a repensar la política exterior. “No propongo una revolución, sino una adaptación estratégica a un mundo geopolítico”, señaló en su exposición inicial.
Ese debate más multilateral duró lo que tardaron los diputados en plantear sus preguntas. La crisis de Venezuela, las tensiones vividas por funcionarios españoles en Bolivia, la soberanía sobre las aguas españolas y la relación con Gibraltar ocuparon buena parte de las preguntas, aunque también hubo tiempo para algún debate de fondo y los diputados mantuvieron, en general, formas mucho más sosegadas que las que caracterizan los plenos parlamentarios.
Una de las principales críticas llegó cuando la diputada de Ciudadanos Marta Martín Llaguno aludió a lo que definió como “culebrón venezolano bochornoso”, en referencia al paso por Barajas de la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, y le preguntó por qué fue el ministro José Luis Ábalos, y no ella, quien gestionó ese episodio. González Laya evitó ofrecer nuevas explicaciones —“ese día yo estaba en Bruselas y no tengo el don de la ubicuidad”, ironizó— y enfatizó que trabaja para propiciar un acuerdo entre las partes en Venezuela. “Pero no con megáfono, porque entonces no sería eficaz”, añadió. Sin alusiones directas, la ministra instó a rebajar la tensión en este asunto. “Podían ustedes moderar un poquito el debate en España”, aconsejó.
Fuera de esta crisis, que la oposición quiere tratar en una sesión monográfica, las intervenciones revelaron cierta distensión con los grupos independentistas a cuenta del conflicto catalán, muy presente en la agenda de su antecesor en el cargo, Josep Borrell. La ministra, que inició su intervención saludando en todas las lenguas oficiales de España, defendió que las delegaciones que la Generalitat tiene desplegadas en el exterior “están previstas en la ley”, pero recordó que deben respetar la política exterior española. “Si hay lealtad tendrán una increíble lealtad por mi parte; si hay deslealtad encontrarán una respuesta. Lo que me gustaría es que fuéramos de la mano en esto”, señaló ante las preguntas que formularon los grupos secesionistas.
Gibraltar
La negociación que ha abierto España con el Reino Unido para definir el encaje de Gibraltar tras el Brexit también suscitó algunas críticas. Valentina Martínez Ferro, del Partido Popular, afeó lo que entiende como “debilidad” del Ejecutivo en este debate. Alberto Asarta, de Vox, instó a situar Gibraltar como “tema prioritario”. González Laya esgrimió el tratado fiscal firmado con Londres para evitar la competencia fiscal desleal desde el Peñón como un gran avance y eludió dar más pistas futuras. “No sería prudente desvelar aquí la táctica negociadora”, argumentó. La ministra se reúne hoy con los alcaldes de la zona del Campo de Gibraltar (Cádiz) para conocer sus inquietudes respecto a la relación con la colonia británica.
Más allá de los debates candentes, la ministra esbozó un compromiso que pretende convertir en prioridad de su mandato. Se trata de la ayuda al desarrollo, que se acercó al icónico 0,7% del PIB justo antes de la crisis y que quedó dilapidada con los recortes posteriores a 2008. González Laya prometió elevar esa dotación presupuestaria hasta el 0,5% del PIB al final de la legislatura. En 2018 esas políticas sumaron un 0,2%.
Otro propósito, con un calendario más próximo, consiste en eliminar las trabas al voto de los españoles afincados en el exterior. En las últimas generales solo votó el 7% del censo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.