Un juez investiga si un preso mató a otro antes de suicidarse
Los dos fallecidos ocupaban la misma celda en la cárcel de Segovia, donde han sido hallados este lunes sus cadáveres
El Juzgado de Instrucción 5 de Segovia investiga las circunstancias que rodean el hallazgo este lunes de los cadáveres de dos presos con signos de violencia en la cárcel de esta localidad. Ambos reclusos, de 25 y 38 años y origen extranjero, ocupaban la misma celda del módulo 3 del Centro Penitenciario y las primeras investigaciones apuntan a que uno de los fallecidos, que contaba con antecedentes por violencia de género, presuntamente estranguló al otro y horas después se suicidó ahorcándose con las sábanas de su cama, según fuentes penitenciarias. Los cuerpos sin vida de ambos han sido localizados por los funcionarios de prisiones al hacer el recuento de la mañana. Fuentes cercanas a la investigación apuntan a un “móvil pasional” como principal hipótesis del crimen.
El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha emitido una nota en la que confirma la existencia de la investigación “para aclarar las circunstancias en las que se han producido las dos muertes”, aunque ha matizado que aún no se puede “hablar de un delito concreto. El juez está a la espera de conocer los resultados de las autopsias”, ha añadido. Instituciones Penitenciarias también ha declinado confirmar ningún extremo a la espera del resultado de las autopsias.
De confirmarse que la muerte de uno de los reclusos se ha producido a manos del otro sería el primer homicidio que se produce en las cárceles españolas desde diciembre de 2018, cuando un preso mató a golpes a otro con el que compartía celda. En aquella ocasión, el crimen se produjo en la cárcel de Soto del Real (Madrid) y tuvo como protagonista a J. M. R. H, de 28 años y nacionalidad española. Experto luchador de muay thai (un arte marcial de origen tailandés), acababa de ingresar solo unas horas antes en la prisión tras herir con una navaja a una persona a la que había intentado arrebatar el móvil. La agresión a su compañero de celda se produjo presuntamente tras discutir ambos sobre quién iba a dormir en la litera de abajo y quién en la de arriba en la celda que compartían.
Por otra parte, el hallazgo de hoy de los dos cadáveres en la cárcel de Segovia se produce tan solo 24 horas después que en el mismo centro penitenciario se localizara el cuerpo sin vida de un tercer recluso. En este caso, el interno, de 25 años y nacionalidad marroquí, fue localizado por los funcionarios sobre las 13.00 del domingo cuando iban a hacer el reparto de la comida en la celda que ocupaba en el módulo de aislamiento, donde se encuentran los presos más peligrosos. El recluso fue encontrado colgado de una sábana. De nada sirvió el intento durante más de media hora por reanimarle de los trabajadores penitenciarios.
La cara contraria a estos sucesos se ha producido esta madrugada en la prisión madrileña de Estremera. Allí una de las reclusas ha dado a luz a una niña. Según detallan fuentes penitenciarias, una interna del módulo 10 de la cárcel en avanzado estado de gestación tuvo síntomas de parto a primera hora de la madrugada y fue trasladada a la enfermería del centro, donde finalmente nació la pequeña gracias a los servicios médicos del centro penitenciario. La madre y su hija han sido trasladadas a un hospital de Madrid. Cuando se les dé el alta, serán llevadas a la prisión de Aranjuez, también Madrid, donde existe un módulo de madres donde las reclusas pueden estar con sus hijos hasta que cumplen los tres años de edad.
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