Condenados cuatro exdirectivos del Metro de Valencia 13 años después del accidente
Los responsables no ingresarán en prisión pero quedan inhabilitados durante tres años para cargos directivos en empresas ferroviarias
El juicio por el accidente del Metro de Valencia de 2006, uno de los más graves de España por los 43 muertos y las decenas de heridos con los que se saldó, se ha cerrado este lunes con la condena de cuatro de los ocho exdirectivos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) procesados, que no ingresarán en prisión. El acuerdo entre la fiscalía, las acusaciones y las defensas, alcanzado el pasado jueves, ha puesto fin en menos de una hora al juicio, que comenzaba hoy, por el descarrilamiento en la Línea 1 hace más de 13 años. "Estamos muy satisfechos y orgullosos de haber peleado todo este tiempo. Por fin podemos pasar página", han declarado las víctimas.
Cuatro de los ocho exdirectivos que estaban procesados se han declarado culpables de 43 delitos de homicidio por imprudencia profesional grave, otros 37 delitos por lesiones y otro de omisión o cooperación necesaria contra el derecho de los trabajadores. El exjefe de la Línea 1 de FGV —donde volcó el metro—, Sebastián Argente; el exresponsable de Auditoría para la Seguridad y Circulación, Juan José Gimeno; el ex director adjunto de Explotación, Vicente Contreras; y el ex director técnico, Francisco García, han aceptado una pena rebajada a 22 meses de cárcel.
Según el fallo, los cuatro exdirectivos condenados, como integrantes del Comité de Seguridad en la Circulación de FGV, conocían “las deficiencias de seguridad en el tramo subterráneo de esta línea, especialmente entre los tramos de Plaza de España y la estación de Jesús”, donde el metro volcó cuando circulaba al doble de la velocidadad permitida.
A pesar de ello, “omitieron” su obligación de implementar medidas de seguridad tecnológica para controlar la velocidad en esta línea y “neutralizar” los riesgos de descarrilamiento y vuelco de los trenes, así como para resolver otras deficiencias relativas al “material móvil rodante” o la “formación y selección del personal para la tarea de maquinista”. “Todos ellos eran conscientes de que tales deficiencias conllevaban un riesgo muy importante para la seguridad de los trabajadores y para los viajeros”, concluye la resolución.
No irán a la cárcel
Los culpables no irán a la cárcel después de que las acusaciones se hayan mostrado favorables a la suspensión de la pena. En la vista, que se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal número 6 de Valencia, el abogado de la Asociación de Víctimas del Metro 3 de Julio (Avm-3J), Vicente Baeza, ha subrayado que los afectados no buscaban "venganza sino de justicia".
Baeza ha criticado la instrucción del caso -que se archivó varias veces- y también ha lamentado el comportamiento de los condenados porque eran funcionarios públicos, "estaban cobrando de todos y no cumplieron por lo que les pagaban". "El reproche en el ámbito de la imprudencia debe ser intenso, de ahí que pidiéramos inicialmente cuatro años de prisión, atendiendo al daño y a los reproches", ha añadido.
La reducción de la condena -la sentencia se ha leído in voce en la sala-, se produce por los atenuantes de "dilaciones indebidas" y la confesión de los hechos. No hay peticiones por responsabilidad civil, dado que las víctimas del accidente fueron indemnizadas y han renunciado a realizar reclamación alguna.
Los cuatro exdirectivos condenados se enfrentan a tres años de inhabilitación para cargos directivos en empresas ferroviarias, aunque dos de ellos están retirados. Los otros cuatro directivos del Metro, entre ellos la que fuera gerente de FGV, Marisa Gracia, han sido absueltos después de que se retiraran las acusaciones. A la salida del juzgado, Gracia ha dicho que no se sentía responsable del accidente: "No, en absoluto"
Las víctimas y sus familiares se han abrazado emocionados a las puertas de los juzgados. Rosa Garrote, presidenta de la Avm-3J, ha valorado el acuerdo: "Estamos contentos y satisfechos porque este pacto reconoce ni más ni menos lo que venimos denunciando desde el primer momento y es que la responsabilidad no fue del conductor sino de las personas que tomaron las decisiones, de los directivos de FGV. Es verdad que cuatro de los imputados se quedan fuera de una responsabilidad penal, pero pensamos que el hecho de que se señale a la mala gestión de la empresa, señala también directamente a los ocho, incluida la exgerente de FGV, Marisa Gracia", ha declarado.
Beatriz Garrote, que puso durante años cara a la lucha contra el olvido, se ha referido a la condena como "una mínima reparación judicial". "Queda demostrado que hubo una responsabilidad penal y esperamos que nuestro caso sirva para que en próximos accidentes la gestión de los responsables de las empresas, de los políticos y de la justicia, esté a la altura que las víctimas se merecen. Algo que no ha pasado en nuestro caso. Estamos muy satisfechos y orgullosos de haber peleado durante casi 14 años para lograrlo”, se ha felicitado.
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