“Sé que algún día nos iremos a casa con dignidad, no derrotados”

El miércoles se cumplirán siete años del accidente de metro en la línea 1 de Ferrocarrils de la Generalitat (FGV) que costó la vida en Valencia a 43 personas y dejó heridas a otras 47. La Asociación de Víctimas del Metro-3 de Julio prepara este aniversario como uno más, pero en realidad es muy diferente. La sensación de soledad e impotencia parece haberse mitigado con los miles de ciudadanos que desde hace dos meses les apoyan en sus concentraciones mensuales. Con 41 años, Beatriz Garrote, hermana de una de las fallecidas y presidenta de la asociación, vive los días previos con las emociones a flor de piel.

Pregunta. La intención en este séptimo aniversario…

Respuesta. Seguir recordando que hubo una mala gestión de un transporte público que no tenía la seguridad adecuada y en el que murieron 43 personas y otras 47 salieron heridas. Y seguir recordando que toda la investigación sobre el accidente fue vergonzosa: una comisión parlamentaria que se manipuló y una investigación judicial donde no se contó con todas las pruebas. Fue una burla para los afectados. Salimos cada mes para que no se dé carpetazo a un accidente tan grave.

P. ¿Qué esperan de la justicia a la vista de los nuevos datos?

R. Conseguir que haya una investigación real del accidente. Es lo que debería haber sucedido desde el primer día. Es lo que cualquier sociedad se merece y, desde luego, lo que nosotros nos merecemos. Esperamos que se reabra, aunque tenemos muchas esperanzas… Creemos que las nuevas líneas de investigación dan esa nueva oportunidad y esperamos que se aproveche. Estamos estudiando una querella.

“Las nuevas líneas de investigación son una oportunidad para reabrir el caso”

P. El programa Salvados sobre el accidente marca un antes y un después en la asociación. Pero hay otros elementos para el rebrote del tema. ¿Qué ha influido?

R. La coyuntura social es muy diferente. En 2006, la gente creía que Valencia era puntera en prosperidad y desarrollo económico y en 2013 los valencianos estamos muy descontentos con la cantidad de dinero que se ha malgastado en grandes eventos o que ha ido a parar manos de políticos y gestores supuestamente corruptos. En este contexto, que se haga una revisión del accidente y llegue a la sociedad el testimonio del entonces jefe de seguridad de FGV, que cuenta cómo se preparó la comisión parlamentaria, y salga un trabajador contando las deficiencias de seguridad que había y hay en FGV, a la gente le influye. Es gente que no quería hacer un análisis crítico o que estaba desinformada. Ahora está en condiciones de hacer ese análisis. Eso ha provocado que la plaza de la Virgen esté llena desde entonces.

P. ¿Se sienten decepcionados por la indiferencia de la sociedad valenciana todos estos años?

R. No nos hemos visto respaldados por la mayoría de la sociedad. Ni por colectivos muy concretos que estaban muy involucrados de forma directa como los periodistas o los trabajadores de FGV. Pero bueno, esa reacción que ha tenido la sociedad la hubiéramos tenido nosotros también si no nos hubiera tocado el suceso en primera persona. Es una reflexión y una crítica que nos hacemos. Nos hemos convertido en una sociedad muy egoísta y solo reaccionas cuando tus intereses se ven afectados de forma muy directa. Nos hemos sentido muy solos, pero como se han sentido otros colectivos como los de la dependencia o El Cabanyal. Solo que nuestro caso es muy dramático, es el accidente más grave ocurrido en Valencia y ha sido más doloroso que la respuesta no se produjera.

“Nos hemos sentido muy solos, pero como se han sentido otros colectivos”

P. ¿Cómo se ha portado el presidente Alberto Fabra?

R. Hay dos lecturas que hacer. Fue incomprensible y vergonzoso que el entonces presidente Francisco Camps no se dignara a escucharnos. En enero de 2007 le pedimos por primera vez una reunión para hablar de cómo había transcurrido la comisión parlamentaria y de que no se estaba gestionando la atención a los heridos con la debida profesionalidad pero nunca nos recibió. Lo hizo Víctor Campos, el vicepresidente, que recogió nuestras peticiones, pero jamás volvió a entrevistarse con nosotros para respondernos.

Luego llegó Fabra y creo que, en un gesto valiente, nos recibió, pero lamentablemente ya tenía decidido que lo que se hizo fue correcto y no había nada que revisar. No quiso entrar en que la mayoría de comparecientes fueron nombrados por el PP o en la escasa duración de la comisión o en que la juez había confirmado en la investigación que el accidente podía haberse evitado con una baliza. No entró a valorar si nuestras reivindicaciones eran justas o no. Él tenía claro que todo había sido tratado y bien tratado y no merecía ninguna revisión. Este hecho se ha mantenido aun sabiéndose lo que se sabe. Si repasas otros accidentes de tren de otros lugares del mundo siempre ha habido un responsable que ha dimitido. Aquí, en Valencia, los afectados por el accidente del metro no nos merecemos ese trato.

“En otros accidentes ha dimitido algún responsable. En Valencia, no”

P. ¿Y el resto de partidos?

R. No supieron hacer del accidente una cuestión de ámbito nacional hasta que Jordi Évole hizo el programa. Se ha hablado largo y tendido del Carmel, de la Unidad de Cuidados Paliativos de un hospital de Madrid, de los ERE en Andalucía y, sin embargo, de un hecho tan trágico como el de Valencia no se ha hablado a nivel nacional. Nunca lo hemos entendido. Y en el ámbito autonómico, sabemos que es muy difícil luchar con un partido que gobierna con la mayoría absoluta del PP, pero algo tendrá que aprender la oposición cuando no ha sido capaz de hacer que pagaran en rédito electoral por este accidente.

P. La mayoría de responsables políticos cuando el accidente se ha ido. ¿Qué les queda?

R. Dejaremos de salir a la calle cuando el ámbito judicial o el político se resuelvan. Si son los dos, mejor. Pero creo que con cualquiera de los dos, los afectados tendríamos por fin una compensación con la que irnos a casa.

P. ¿Cuántas veces ha estado tentada de tirar la toalla?

R. Todos hemos pensado en tirar la toalla, creo, casi todos los días. Pero hemos tenido muy claro que no estábamos dispuestos a que el final de esta historia fuera el que nos habían dado. Y sabíamos que éramos nosotros o nadie. Por mucho daño que te haga estar aquí todo este tiempo porque no cierras el duelo, hace mucho más daño quedarse en casa.

“No estábamos dispuestos a que el final del tema fuera el que nos dieron”

P. ¿Qué piensan ahora con la plaza de la Virgen llena?

R. Estamos todo lo contentos que podemos estar. Hay un sentimiento que no te deja valorar todo lo bueno que te pasa porque, en el fondo, querríamos que nunca hubiera pasado. Aun así, sé que algún día nos iremos a casa con dignidad, no nos iremos derrotados. Pero aparte de la soledad, de la tristeza, de la frustración, de la indignación que hemos podido sentir en estos siete años, es muy bonito que te llegue el respaldo de la gente. Y estoy orgullosa de la gente con la que comparto este tema, de la asociación que hemos construido.

P. ¿Por qué es vital que la gente les apoye el día 3?

R. Es necesario estar allí y aunque el Consell no cambie un ápice su postura, es importante decirle qué estamos dispuestos a permitir y qué no. Y cuando mueren 43 personas porque no se ha garantizado la seguridad del metro y se miente y se manipula, los ciudadanos se indignan y avergüenzan. Y la única forma de devolver la dignidad a las instituciones es responder con el respeto que la sociedad les exige. Para eso son las concentraciones de la asociación, también la del próximo día 3.