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El PSOE se reunirá una vez al mes con sus socios para pactar apoyos en el Congreso

“El Parlamento se va a convertir en el eje central de la política", asegura Adriana Lastra

Adriana Lastra (izquierda), portavoz del PSOE y Laura Borràs, portavoz de JxCat, el 4 de enero en el Congreso. En vídeo, los nuevos ministros prometen su cargo este lunes y tendrán su primer consejo el martes.Foto: atlas | Vídeo: ULY MARTIN
Javier Casqueiro

“El Parlamento se va a convertir en el eje central de la política y dependerá de cómo transcurra ahí esa actividad para el futuro de la legislatura”, asegura a EL PAÍS Adriana Lastra, negociadora del PSOE y portavoz en el Congreso. Los socialistas mantendrán diálogo permanente y casi diario con Unidas Podemos y citas mensuales con los otros socios de investidura. La capacidad de aprobar los Presupuestos definirá la duración del mandato.

Una vez constituido finalmente el primer Gobierno de coalición de la democracia ahora le toca a ese inédito y amplio Ejecutivo entre el PSOE y Unidas Podemos trasladar sus proyectos y reformas al Parlamento más diverso, disperso y heterogéneo. No parece una tarea sencilla, porque además la oposición ya ha avisado de que no concederá en esta ocasión los tradicionales 100 días de prueba, pero el reto no arredra a Adriana Lastra, una de las figuras más en alza del PSOE y negociadora de los ocho acuerdos de investidura alcanzados por este partido con otras formaciones, grandes y pequeñas, del Congreso.

“Lo importante ahora es trabajar y trabajar, gestionar y generar confianza mutua, porque es lo que te lleva a la lealtad, y olvidarnos del ruido que provoca la derecha, que quiere que caigamos en sus trampitas”, señala Lastra. La portavoz tampoco ha entrado como ministra porque ha concluido con Pedro Sánchez que su labor es más necesaria en la brega parlamentaria. Su puesto en el Congreso puede resultar más relevante que el de muchos ministerios.

Fuentes de la dirección del PSOE admiten que la XIV Legislatura está cogida con alfileres por los pactos con partidos como ERC, en disputa permanente con el resto del independentismo, o que plantean demandas territoriales muy diferentes, como el PNV, BNG, Coalición Canaria y formaciones regionalistas. Las mismas fuentes aluden a la necesidad de compatibilizar las personalidades de los líderes de los socios de Gobierno, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. En la cúpula del PSOE, sin embargo, apuntan que esa conexión está funcionando bien, mejor de lo que se comenta, y auguran que la colaboración se trasladará sin problemas al Parlamento porque ambas formaciones llevan meses trabajando de manera conjunta en muchos proyectos que estaban casi culminados desde la moción de censura.

Unidas Podemos ya refrendó entonces casi todos los decretos leyes que tramitó aquel Gobierno socialista en precario (una treintena), excepto el que quería regular más ayudas y controles para el mercado de alquiler de las viviendas, una de las prioridades del nuevo Ejecutivo y que la formación de Iglesias rechazó. El PSOE se ha propuesto cuidar al máximo su cooperación en el Congreso con Unidas Podemos, con diálogo constante, y también con trabajo en la mesa de seguimiento que se formará equitativamente entre cinco componentes de cada formación para consensuar el calendario, el procedimiento y la comunicación de sus iniciativas y reformas.

El PSOE incluyó en algunos de los pactos suscritos con otros partidos que fijaría otro modelo de trabajo en el Parlamento, y en ese sentido la intención es mantener reuniones específicas, cada mes, con ERC y PNV, los otros dos grandes socios que se pretenden de la legislatura. Habrá encuentros también con los otros partidos que han votado la investidura, aunque con periodicidad distinta.

Reformas de leyes

El nuevo Gobierno aún no se ha reunido siquiera por primera vez, pero PSOE y Unidas Podemos llevaban meses negociando reformas que ahora serán registradas como leyes y que tendrán cierto carácter simbólico. Son los casos de las leyes de eutanasia, igualdad laboral, memoria histórica o de derogación de la ley mordaza.

Pero como ha subrayado en estos días el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, “la llave” de este mandato “para que dure al menos dos años” será la ley de Presupuestos. Es el proyecto “crucial de todo Gobierno”, como admite Lastra. El anterior decayó, por la negativa de ERC, el 13 de febrero de 2019 y provocó las elecciones al sumar las enmiendas a la totalidad 191 apoyos. El Ejecutivo actual lleva sobreviviendo con las cuentas prorrogadas y aprobadas en 2018 por el último gabinete de Mariano Rajoy.

En el PSOE apuntan a ese proyecto como la clave para saber cómo funcionan sus alianzas y el calendario de la legislatura. Pero también señala que en muchas otras votaciones, las de leyes no orgánicas, no les hará falta sumar 176 votos (mayoría absoluta) ni siquiera los 165 que alcanzó la oposición en la votación de investidura. Aducen que en ese bloque contrario a Sánchez entraron Junts per Catalunya y otros partidos que ahora podrían respaldar algunas reformas. Algunas incluso podrían salir adelante solo con los 155 escaños que suman los dos socios de Gobierno.

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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