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Hallado un cadáver maniatado en el río de los narcos del Campo de Gibraltar

El hombre, desnudo y con contusiones, ha aparecido en el Guadarranque, donde Interior tuvo que instalar una barrera para evitar el tráfico de hachís

Jesús A. Cañas
El río Guadarrenque, donde se ha encontrado el cadáver maniatado.
El río Guadarrenque, donde se ha encontrado el cadáver maniatado.EP

Embarcaciones a toda velocidad cargadas de hachís; discretos embarcaderos en los que ocultar lanchas y la mercancía; transportes a plena luz del día y ante las cámaras con el descaro de quien se siente impune. En el río Guadarranque, en el Campo de Gibraltar, están ya tan acostumbrados al descaro del narco que incluso se instaló una barrera para evitar su presencia. Pero este pasado domingo, el también conocido como río de la droga, se convirtió en escenario de un posible crimen aún peor: el hallazgo del cadáver de un hombre desnudo y maniatado. La Guardia Civil investiga ya el suceso para intentar averiguar si, tras él, se oculta un posible ajuste de cuentas.

Mientras que media España estaba pendiente de la Lotería de Navidad, el servicio de Emergencias 112 de Andalucía recibió la llamada de un particular que se encontraba en las inmediaciones del río Guadarranque, ubicado en el término municipal de San Roque (Cádiz). El informante alertó de que veía “un bulto envuelto en mantas” en las inmediaciones de un puente cercano a la venta Los Timbales y cerca de la pedanía de Estación de San Roque, tal y como explican fuentes del 112.

Fue la Guardia Civil la que, a bordo de una embarcación tipo kayac, acercó a la orilla el cadáver. Una vez allí, comprobaron que se trataba de un hombre que “estaba maniatado, con contusiones y desnudo”, según explican fuentes policiales cercanas al caso. Hasta pasadas las cuatro de la tarde del domingo, no se decretó el levantamiento del cuerpo. El fallecido respondía a las iniciales de A.D.P., según confirma la misma fuente. Era conocido como el fideo y residía en la misma Estación de San Roque, según ha adelantado el periódico local Europa Sur.

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La Policía Judicial de la Guardia Civil se ha hecho cargo de la investigación. A la espera de los resultados de la autopsia, el caso ha recaído en el Juzgado de San Roque. Los investigadores intentan dilucidar las circunstancias de la muerte del hombre y, si tras el caso, se oculta un posible ajuste de cuentas relacionado con otro delito, como el del tráfico de drogas en una zona donde el narco históricamente ha introducido cargamentos de hachís procedente de Marruecos.

No es la primera vez que la aparición de un cadáver en la provincia se relaciona con un posible ajuste de cuentas. El pasado mes de septiembre, un hombre observó cómo una furgoneta se detenía en la carretera A-480, a la altura del kilómetro 5 cerca de Chipiona, y arrojaba el cadáver de un hombre y a dos personas más malheridas al arcén. El caso culminó —por ahora— con la detención de cinco hombres tras una persecución que terminó en las calles de Sevilla.

Además, las fuerzas y cuerpos de seguridad investigan hasta seis asesinatos a tiros más, cometidos en los últimos tres meses en la Costa del Sol. Ninguno de ellos se ha resuelto por ahora, pero se trabaja con la hipótesis de que esté vinculado a ajustes de cuentas entre mafias de narcotraficantes, en algunos casos, con ciudadanos extranjeros implicados. “Hay lucha de bandas, como se vaticinaba. Y ajustes de cuentas. Está la cosa muy calentita”, confirma un guardia civil de la zona del Campo de Gibraltar.

El agente explica que el cerco policial que se está aplicando en el sur desde el verano de 2018 ha llevado a muchas bandas a una desesperada situación. Apenas pueden introducir las grandes cantidades de hachís con las que nutrían antes su mercado ilícito. Eso ha hecho que muchas organizaciones intenten probar suerte con otros puntos de la costa en Huelva e incluso Almería. Pero también ha llevado a que los grupos, nerviosos, se roben la droga entre ellos, lo que habitualmente se conoce como vuelcos.

“El viernes, de madrugada, acudieron dos de veintipocos años al hospital nuevo de La Línea. Decían haber sufrido un accidente con una moto, estaban reventados a golpes, marcas de estar maniatados… Llegaron medio muertos a la rampa de urgencias. Se dice que los tiraron de un coche”, explica el mismo agente, conocedor del modus operandi habitual de las mafias de la zona. Y añade: “Aquí quitas a Los Castañas —la organización más grande de La Línea cuyos capos están ya detenidos— y vienen otros a coger un trozo de playa”.

Un río vedado

El río Guadarranque se hizo famoso en 2016 por ser el río de los narcos del Campo de Gibraltar. Su buena situación hacía que los traficantes introdujesen las gomas o narcolanchas cargadas de hachís hasta unos embarcaderos privados, donde la descargaban y la transportaban por tierra. Los alijos, grabados por cámaras de televisión incluso, provocaron que el Ministerio del Interior colocase una barrera antinarcos a finales de 2016. Desde entonces, la sucesión de pivotes amarillos con barras perpendiculares ha sido saboteada en varias ocasiones, aunque ha cumplido en gran medida su función.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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