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Los Marios, los narcos gibraltareños que quisieron ser gallegos

Cae una banda de traficantes de hachís que trató de blanquar su negocio con dos náuticas en Pontevedra

Jesús A. Cañas
Registro de la Guardia Civil en un narcoembarcadero en Palmones, este miércoles.
Registro de la Guardia Civil en un narcoembarcadero en Palmones, este miércoles.

El clan gibraltareño de Los Marios inició su andadura con el más básico contrabandeo de tabaco. El tráfico de hachís les llevó al cénit de su fortuna, blanqueada a golpe de viajes en avión privado y de empresas de apariencia legal. Y, quizás, su trayectoria finalice ahora que han acabado detenidos después de haber montado dos náuticas en Pontevedra intentando huir del cerco policial del Campo de Gibraltar. La operación de la Guardia Civil que ha desmantelado su estructura vuelve a sacar a la luz las relaciones entre el narco del Estrecho con el gallego.

Los Marios, que se jactaban de colaborar con los poderosos Castañas en el lavado de dinero del hachís escribieron este martes la última –o la penúltima– página de su nutrida semblanza. Más de 400 agentes de la Guardia Civil desarrollaron dos operaciones paralelas, Koala y Lely, para hacer caer el entramado de tráfico de hachís y blanqueo de ‘Los Marios’. Para esquivar a las fuerzas de seguridad, estos habían dispersado su actividad por las provincias de Cádiz, Málaga, Córdoba, Albacete y Pontevedra.

El golpe rebasa ya los 40 detenidos, entre los que se encuentran los jefes de la banda, de procedencia gibraltareña, pero detenidos en territorio español, según confirman fuentes cercanas al Centro de Concentración contra el Narcotráfico (CCON Sur) y al Organismo de Coordinación del Narcotráfico (OCON Sur) encargados de los operativos. En total, han hecho falta 34 registros por toda España para desmantelar la última ocurrencia de Los Marios. La banda diversificó el negocio con dos náuticas en Pontevedra, que se sumaban a otras dos que manejaban en La Línea y Algeciras.

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“En ellas ya no solo construyen narcolanchas, ilegales desde finales de 2018, sino que hacen otras al máximo que les permite la ley para otras funciones, como hacer relevos en alta mar”, explica un agente. Es una de las conclusiones que la Guardia Civil ha obtenido tras los registros realizados ayer en Sanxenxo, Vilagarcía de Arousa, Cambados y Ribadumia (Pontevedra), conocidas por ser puntos habituales del narco gallego.

Las náuticas desmanteladas dejan al descubierto la estrecha relación del narco gaditano con el gallego. Hace años que las fuerzas policiales en el Campo de Gibraltar detectan a traficantes del norte que pilotan lanchas o participan en el alijo de drogas. El mismísimo Sito Miñanco, capo gallego de la cocaína se construyó una idílica coartada de hombre rehabilitado mientras organizaba desembarcos de cocaína desde Algeciras. Ahora que en el sur vienen mal dadas, el narco campogibraltareño devuelve la visita y desplaza sus negocios a Galicia.

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“En La Línea ya apenas se está metiendo droga, buscan otros sitios”, apunta un agente local. Y lo corrobora la estrategia seguida por Los Marios. Los traficantes escondían sus narcolanchas lejos del Campo de Gibraltar, en Villarobledo (Albacete) y Lucena (Córdoba) y las desplazaban expresamente al sur para cometer los alijos. Uno de los embarcaderos improvisados que empleaban es el de la playa de Palmones, en Los Barrios, uno de los más antiguos que hay en la zona y que ha quedado ahora tan dañado tras los registros que promete estar inactivo, al menos, durante unos meses. Los Marios también eran conocidos por su afición a acudir a los partidos del Real Madrid hasta en un jet privado si era necesario, apunta el mismo agente de la zona. “Son unos capos muy fuertes” del hachís, añaden los investigadores.

En los dos operativos de este martes, los agentes han localizado “mucho dinero en metálico y bastantes embarcaciones”, afirman fuentes cercanas al caso que no han podido precisar cantidades exactas. “Tenían el dinero envasado al vacío, guardado en bolsas isotérmicas y en un zulo bajo una losa de hormigón”, detalla un agente. La duda está ahora en saber si el desmantelamiento de todo este despliegue logístico y económico será suficiente para que Los Marios escriban, por fin, su último capítulo.

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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