Sánchez allana la investidura con las reuniones con los grupos minoritarios
Compromís anuncia que cambiará la abstención por el sí si se reforma el sistema de financiación autonómica
La agenda de Pedro Sánchez se llena de citas; por el momento, Pablo Iglesias no está en esa lista. El presidente en funciones se reunió este lunes con Compromís en Valencia: la formación de Mónica Oltra avanzó que está dispuesta a cambiar la abstención por el sí cuando se cumpla la promesa del Gobierno de reformar el sistema de financiación autonómica. Sánchez se verá con el PNV el 19 de agosto y pretende allanar así, con esos encuentros, el camino hacia la investidura. Unidas Podemos sigue expectante ante esos movimientos de Sánchez pero se mantiene firme en su objetivo: un Gobierno de coalición.
Sánchez pretende construir con paso medido y sin prisa “un espacio común de reflexión en la izquierda”, según definió la ministra portavoz Isabel Celaá la ronda de contactos con organizaciones sociales, a la que ha incorporado a los partidos minoritarios que se abstuvieron en la fallida investidura de finales de julio. Unidas Podemos atiende entre el desconcierto y la confusión a esta nueva fase de la negociación para evitar las elecciones. Y el PP se propone como alternativa al PSOE para gobernar con Ciudadanos: el secretario de organización popular, Teodoro García Egea, reclamó a Sánchez que dé un paso a un lado para facilitar el acuerdo con Podemos. “Cuando uno no es capaz de ejercer la responsabilidad entra en el terreno de la excusa y la fantasía, como le pasa al PP”, respondió José Luis Ábalos, ministro de Fomento en funciones. “Si la cosa no fuera tan grave sería el chiste del día”.
El Gobierno regresó a la casilla de salida el pasado 25 de julio tras el fracaso de la investidura. La fórmula del Ejecutivo de coalición ha quedado descartada —al menos por ahora— en La Moncloa. En Valencia, Sánchez encontró un potencial apoyo para avanzar en su meta de formar un Gobierno en solitario. Para conseguirlo, Ábalos tendrá que cerrar un acuerdo con Compromís antes de final de agosto en el que se reforme, entre otras cuestiones, el sistema de financiación autonómico. “Siempre hemos mantenido la postura de favorecer un Gobierno y tener un espejo en España en el que mirarnos”, dijo Oltra tras la reunión con Sánchez y Ábalos.
Oltra y Joan Baldoví, único diputado de Compromís en el Congreso, no tienen entre sus exigencias un Gobierno de coalición con Unidas Podemos. “La gente no quiere volver a votar, quiere que sepamos gestionar su voto y su decisión, no que les volvamos a preguntar”, explicó. “Las políticas activas de empleo transferidas a las comunidades no pueden ser lo que nos separe”, añadió.
El problema es que ese único diputado de Compromís deja la mayoría aún lejos. Unidas Podemos ejerce como espectador en una nueva etapa negociadora similar a la que Iglesias y su equipo pusieron en práctica en julio. El partido se dedicó entonces a realizar las mismas reuniones, con los mismos colectivos y con el mismo objetivo: construir una agenda progresista y presionar a su posible aliado para terminar de cerrar un pacto que no fue posible.
Con Iglesias e Irene Montero, número dos de Podemos, retirados de la vida pública por el reciente nacimiento de su hija —el tercero de la pareja—, su equipo más cercano, liderado por Pablo Echenique, secretario de Acción de Gobierno, se mantiene de guardia en agosto preparado para el día que llegue la llamada de La Moncloa. “El orden de las conversaciones no es tan importante, sino que el diálogo se produzca con tiempo para negociar una investidura con un Gobierno de coalición”, opina Rubén Martínez Dalmau, vicepresidente de Podemos en la Generalitat valenciana.
Los seis del PNV
Al igual que Compromís, el PNV ofrecerá a Sánchez su experiencia en gobiernos de coalición, y su disposición a trabajar de forma discreta para que cristalice en acuerdo una eventual negociación con Unidas Podemos y los partidos independentistas catalanes. Los seis diputados de la formación nacionalista se abstuvieron en la sesión de investidura por la falta de acuerdo entre los dos principales partidos de la izquierda. Los nacionalistas vascos temen que una eventual repetición electoral culmine con la llegada de las tres derechas al Gobierno de España y se recorten los innumerables acuerdos en materia de infraestructuras que han firmado en los últimos meses con los socialistas.
Sobre la mesa volverá a extenderse la agenda del PNV para tratar de conseguir nuevas transferencias e inversiones en infraestructuras. El portavoz del PNV de Gipuzkoa, Joseba Egibar, ha intentado caldear la relación entre Sánchez y el presidente de la formación, Andoni Ortuzar, al criticar los retrasos, tanto en el calendario de las transferencias como en las infraestructuras. Pero la relación entre ambas formaciones atraviesa uno de sus mejores momentos tras el acuerdo de Gobierno en Navarra.
Sánchez allana así su camino, pero aún necesita los 42 diputados de Unidas Podemos para evitar la repetición electoral. Por el momento, tiene la complicidad de Compromís y el PNV, que han cambiado el gesto de enfado de la sesión de investidura por una sonrisa de complicidad.
Con información de Pedro Gorospe y Ferrán Bono.
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