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‘Aprendemos juntos’ salta de las pantallas a la calle para contar historias que ayuden a vivir mejor

El programa que comenzó el BBVA hace siete años llena el Palacio de la Prensa de Madrid para atender a los testimonios de expertos, escritores y conferenciantes

Carlos Torres Vila (a la izquierda), presidente de BBVA, durante su participación en 'Aprendemos juntos'.
Carlos Torres Vila (a la izquierda), presidente de BBVA, durante su participación en 'Aprendemos juntos'.BBVA
Matías Helbig

En el auditorio lleno del Palacio de la Prensa, en plena Gran Vía de Madrid, casi un millar de personas escuchan sumidas en un silencio estático. Hernán Casciari, sobre un escenario enmarcado por una enorme pantalla azul, cuenta una historia. “El 14 de noviembre de 1995 maté a la hija de tres años de mi hermana”, relata, con tono dramático. Un hondo suspiro colectivo recorre la sala. “Durante diez segundos lo creí; [pero] era un tronco”, dice haciendo una pausa. “El trauma puede ocurrir sin tragedia”, afirma Casciari, el tercer ponente del programa Aprendemos Juntos, que el BBVA comenzó hace siete años y que por primera vez este jueves ha salido de las pantallas para hacer una gira por siete ciudades: Madrid, Barcelona, Ciudad de México, Buenos Aires, Bogotá, Lima y Montevideo.

Aprendemos Juntos surgió en 2018 como una iniciativa de streaming que convocaba a referentes del arte, la ciencia, el entretenimiento y la psicología a que contaran historias inspiradoras que pudieran ayudar a hacer frente a los desafíos del siglo XXI, desde la tecnología y el cambio climático hasta la diversidad y la democracia. Después de siete años de reconocimiento –Naciones Unidas premió el proyecto por su contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible– y más de 450 ponentes, decidieron llevarlo a la calle. En el lanzamiento de la gira hablaron la psiquiatra Marian Rojas Estapé, el profesor Víctor Küppers, el conferencista Daniel Habif, la neurocientífica Ana Ibáñez, el psicólogo Walter Riso y el escritor Hernán Casciari. La fuerza del relato ha sido la base de todas las ponencias.

De la anécdota a la reflexión, las conferencias abordaron temas relacionados con la salud mental como el miedo, la parálisis, el estrés y la frustración. Marian Rojas Estapé inauguró la jornada compartiendo una de las mayores inquietudes de su carrera como psiquiatra. Hace años, al acabar la carrera de medicina, se inscribió como voluntaria para sacar a niñas de la prostitución. “Una pequeña de doce años, tras una redada, me preguntó: ‘¿Algún día seré capaz de ser feliz?”, contó la experta. “¡Tiene que ser que sí!”, dijo que pensó, desesperada.

Desde entonces, ayuda a pacientes a vencer sus barreras, a transformar los cimientos desde los que se perciben las experiencias. “Todo lo que cuenta está en el relato del otro”, señaló desde la tarima. La manera de afrontar estas barreras es mediante la comprensión de uno mismo y el sentido de pertenencia. Y pasando del relato a la ciencia, argumentó: “Eso produce oxitocina, que nos defiende contra el exceso de cortisol”.

La historia de Hernán Casciari, que conmovió al teatro entero, no estaba lejos de las lecciones de Rojas Estapé. Durante una barbacoa con su familia, hace 29 años, creyó haber matado a su sobrina yendo marcha atrás con el coche. Petrificado al volante, durante diez segundos observó como toda la familia se abalanzaba hacia él. Durante ese tiempo, lo único que deseaba era que lo matasen, porque si no tendría que mudarse a un país remoto donde ya nadie volviese a pensar en él, admitió con tristeza. Subrayó la falta de empatía con la que se había comportado en ese momento, resaltó: “No tenemos la menor idea de quiénes somos en medio de la tragedia”.

Víctor Küppers habló de psicología positiva. A través de una anécdota de un encuentro con un taxista en Madrid, el conferencista catalán hizo reír a todo el teatro y basándose en los estudios de psicólogos sociales como Sonja Lyubomirsky sugirió tres formas de abordar mejor los problemas: relativizar los problemas, valorar lo que se tiene y proyectar ilusiones. El carácter no es congénito. “Uno no nace y le dicen ‘tres kilos y, lástima, pinta cenizo”, bromeó.

Los seis ponentes de Aprendemos Juntos fueron seleccionados entre los más de 450 que participaron en ediciones anteriores. Desde la organización han asegurado que pusieron a disposición las entradas a todos los seguidores en Madrid del proyecto en redes. En menos de un día estaban todas agotadas. Para las próximas siete ciudades, el procedimiento será el mismo.

Haciendo alusión al valor educativo de las conferencias, Carlos Torres Vila, presidente del BBVA, hizo hincapié en la importancia de Aprendemos Juntos: “Necesitamos sistemas educativos públicos que sean excelentes, la educación es una puerta de oportunidades que fomenta la igualdad”. Y mencionó a otra gran contadora de historias, Emilia Pardo Bazán, quien decía que la “educación es revolucionaria”.

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