Ciudadanos se queda sin el poder local y provincial que le daba el pacto con el PP en Castilla y León
El candidato de Cs a la Diputación de Burgos permite un tercer mandato del presidente popular, una de las líneas rojas del acuerdo
Ciudadanos ha vuelto a perder en favor del PP en el reparto del poder acordado en Castilla y León. El pacto entre el candidato popular a presidir la Junta, Alfonso Fernández mañueco, y el de Ciudadanos, Francisco Igea, para mantener a los populares en el Gobierno regional una nueva legislatura tras 32 años de poder ininterrumpido incluía la cesión de varias alcaldías y diputaciones a la formación liberal. Pero apenas dos semanas después del acuerdo alcanzado, Cs solo ha logrado hacerse con la alcaldía de Palencia.
El último espacio de poder perdido por Ciudadanos, partido que llevó en su programa electoral la supresión de las diputaciones, ha sido precisamente la Diputación de Burgos. El candidato del PP incumplía una de las líneas rojas marcadas por Igea: la limitación de mandatos de ocho años para alcaldes, presidentes de diputaciones y miembros del Gobierno regional. Pero el acuerdo ha quedado en papel mojado.
En apenas 24 horas, el candidato de Ciudadanos Lorenzo Rodríguez pasó de dar una entrevista al Diario de Burgos en la que aseguraba: "Ciudadanos va a gobernar la Diputación con 13 diputados" (en referencia a los 10 del PP y los tres de Cs) a cederle este miércoles la presidencia y abrir la puerta a un tercer mandato del candidato popular, César Rico. El pacto fue una sorpresa, incluido para el líder regional del partido, según confirmó el propio Rodríguez, que aseguró "no haber hablado personalmente con Igea pero sí con los responsables del partido" a nivel regional.
Igea confirmó ayer que no conocía la cesión sobre la Diputación burgalesa y lamentó que no sea "exactamente lo que está en el acuerdo" firmado por él con el PP aunque se desvinculó de la decisión.
No es la primera pérdida de Ciudadanos en Burgos, que en virtud del acuerdo regional también tendría que ostentar la alcaldía. En ese caso, fue la negativa de Vox a apoyar el acuerdo quien rompió los cálculos. La formación de ultraderecha decidió votarse a sí misma de manera que la alcaldía recayó en el PSOE, la lista más votada en las elecciones del 26 de mayo. Vox explicó que su decisión se debía al "pacto secreto" entre Ciudadanos y populares para "intercambiar como una pura mercancía" la alcaldía de la ciudad.
Hasta ahora, a la espera de que se materialice el acuerdo de gobierno en la Junta de Castilla y León, del que Igea dice que “avanza lento, pero avanza”, el único reducto de poder de Ciudadanos en la región es la alcaldía de Palencia, que se constituyó el pasado 15 de junio con los tres concejales de Cs, los nueve ediles del PP y el apoyo de la única concejal de Vox. La Diputación de Segovia, que también debería recaer en los liberales, aún está en el aire.
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