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Torre-Pacheco, la huerta de votos de Vox

El discurso antinmigración dispara los apoyos a la extrema derecha en el municipio murciano, con un 30% de extranjeros

Rafa Burgos
La sede de Vox en Torre-Pacheco, Murcia.
La sede de Vox en Torre-Pacheco, Murcia.PEPE OLIVARES (EL PAÍS)
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El mapa electoral de Murcia se ha pintado de rojo por primera vez en 26 años. En la mayor parte de los municipios de una región que era un castillo inexpugnable del PP, el PSOE fue la fuerza más votada. Sin embargo, en Torre-Pacheco, una localidad agrícola situada a 40 kilómetros de Murcia y a 14 de Cartagena, el plano de los resultados electorales se tiñe de verde. Vox fue el partido más votado en las elecciones generales con casi un 25% de los votos. Algo más de 3.500 personas han apoyado al partido de extrema derecha. Los vecinos atribuyen este éxito de Vox a su discurso contra la inmigración.

"A partir de las seis de la tarde, este es otro país", asegura Cristina, votante de Vox de 38 años que no quiere dar ni su apellido ni que se sepa su profesión. "Los inmigrantes viven aquí, pero por la mañana se van a otros pueblos a trabajar en el campo y por la tarde, están por todos lados: en la calle, en el Mercadona, en los centros de salud... Hay colegios en los que apenas hay dos niños españoles por clase", afirma. Esta vecina sostiene también que los inmigrantes "son muy incívicos, se asean poco y se integran menos todavía".

La seguidora de Vox señala que tanta presencia de extranjeros "transmite inseguridad". "No estoy de acuerdo con todo lo que defiende el partido, de hecho, tienen propuestas muy radicales que no me gustan nada, pero son los únicos que se han atrevido a verbalizar el problema de donde yo vivo", añade. Cristina trabaja cerca de la sede de Vox, cerrada con una cancela blanca. Este periódico ha intentado, sin éxito, ponerse en contacto con la organización regional de la formación.

La presencia de inmigrantes es el argumento que dan todos los consultados por EL PAÍS a la victoria de Vox en el municipio. En Torre-Pacheco viven 36.022 personas. De ellas, casi 11.000 son extranjeros, un 30%. Y, al contrario de lo que pasa en localidades costeras próximas, como San Javier o San Pedro del Pinatar (en las que Vox solo ha quedado por detrás del PP), o en centros turísticos alicantinos de gran magnitud, también cercanos, como Torrevieja u Orihuela Costa, los europeos residentes son minoría. Según el censo municipal, hay más de 9.200 inmigrantes extracomunitarios en Torre-Pacheco que son, en su mayoría, operarios agrícolas africanos o asiáticos.

Uno de ellos es Djiaboy, maliense de 40 años que descansa en una plaza junto con un amigo guineano. "El trabajo en el campo es muy duro", declara. "Se empieza por la mañana y no se acaba hasta que no se acaba". No sabe escribir ni su nombre, y llegó a Barcelona en 2006 con un visado de trabajo, explica. Desde Cataluña se trasladó a Almería. "Pero ya no había mucha faena y tengo que buscarme la vida", asegura. Recaló en Torre-Pacheco, donde no se ha enfrentado "a ningún problema" por su origen. En el municipio murciano "no hay muchos morenos, en Roquetas (Almería) hay más", dice. Los magrebíes son mayoritarios, pero se muestran muy reacios a hablar con la prensa.

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El producto más conocido de la huerta pachequera es el melón. También hay grandes extensiones de cítricos y cultivos de alcachofa o brócoli, tanto al aire libre como en invernaderos. Lo que conocen los vecinos como "la huerta de Europa" sitúa al municipio en los primeros puestos de renta per cápita de la región. El sector supone el 80% de la economía local, señala el alcalde, Antonio León, que al frente del Partido Independiente de Torre-Pacheco (PITP) se alió con el PSOE y desbancó al PP de la alcaldía en 2015.

Según León, el fenómeno migratorio no es nuevo. "En 1979 llegó el trasvase Tajo-Segura y a la tradicional agricultura de secano se sumó la de regadío". Esta situación obligó a buscar mano de obra. "Y empezaron a venir inmigrantes, ya que la gente de aquí trabajaba en otros sectores", como la construcción.

"A finales de los ochenta, comenzaron a llegar los hombres y poco después, también sus familias", recuerda León. En su opinión, este flujo de personas "se integró perfectamente entre la población". El regidor pachequero explica que en el municipio "nunca se ha producido ningún incidente" grave con quienes llegan de fuera. "Los índices de delincuencia son iguales que los de cualquier parte, también hay delincuentes nacionales", subraya el alcalde.

"Aquí se da una paradoja, aquellos a quienes la inmigración les hace falta para trabajar los campos son quienes la rechazan ahora", dice León. Considera que la postura de Vox revela cierta "hipocresía". Y apunta otro motivo para el éxito de la formación de Santiago Abascal. "Esos votos han salido del PP", argumenta. "Es, claramente, un castigo a la especulación urbanística cuyas consecuencias estamos sufriendo en el Ayuntamiento". León cifra en 41 millones de euros la deuda heredada.

El primer edil señala el propio Consistorio, un espectacular edificio de cuatro plantas "con pinta de Corte Inglés", bromea. El PITP ha cerrado dos de las plantas y ha eliminado los tornos que impedían el paso a los ciudadanos. "Hace 10 o 12 años se produjo un boom de la construcción", rememora el alcalde, "con lo que decayó la actividad agrícola". Enormes empresas como Polaris comenzaron grandes obras que dejaron a medias tras quebrar. Los inmigrantes venían a la construcción y tras la debacle, los especializados se fueron. Y la agricultura no llegó a remontar del todo.

Torre-Pacheco quedó tocada. "Hay mucha gente desocupada", relata Francisco Saura, un jubilado de 76 años. "Antes se trabajaba en cosas como aventar o trillar, palabras que ya nadie sabe lo que significan", prosigue. Porque los del pueblo apenas se acercan por los bancales. Lo confirma Lola, una joven que trabaja en una droguería. "El trabajo del campo se tiene que regular mejor, es muy duro y se paga muy poco", indica. "Y a los inmigrantes, aún se les paga menos", sentencia.

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