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Los jóvenes, ante la sima de la pobreza

El Consejo de la Juventud alerta de las “alarmantes” cifras de pobreza mientras la izquierda prioriza las políticas de vivienda y la derecha, las de empleo

José Luis Aranda
Un grupo de jóvenes, este jueves en la plaza de Colón de Madrid.
Un grupo de jóvenes, este jueves en la plaza de Colón de Madrid. VÍCTOR SAINZ

La emancipación de la juventud despierta un interés muy variable entre los partidos que miden sus fuerzas el 28-A. Es fácil trazar una diferencia en el eje izquierda-derecha tanto en el peso que la cuestión tiene en los programas políticos como en el enfoque con el que se pretende atajar el problema, que generalmente se aborda desde políticas de vivienda y empleo.

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Pese a que en España la edad media para independizarse supera los 29 años, una de las más altas de la Unión Europea, entre los partidos con mayor intención de voto en los sondeos el término “emancipación” solo lo recoge como tal el programa del PSOE, que dedica un apartado entero a “una juventud plena, emancipada e independiente”. “Siempre hemos sido los grandes olvidados, pero además no vemos en los programas una gran mención al asunto”, constata María Rodríguez, vicepresidenta del Consejo de la Juventud de España (CJE).

Otros dos partidos también aluden a la cuestión, pero por otras vías. Podemos -cuyo socio en la  coalición Unidas Podemos, Izquierda Unida, sí recoge en su programa dos propuestas concretas para la "emancipación juvenil"-  dedica a los jóvenes gran parte de sus propuestas y culpa a la “burbuja” inmobiliaria de que “el 80% de los menores de 30 años vivan en casa de sus padres”. El PP destaca que “una sociedad libre es aquella en la que los jóvenes pueden desarrollar sus proyectos de vida” y lo vincula a la vivienda, pero sobre todo al empleo y la natalidad. Los programas de Vox y Ciudadanos solo contienen un par de medidas.

En el diagnóstico general, se podría decir que los partidos coinciden con el CJE, pero la vicepresidenta de esta entidad denuncia la falta de “sensibilidad social” ante un problema con cifras “alarmantes”. El último informe sobre pobreza que elaboró el organismo, que agrupa a consejos autonómicos y entidades juveniles de toda España, determinó que los jóvenes son ya “el colectivo con mayor riesgo de exclusión social, por encima de la infancia”. “Solo un 7% de los contratos son indefinidos”, prosigue Rodríguez, y la precariedad laboral y salarial lleva a esfuerzos de hasta el 80% de los ingresos —“un 60% si se comparte piso”— para pagar una vivienda propia.

De vuelta a las promesas electorales, los socialistas proponen recuperar la renta básica de emancipación para alquiler. La idea remite a la ayuda directa que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero estrenó en 2008 (a razón entonces de 210 euros mensuales) y que el PP derogó en 2012. El PSOE también se compromete a elaborar una ley estatal de juventud y a impulsar “la emancipación y la autonomía”, convirtiendo la Estrategia de Juventud en un “documento medular de la acción de gobierno”. El programa no olvida las “diferencias retributivas” y propone combatirlas, aunque sin especificar excesivamente cómo hacerlo.

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La mirada de Podemos también se centra en la vivienda: la formación de Pablo Iglesias propone intervenir el mercado del alquiler para que los Ayuntamientos puedan regular los precios y crear un gran parque público de pisos al que “la juventud tendrá un acceso prioritario”. Sus propuestas se completan con la rebaja del derecho de sufragio a los 16 años y de la cotización mínima necesaria para que los menores de 30 años tengan derecho cobrar paro.

En el PP, sin embargo, es el empleo el que vertebra la mayoría de políticas dedicadas a la juventud. El programa propone culminar el plan de choque por el empleo juvenil ideado por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2017 con un estatuto de prácticas no laborales, un programa de empleo para jóvenes sin cualificación profesional y la recuperación del contrato de relevo. Otras medidas en esa misma materia se dirigen más a los empleadores, como la reducción de las cotizaciones sociales, “especialmente para la contratación de jóvenes”.

Esa es la vía escogida también por el PP para la vivienda, con ayudas a los propietarios más que a los inquilinos. El partido de Pablo Casado apuesta por deducciones fiscales y quiere impulsar los seguros que cubren el impago de la renta “especialmente para facilitar el alquiler de los jóvenes”. La única alusión a los precios de las casas llega con la propuesta de promover “nueva construcción para alquiler asequible favoreciendo fórmulas de cooperación público-privadas”. Las ayudas directas a colectivos jóvenes se reservan para madres y para becas de excelencia para estudiar “en las 25 principales universidades del mundo”.

Ciudadanos también divide entre vivienda y empleo sus dos únicas propuestas. La primera es un Complemento Salarial Garantizado “empezando por los trabajadores jóvenes”. Además, se compromete a aprobar una ley nacional de vivienda y “fomentar el alquiler asequible”, aunque no vincula la medida a ningún grupo de edad. Por parte de Vox, la única promesa directamente vinculada a la emancipación de los jóvenes es “crear un dispositivo de primer empleo que exonere de las cargas fiscales en la primera contratación de jóvenes menores de 24 años” a sus empleadores.

Un catálogo de promesas, en suma, que ven con algo de escepticismo en el CJE. “Ojalá todo fuera tan fácil”, indica su vicepresidenta, “el compromiso con la juventud necesita de un acuerdo de varias fuerzas políticas para que vaya más allá de un Gobierno o de una legislatura”.

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Sobre la firma

José Luis Aranda
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS, diario donde entró a trabajar en 2008. Escribe habitualmente sobre temas de vivienda y referentes al sector inmobiliario. Es licenciado en Historia por la Universitat de València y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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