El fiscal pide archivar la denuncia de Garzón a los medios que publicaron su comida con Villarejo
El ministerio público estima que "prima para los periodistas el derecho a la libertad de expresión"
Baltasar Garzón se ha topado con un importante escollo en la ofensiva jurídica que emprendió por la publicación de los audios de su comida con el comisario jubilado José Manuel Villarejo, en los que también se escuchaba a la actual ministra de Justicia, Dolores Delgado. La Fiscalía Provincial de Madrid ha solicitado que se archive la denuncia presentada por el exmagistrado contra siete medios de comunicación que difundieron esas grabaciones en septiembre de 2018. Según concluye el ministerio público en un escrito, esta causa por supuesta revelación de secretos no puede seguir adelante porque no se conoce el autor de las filtraciones y porque, "en este tipo de cuestiones, prima para los periodistas el derecho a la libertad de expresión".
El exjuez, que lidera actualmente un despacho de abogados, interpuso una denuncia contra los digitales El Confidencial, OK Diario, El Economista, Libertad Digital, El Independiente, El Mundo Digital y Moncloa.com. Según mantiene la acusación, estos diarios publicaron información que se encontraba declarada secreta en el marco de la Operación Tándem, también conocida como caso Villarejo y que instruye el juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional. En concreto, Garzón aseguraba que esos audios procedían de la pieza separada bautizada como Pit.
Una argumentación que la Fiscalía considera insuficiente. En primer lugar, incide el ministerio público, porque la propia Audiencia Nacional aseguró que estas conversaciones no habían sido localizadas todavía "en el material intervenido y analizado por la Unidad de Asuntos Internos del Cuerpo Nacional de Policía". Este punto refuerza la sospecha de que los audios fueron facilitados para su difusión por personas con acceso a las copias que presuntamente hizo y distribuyó el comisario jubilado antes de su arresto como cabecilla de la trama policial desmantelada en la Operación Tándem.
Y, en segundo lugar, porque no existen indicios suficientes sobre el supuesto autor de esas filtraciones: "Puesto que el propio denunciante manifestó en su escrito de denuncia que, encontrándose la causa secreta, son pocos los sujetos que podrían estar difundiendo la información", afirma la Fiscalía, que recuerda que el propio Garzón descartó que estas filtraciones fueran obra de autoridades o funcionarios del Juzgado Central de Instrucción número 6.
Segundo golpe a Garzón
Dentro de la amplia instrucción del caso Villarejo, la Audiencia Nacional ya abrió en septiembre una investigación sobre la filtración de las grabaciones de esta comida, que se celebró en 2009 en un restaurante de Madrid y en la que participaron Garzón, Delgado y altos mandos policiales —entre otros, Villarejo, que entonces era comisario en activo—. El juez Diego de Egea, que instruía la causa hasta su sustitución por Manuel García-Castellón, concluyó que estos audios no afectaban al caso Villarejo. Eso sí, mientras tanto, otro juzgado de Madrid propinaba el primer revés a Garzón por este material, al que se suma ahora el de la Fiscalía.
El pasado diciembre, en base a esas grabaciones, el juez Esteban Vega admitió a trámite una querella contra el exmagistrado por prevaricación por supuestamente manipular las normas de reparto de la Audiencia Nacional para atribuirse la investigación del caso Gürtel de corrupción. En los audios se escucha decir a Villarejo: "En el 2008, comimos Balta [Garzón], Juan Antonio [González, comisario general de Policía Judicial], el Oli [José Luis Olivera, jefe de la UDEF] y yo, preparando lo de la Gürtel, en agosto". Según las defensas de la trama Gürtel, estas palabras ponen de manifiesto una presunta "confabulación instrumentada por el exmagistrado Baltasar Garzón, quien, junto con algunos mandos de la Policía, construyeron una causa ad hoc con la finalidad de perjudicar al Partido Popular".
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