El olmo de 382 años que quiere convertirse en el árbol europeo del año
El ejemplar monumental de Navajas (Castellón) compite junto a los de 14 países en el certamen continental tras hacerse con el oro como mejor árbol de España
Venció a la palmera imperial de Elche (Alicante) o al almendro real de Valverde de Leganés (Badajoz). Con 95.000 votos se coronó como el mejor árbol de España. Pero los vecinos de Navajas, un pequeño pueblo de Castellón de apenas 750 habitantes, quieren sumar un nuevo reto para su olmo más emblemático: convertirlo en el árbol europeo del año. Competirá con robles, encinas, tilos, almendros o limoneros de otros 14 países. Bélgica, Bulgaria, Croacia, República Checa, Francia, Hungría, Lituania, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía, Federación Rusa, Eslovaquia o Gran Bretaña confluyen en la novena edición del certamen continental. La votación está abierta hasta el 28 de febrero.
Tiene 19 metros de altura, 220 metros cuadrados de copa, 382 años de historia —lo plantó Roque Pastor, juez de paz, en 1636— y corona la plaza central de la población, que lleva su nombre. Desde aquí es testigo del devenir del pueblo. Bajo su frondosa sombra transcurren conversaciones, risas, eventos, vida.
“Siempre se ha dicho que las raíces del olmo están debajo de todas y cada una de las casas de Navajas”, explica a EL PAÍS Paco Rosalén, teniente de alcalde y concejal de Turismo, Fiestas y Mantenimiento Urbano. Así se concibe la omnipresencia que el árbol tiene en el día a día de quienes habitan el pueblo. Porque si hay algo que une a los 750 vecinos de Navajas, y a sus muchos veraneantes, es el olmo. Tiene fuente propia, la que emerge del basamento que lo bordea. Forma parte del escudo de la población y de su himno. Correos le ha dedicado dos matasellos, ambos diseñados por el escultor local Manolo Rodríguez Vázquez. Y hasta la ONCE ideó para él un cupón con motivo del 375 aniversario.
El concurso nacional primero, y el reto del certamen europeo después, han estrechado más si cabe los lazos del vecindario en torno a este ejemplar, uno de los 1.500 árboles monumentales protegidos de la Comunidad Valenciana, convertido ahora en su lucha colectiva. “De izquierdas, de derechas… todos están unidos por el olmo”, señala Paco Rosalén. No duda en atribuir la proyección nacional e internacional que está sumando Navajas a los voluntarios y voluntarias que reabrieron con tesón la biblioteca del pueblo y que han contado con el apoyo incondicional de las asociaciones locales. “Vieron la convocatoria del concurso y que el olmo encajaba a la perfección”, indica. La idea de presentarlo al certamen nació durante la celebración del día del árbol, escuchando a los niños y niñas del aulario del Colegio Rural Agrupado (CRA) Palancia-Espadán recitarle unas poesías. Aquello impulsó el sueño, y poco después llegó la selección de la candidatura, el premio nacional y la vorágine de experiencias y emociones que sume desde entonces al pueblo.
Blogueras y futbolistas del CD Castelló se han acercado a Navajas en los últimos días para fotografiarse junto al árbol e impulsar su andadura europea. Los vecinos, por su parte, acumulan ya dos lipdub para divulgar este buque insignia de su patrimonio natural y ganar votos. También arrastran otro buen puñado de acciones de marketing en las que se han volcado todos, y todas. Desde la banda de música a la asociación de amas de casa, las peñas (colectivos festeros) o los escolares. “La respuesta del pueblo nos ha sorprendido, esto es un boom”, añade el teniente de alcalde.
Las visitas turísticas han aumentado. El imponente salto de agua conocido como Salto de la Novia constituye el principal reclamo de Navajas, “pero estamos notando cada vez más que quienes vienen a visitarlo luego se desplazan también a conocer el olmo y se animan a hacer la Ruta de los Huertos”, que transcurre por las 14 villas señoriales de principios del siglo XX que fueron destino vacacional para la clase aburguesada valenciana, sostiene el edil.
Seguir inculcando el respeto hacia el medio ambiente y canalizar los esfuerzos en el cuidado que requiere este centenario olmo han sido los motores para participar en el concurso. Los que alegan unos vecinos acostumbrados a arrimar el hombro para superar retos mucho más complejos, como una bancarrota municipal en toda regla.
En 2015 Navajas llegó a ser el segundo pueblo más endeudado de España. Luchar contra este abismo financiero y combatir la “degradación económica, social y cultural” de la localidad fue el objetivo que llevó al movimiento asambleario vecinal Alternativa por Navajas a presentarse a las elecciones, desbancando al Partido Popular tras cinco legislaturas consecutivas en el poder.
Patricia Plantado, maestra, lidera desde la primavera de 2015 el equipo de gobierno de Navajas, junto a los concejales Paco Rosalén —autónomo— y María Domínguez, economista. El recorte de gastos para huir de los números rojos se suplió con el ingenio y la implicación vecinal. Llegaron a crearse patrullas de limpieza o para ejecutar mejoras urbanas como el pintado de la fachada de la escuela. Las cuentas empezaron, poco a poco, a atisbar el equilibrio.
Y en todo este empeño vecinal por recobrar la calma sigue estando, como testigo de primera línea, el olmo. El mismo que focaliza ahora el principal cometido del pueblo. De vecinos de nacimiento y de sentimiento. El olmo que pone un pie en Europa y ansía, con ese podio en el horizonte, enterrar los malos sueños bajo sus raíces.
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