Pedro Sánchez llamará a la movilización total del PSOE para las elecciones
El aparato de Ferraz ya ha sido convocado para engrasar su maquinaria a partir del lunes con el partido en el Gobierno activado y en estado de agitación
El PSOE se encuentra desde hace unos días en estado de agitación. El presidente del Gobierno y líder de los socialistas quiere promover la máxima movilización para que su partido no solo gane las generales del próximo 28 de abril, por primera vez desde 2008, sino que sea capaz de formar una mayoría para gobernar. El desafío presenta grandes dificultades porque sus buenas perspectivas pueden resultar inútiles ante una eventual alianza de PP, Ciudadanos y Vox que supere a la izquierda. El aparato de Ferraz ya ha sido convocado para engrasar su maquinaria a partir del lunes. Lo hará con los barones, aliviados ya por la separación de las generales de las autonómicas, municipales y europeas del 26 de mayo. Su gran preocupación, que hubiera un superdomingo electoral, no se producirá.
Solo faltaba conocer que se celebrarían el 28 de abril, día que ha hecho público el presidente del Gobierno este viernes, pero la decisión de convocar elecciones era firme. "Esta es una buena fecha. Es importante hablar de España y no mezclar debates", ha explicado Sánchez tras la celebración de un Consejo de Ministros extraordinario. El presidente ha detallado las razones que le llevan a disolver las Cortes, que tienen como base el rechazo este jueves en el Congreso de los Presupuestos para 2019 y la ruptura en el bloque de grupos políticos que lo llevaron a La Moncloa por la pérdida del apoyo de los secesionistas.
Después del anuncio, gran parte del protagonismo pasará al PSOE. Llega la hora del partido, al que Sánchez requerirá la movilización total. Para ello el lunes reunirá a su ejecutiva. Un día después, el secretario de Organización, José Luis Ábalos, ha convocado a los responsables de Organización autonómicos, es decir, a los aparatos territoriales en los que recae el peso de tener la máquina de movilización y electoral activada. “Toda elección es importante y ésta sin duda mucho más. Apelamos a la movilización de toda la ciudadanía, no [solo] de la izquierda. Nos jugamos mucho en estas elecciones”, ha señalado el presidente del Gobierno en su comparecencia en La Moncloa. "Lo que decidan los españoles bien decidido estará", ha sentenciado. En el PSOE creen que pueden captar mucho votante de centro ante el escoramiento hacia la derecha, entienden en la dirección socialista, de Ciudadanos.
Insistencia de los barones en elecciones separadas
La dirección del PSOE, los barones y alcaldes coinciden en separar las generales de las autonómicas, municipales y europeas. "Tienen todo el derecho a que sus campañas sean en clave autonómica y municipal", sentencian en la dirección del partido. No obstante, algunos de los principales líderes territoriales mantenían este jueves la presión contra el superdomingo electoral. Javier Lambán, presidente de Aragón, dijo que no era deseable porque significaría "una desnaturalización" de regionales y locales. Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, advirtió de que "la contaminación de la política española acabe influyendo" en los territorios.
El Gobierno y el PSOE empezaron a contemplar el adelanto de las elecciones generales a abril a finales de la semana pasada. El escenario, inédito hasta ese momento, comenzó a tomar forma desde el momento en que ERC anunció que presentaría una enmienda a la totalidad de los Presupuestos. Toda una declaración de intenciones a la que días después se sumó el PDeCAT. Hasta esta semana los líderes territoriales confiaban en que, de no haber un superdomingo en mayo, las generales serían en otoño. Pero en ningún caso un mes antes del 26 de mayo, fecha de tres elecciones: municipales, autonómicas y europeas. El 28 de abril no solo pilló a contrapié a la oposición , sino también a la mayoría de federaciones del PSOE. Tras la sorpresa inicial, las organizaciones territoriales asumieron de buen grado la fecha que más se ha manejado en los últimos días.
El giro en la estrategia busca rentabilizar la “hipermovilización” en la que se encuentran las bases del partido, según diferentes responsables del Gobierno y de la dirección federal del PSOE. Del ánimo decaído en las elecciones andaluzas, en las que los socialistas perdieron 400.000 votos y 14 escaños respecto a 2015, se ha pasado a una fase en la que La Moncloa y Ferraz están seguros de que los suyos responderán a la llamada del partido. En el PSOE creen que hay motivos potentes para el compromiso activo de los militantes.
Tocar el ánimo
La fotografía del líder del PP, Pablo Casado, con el de Ciudadanos, Albert Rivera, y el de Vox, Santiago Abascal, en el estrado en la concentración del pasado domingo en defensa de la unidad de España será utilizada a fondo por los socialistas para intentar movilizar al votante de izquierdas. El rechazo a los Presupuestos este miércoles del PP y Ciudadanos, pero también de los partidos independentistas, servirá a Sánchez y a los suyos para difundir la idea de que no han cedido ante los últimos. Todo vale para tocar el ánimo de los militantes y dirigentes del PSOE, también los aspectos emocionales y simbólicos. Se pone como ejemplo el impacto que causó en los afiliados la profanación de la tumba del fundador del PSOE, Pablo Iglesias.
Para cierto alivio de los barones territoriales, la dirección del PSOE, es decir, Sánchez, estaba convencida de que las generales no debían celebrarse con las locales y territoriales. Aun así, algunos de los principales líderes regionales no han tenido la certeza hasta que este viernes han escuchado la fecha en voz del presidente. La certeza de que el PP y Ciudadanos no pararían de hablar de Cataluña espantaba a los dirigentes territoriales. “No quiero presentarme a las elecciones con Torra”, señalaba un presidente regional para que se entendiera su rechazo al superdomingo. La preferencia del PP y de Ciudadanos de hacerlas juntas, o, al menos, no rechazar esa posibilidad, ha reforzado a quienes dentro del PSOE renegaban de esa opción.
Posibles alianzas
Aun sin empezar la campaña, todos piensan en las posibles alianzas. Los líderes territoriales dan por seguro que con unas elecciones generales en abril no habrá tiempo para tener cerrados pactos de gobierno en Madrid cuando se celebren las suyas el 26 de mayo. Tanto los barones como el propio Sánchez —si gana las elecciones— necesitarán de pactos para seguir gobernando. Entre los líderes territoriales, la opción predilecta es Ciudadanos, en caso de que Podemos sufra un importante retroceso, como vaticinan algunos socialistas. El panorama para Sánchez es más complicado porque su relación con Rivera atraviesa su peor momento. Este jueves, Ciudadanos descartó pactar “con el sanchismo”, dejando abierta la puerta a que el PSOE prescinda de su secretario general, lo que es del todo imposible. Esa diferenciación entre el PSOE y Sánchez resulta óptima para los líderes territoriales que ven en Ciudadanos la única opción para retener gobiernos autónomos y municipales.
Quienes ya empezaron la campaña este jueves fueron los ministros, que recorrieron las cadenas de televisión y radio para lamentar que el PP, Ciudadanos y los independentistas hayan impedido que salgan adelante “los Presupuestos más sociales” de la historia española. Tras varios días de intriga, el presidente ha puesto fin este viernes a las especulaciones.
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