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PP y Cs exigen elecciones y los nacionalistas se ven ya en campaña

En el Gobierno y el PSOE se empieza a imponer el 28 de abril como la mejor fecha para adelantar las elecciones generales y evitar el superdomingo de mayo

Los diputados del PP aplauden a Pablo Casado tras su intervención. En vídeo, Pablo Casado asegura que los PGE están "heridos de muerte".Foto: atlas | Vídeo: ULY MARTÍN | atlas

Tras dar ya por descontada su derrota política este miércoles en las votaciones de las enmiendas a la totalidad de sus Presupuestos, en el Gobierno empieza a imponerse la fecha del 28 de abril como la mejor para adelantar las elecciones generales. La cita con las urnas es lo que exigieron en el debate el PP y Ciudadanos a Pedro Sánchez para dirimir el clima de crispación partidista que vive el país. Los nacionalistas ya se ven en campaña.

En el debate dentro del Gobierno y el PSOE sobre la oportunidad de adelantar la fecha de las elecciones generales gana adeptos el día 28 de abril —mejor que el 14 de ese mes, en plenas vacaciones de Semana Santa, domingo de ramos y aniversario simbólico de la proclamación de la II República—. El enigma lo resolverá, tras la votación y más que probable rechazo este miércoles de las enmiendas a la totalidad contra el proyecto de Presupuestos, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que es el que tiene esa competencia en exclusiva. Lo que sí evidenciaron los portavoces de los principales partidos en el debate fue que apenas piensan en otra cosa que en la inminente campaña. El tema presupuestario quedó velado.

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“Si ya se deciden a convocar elecciones, bienvenidas sean”, enfatizó Pablo Casado, el líder del PP, que luego calificó al Ejecutivo como “Gobierno zombi, que está muerto y no lo sabe”.

Casado llegó incluso a acusar al Ejecutivo socialista de usar ese dibujo de unos Presupuestos expansivos y de mucho gasto social “para financiar otra campaña electoral de Pedro Sánchez a costa del contribuyente”. Los equiparó así a los redactados en la etapa final del presidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero con el denostado Plan E en plena crisis económica. Y en su apostilla, después de repetir las innumerables descalificaciones que ha dedicado estos días al presidente, coronó con esta exigencia: “No alargue más la agonía, convoque elecciones cuanto antes, que los españoles ya se lo han pedido”.

“No se preocupe tanto de las elecciones, todo el día contando votos, dejen de contar votos y preocúpense de los problemas ciudadanos”, le replicó la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.

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En un primer momento pareció que Albert Rivera, líder de Ciudadanos, sí quería hablar más de las cuentas que de Cataluña o de la fecha electoral, pero fue un espejismo. Describió un panorama siniestro de los defectos, fallos y supuestas cesiones del Gobierno de Sánchez, aceptó que ese retrato podía resultar de su opinión frente a otras y derivó: “Eso se resuelve votando, convoque elecciones y si lo ha hecho tan bien puede sacar hasta mayoría absoluta, ¿quién sabe?”. Rivera exigió dirimir esas diferencias en las elecciones: “Las urnas no se pueden esconder, usted dijo en mayo [la moción de censura fue en junio] que iba a convocar cuanto antes y ha pasado casi un año. Esto es un fraude”. Por si quedaba cualquier margen para la conciliación, el aspirante naranja rubricó: “Usted no tiene lo que hay que tener para convocar elecciones, dignidad”. Y reconoció que su objetivo era “echar a Sánchez de La Moncloa, pero con votos”.

La ministra Montero achacó toda esa “crispación” y ánimo de “confrontación y enfrentamiento” de Rivera a su “ansiedad y ambición por llegar a La Moncloa y ser presidente”. Y concluyó: “Las elecciones van a llegar y la gente podrá votar a los que están por solucionar problemas y no por boicotear”.

ERC y PDeCAT

Los partidos nacionalistas catalanes intentaron evitar por la mañana, tras el discurso de la ministra, pronunciamientos públicos para dejar alguna rendija abierta a la negociación de última hora. Una negociación que luego no se produjo oficialmente, según confirmaron fuentes del Gobierno y de ERC y PDeCAT. El portavoz de ERC, Joan Tardá, solo se permitió un comentario de pasillo que sonó a ironía crítica: “Ya estamos en campaña”. Y en el debate le soltó a la ministra un lamento: “Cuando ahora lo teníamos en la mano, no han sido capaces de aguantar el chaparrón de la derecha. Con sinceridad y sin dobles lenguajes, es una oportunidad perdida”. Ferran Bell, del PDeCAT, aprovechó tanta alusión a “urnas y papeletas” para proclamar que a unas pocas manzanas, en el Tribunal Supremo, se estaba produciendo “el juicio de la vergüenza a nueve presos políticos”.

Podemos quiere dialogar hasta el final y evitar elecciones

Ana Marcos, Madrid

Unidos Podemos mantuvo su papel dialogante hasta última hora de ayer. “Siempre hablamos con todos”, dijo Irene Montero, portavoz en el Congreso. El partido lleva semanas de contactos dentro y fuera del Parlamento con ERC y PDeCAT, con la implicación de Pablo Iglesias, líder del partido. “Vamos a trabajar duro estas 24 horas para los Presupuestos”, aseguró Montero sin perder la esperanza. Podemos no habla de fechas de elecciones, pero tras los resultados andaluces, los problemas internos y la caída en las encuestas, un adelanto no sería ahora un buen escenario.

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