La fiscalía no se une a Vox contra la división en dos de la causa independentista

La Fiscalía del Tribunal Supremo ha descartado recurrir la decisión de dividir la causa del procés. El alto tribunal separó el proceso en dos: por una parte, los 12 acusados por rebelión, que se sentarán en el banquillo del Supremo previsiblemente a partir del martes 5 de febrero, y por la otra, los seis acusados del delito de desobediencia, que serán juzgados por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Tampoco se adherirá al recurso de súplica presentado por la acusación popular de Vox contra esta resolución. La acusación del partido de Santiago Abascal asegura que la causa es “inescindible” y que el tribunal se dejó llevar por un criterio de pura conveniencia “olvidando otros más de fondo”.

El tribunal cambió de criterio respecto a la instrucción llevada a cabo por el magistrado Pablo Llarena al confirmar su competencia sobre la rebelión —en su versión agravada con el delito de malversación— considerando que la desobediencia no puede integrarse en estos dos delitos. Por eso mandó esta segunda causa al Superior.

Llarena instruyó la causa, según ha quedado reflejado en sus autos de procesamiento y de conclusión, sobre el fundamento de que la actividad rebelde se basaba en dos pilares: el Govern y el Parlament. Integraba la desobediencia del Parlament dentro de la rebelión.

Cambio de criterio

Esta integración es la que defendió la fiscalía como argumento, por ejemplo, para incorporar al Supremo la instrucción de los cargos contra el mayor de los Mossos Josep Lluís Trapero y al diputado autonómico Josep Maria Jové.

Si el Supremo, que también defendió esta idea, abandonó su criterio anterior fue, según fuentes judiciales consultadas por EL PAÍS, porque en el debate interno sobre la competencia, los pasados 19 y 20 de diciembre, se expresaron puntos de vista divergentes. La idea que finalmente permitió la unanimidad —uno de los objetivos permanentes en las resoluciones sobre la causa del procés— fue la de ceder la desobediencia —excepto en el caso de Carme Forcadell, que es también acusada de rebelión— al Tribunal Superior al precio, incluso, de dar marcha atrás a la idea del instructor.

Aunque la fiscalía, según las fuentes consultadas, comparte el criterio de que no se debía romper la causa, ha decidido no lanzarse a un recurso de súplica ante el propio tribunal que carece de recorrido. Eso le lleva a descartar adherirse a la impugnación de Vox.