Pablo Iglesias: “El destino de España se juega en Andalucía”
El líder de Podemos participa por primera vez en la campaña defendiendo el acuerdo de Presupuestos
Teresa Rodríguez ha llegado a Sevilla tras una semana de campaña tranquila. Con pequeños mítines en casas de cultura en Huelva, encuentros con las mujeres gaditanas e intervenciones en las calles de Almería. Pero en la capital de Andalucía su estrategia cambia. Empieza la cuenta atrás para el 2 de diciembre y las encuestas les dan la segunda posición. La líder de Adelante Andalucía, la alianza entre Podemos e IU, ha reunido la mañana del sábado a más de 3.000 personas. A su lado, Antonio Maíllo, su compañero de fórmula, Pablo Iglesias y Alberto Garzón, los líderes nacionales. “Aquí se está jugando el destino de España”, ha sentenciado el responsable de Podemos.
Iglesias participa por primera vez en la campaña menos de 24 horas después de convocar primarias en su partido ante la posibilidad de unas elecciones generales adelantadas. Pero durante 15 minutos ha defendido con vehemencia el acuerdo de Presupuestos que pactó en septiembre con el presidente Pedro Sánchez: “Son la diferencia entre la dignidad y la humillación”.
Una a una ha repasado las que denomina “las medidas que arrancamos al Gobierno”. Lo ha hecho recordándoles a los andaluces que cada una de las iniciativas que “van a ser difíciles de aprobar” les afecta. Y en una apelación a la historia de esta comunidad (la misma que articula la campaña de Adelante Andalucía sustentada en el andalucismo), les ha invitado a levantarse como hicieron en 1977 y en 1980 cuando salieron a las calles a reclamar su autonomía.
“Hay algunos que siguen pensando que el factor decisivo es lo que hagan partidos de Cataluña y País Vasco, pues yo digo que el factor decisivo para que España cambie va a volver a ser Andalucía como hace 40 años”, ha defendido.
Rodríguez ha recogido el guante para arrancar una intervención sin salirse del guion. Ha reiterado cada uno de los mensajes de los últimos días: la garantía de que ni euro de la Junta se destinará a empresas que no cumplan con los convenios laborales; la necesidad de que se vuelva a invertir en sanidad y educación como antes de la crisis; la creación de una banca pública; y la lucha frontal contra “las multinacionales con sede en paraísos fiscales”. Tenía que repetirlos ante una audiencia mayor y la expectación de su primer gran mitin en una campaña medida al milímetro, de menos a más.
Hace tres años y medio, Teresa Rodríguez reunió en Dos Hermanas a más de 15.000 personas. La profesora que empezó como eurodiputada no derrotó al socialismo, pero entró en el Parlamento con 15 diputados, tercera fuerza política. Desde entonces se ha convertido en azote de la presidenta Susana Díaz. Ahora, se reclama como alternativa al susanismo: “Sé que querrían tenerme chillando, pero tengo la obligación de presentarme como su alternativa a la presidencia de la Junta de Andalucía”.
En su posición de presidenciable se empeña, también en Sevilla, en marcar una clara diferencia entre el susanismo y el socialismo en busca del 15% de votantes del PSOE que la coalición calcula que están desencantados con un Gobierno que pactó con Ciudadanos. “No les llega la camisa al cuello”, ha dicho mientras repasaba el currículo de Díaz, desde los 23 años con salario del PSOE. “¿En qué tipo de estabilidad piensa: en la de Andalucía o en la suya propia?”.
La defensa de la unidad
“Hace cuatro años competimos, hoy estamos unidos para cambiar Andalucía”, ha reclamado Garzón. En 2015, IU estuvo a punto de perder su grupo parlamentario en Andalucía. Los cinco escaños que consiguieron los aportan a una coalición que, consideran, es la única forma de terminar con 37 años del PSOE en la Junta.
Por eso en los mítines de campaña, como en el de Sevilla, hay banderas republicanas, del Sáhara, las andaluzas marcadas por el logo de la formación, pero no hay de IU o Podemos, solo alguna camiseta morada, para reforzar la idea de unidad.
Con este argumento quieren luchar también contra la resignación de las encuestas que dan la victoria con mayoría a Díaz. “Necesitamos militancia y optimismo. Que no se pierda ni un voto”, ha reclamado Maíllo. Como sus compañeros ha insistido en la necesidad de que los votantes extiendan el mensaje de Adelante Andalucía. Saben que ya no es 2015, que la movilización es menor y que solo conseguirán vencer a la resignación si la militancia termina de hacerles la campaña.
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