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El socialismo es biológico en Dos Hermanas

El municipio que habilitó la resurrección de Sánchez se reconcilia con el susanismo camino de la victoria

Parque ‘El lago de la vida’ en Dos Hermanas (Sevilla).Vídeo: Alejandro Ruesga | CARLOS MARTÍNEZ
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El municipio sevillano de Dos Hermanas aloja 144.000 habitantes y 321 afiliados al Partido Socialista, aunque las distancias evidentes entre vecinos y activistas no contradicen la lealtad general al PSOE. De hecho, su carismático alcalde, Francisco Toscano, permanece en el cargo desde 1983. Y sostiene que entre Andalucía y el PSOE no existe tanto una mímesis política como una identificación biológica. “Como animales que somos los humanos”, explica Toscano en la sede municipal, “tenemos una memoria biológica. Sabemos lo que había antes de la llegada del PSOE, que era el clasicismo, el señoritismo, sabemos lo que ha prosperado Andalucía con el PSOE, y, en definitiva, no hay confianza en ninguna alternativa verosímil al PSOE”.

Sorprenda o no, Toscano se resiste a ocupar físicamente el sillón del alcalde porque lo considera un puesto provisional... No tiene ordenador. Y destaca en su escritorio una imagen de Felipe González cuya dedicatoria se ha desteñido con el tiempo. No hay ninguna fotografía de Pedro Sánchez, pero bien podría ocupar el altar mayor del despacho: fue en Dos Hermanas donde el actual presidente del Gobierno anunció su candidatura a la secretaría general, exactamente el 28 de enero de 2017. Parecía una temeridad, un desafío al sistema y una provocación al susanismo, pero Toscano habilitó para la ocasión la expectativa de un escenario multitudinario. Y observó entonces “que las cosas iban a cambiar, porque Sánchez aglutinaba la ilusión de la militancia frente al inmovilismo, la regeneración frente al acomodamiento”.

Sanchismo y susanismo se han reconciliado formalmente en la coyuntura del 2D. No hay actos previstos de Susana Díaz en Dos Hermanas ni apenas presencia de Sánchez en la campaña, pero la conveniencia común de una victoria y la conquista del poder en La Moncloa redundan en una tregua catártica: “Igual que los votantes antes castigaban la división, ahora van a premiar la suma de una marca fuerte en España, el PSOE, con una candidatura sólida”, sostiene Toscano.

El municipio donde gobierna desde hace 35 años —tres menos de cuantos lleva gobernando el PSOE en la Junta— llama la atención por la proliferación de grúas y por la pedagogía urbanística de la Transición. Santiago Carrillo tiene un bulevar con su nombre y Manuel Fraga identifica una avenida del ensanche municipal. La estatua de Juan Carlos I reina en la plaza de la Constitución. Y el homenaje a la Guardia Civil adquiere forma de monumento en la entrada de Dos Hermanas.

LAS DIFERENCIAS ENTRE LAS PROVINCIAS ANDALUZAS

Fuente: INE

Es un municipio en expansión con menos desempleo del promedio autonómico —16% frente al 23%— y con una afinidad al socialismo que perdió envergadura en 2015, pero no tanta como para que Podemos (21,85%), el PP (17,78%) y Ciudadanos (11,73%) inquietaran el liderazgo del PSOE (34,45%). Tres años y medio después de aquellos comicios, las amenazas a la “biología” de la victoria socialista las resumen Ahora Andalucía y el partido de Rivera. Y las expresan José (69 años), jubilado, y Jesús (23), agente inmobiliario, en la tertulia del bar La Penúltima.

“El PSOE ha hecho mucho por Andalucía, pero hace falta un giro a la izquierda. La Unión Europea tiene intervenida nuestra economía. Y es una economía liberal. No hay diferencias entre PSOE y PP al respecto. Hay que hacer una política más social, más solidaria con los trabajadores y con los pensionistas. Urge corregir la desigualdad, subir los impuestos a las rentas altas”, explica de forma vehemente José, apelando incluso a su militancia en CC OO.

La perspectiva de Jesús participa de la idea de un cambio, pero no precisamente hacia la derecha. “El asistencialismo del PSOE tanto ha creado un sistema clientelar como ha dejado sin estímulos a muchos andaluces. Hay mucho desempleo entre las personas de mi generación, pero los jóvenes esperan al mismo tiempo que se lo den todo hecho: una ayuda, un subsidio. Esta clase de política desincentiva la actividad laboral, pero al mismo tiempo consolida un sistema. Por eso no me extraña que el PSOE vuelva a ganar. No será con mi voto”.

No se percibe ambiente electoral en las calles de Dos Hermanas. Escasean los carteles y banderolas con el rostro sonriente de los candidatos. Y ningún partido político se atrevería a organizar un mitin en el velódromo. González, Zapatero y Chaves reunieron 30.000 personas en 2004. Y Arenas obtuvo cifras parecidas cuando el candidato del PP quiso desafiar el fortín socialista en 2009, recurriendo a la movilización de militantes y autobuses.

Más asequible se antoja el espacio del Lago de la vida en la periferia del municipio sevillano. Allí, un graderío a cielo abierto entre fuentes y olivos, se produjo la reconquista de Sánchez cuando parecía desahuciado. Fue Toscano el promotor en la sombra. Y no es extraño que el alcalde de Dos Hermanas estuviera junto a los padres del líder socialista el día de su investidura presidencial en la tribuna del Congreso. Se había verificado el milagro de la resurrección.

“Cuando el socialismo gobierna en Moncloa, la candidatura de la Junta de Andalucía sube entre tres o cuatro puntos”, explica Toscano. “Se han cambiado las inercias. A Susana Díaz le conviene que gobierne Sánchez. A Sánchez le conviene empezar su época con una gran victoria en Andalucía”.

El activismo de Jehová

El municipio de Dos Hermanas vale como cualquier otro para estudiar la transformación de las campañas electorales. Ni se pegan carteles ni hay mítines multitudinarios. El ajetreo político se traslada a las redes sociales. De hecho, la única actividad de proselitismo en las calles son los Testigos de Jehová. Sus fieles se instalan en los enclaves estratégicos y reparten folletos como si estuvieran haciendo campaña, no tanto pensando en el 2 de diciembre —ni en el 25— como en la vida eterna

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