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Sánchez insinúa que solo puede haber delito de rebelión con militares o civiles armados

La reflexión fue muy significativa en un momento en el que toda la política española está pendiente de lo que suceda el inminente juicio del 'procés'

El presidente del gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en el pleno del Congreso. Ricardo Rubio - Europa Press
Carlos E. Cué
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Estaba acabando el largo debate en el Congreso cuando Pedro Sánchez, en un momento más relajado que el de su choque con Pablo Casado, lanzó una reflexión en la que indirectamente tocaba un asunto central de la política y la justicia española: ¿Merece el calificativo de delito de rebelión lo que sucedió en Cataluña el año pasado? Sobre esa pregunta hay mucha discusión jurídica, e incluso ponentes de esa reforma como Diego López Garrido, nada sospechoso de independentismo, o juristas de largo recorrido, como Pascual Sala, insisten en que no se sostiene la rebelión.

Sánchez hasta ahora ha evitado definirse con el argumento de que el presidente del Gobierno debe respetar la independencia del poder judicial. Pero en el debate hizo una reflexión muy clara. Contestaba a Aitor Esteban, del PNV, que había pedido airado al PP que dejara de hablar de golpe de Estado y de rebelión porque "lo que sucedió en Cataluña fue todo por vías pacíficas". Sánchez, como se aprecia en el vídeo, recurrió a la hemeroteca. "Fíjese, señor Esteban, me lo recordaba la vicepresidenta ahora. En 1994 el señor Trillo hizo una enmienda en la que decía que el delito de rebelión es inherente a un golpe de Estado que se tiene que dar por militares o por civiles armados a la orden de militares. Hay proyectos políticos que evolucionan y otros que involucionan. El señor Casado hasta incluso pasa por la derecha a alguien como el señor Trillo".

Sánchez no decía así abiertamente que él crea que solo puede haber delito de rebelión si hay armas, como señalan muchos juristas, pero lo insinuaba. A casi nadie le pasó desapercibido este apunte, en especial a los nacionalistas, que esperan del presidente gestos políticos. Sánchez ha insistido varias veces en que su Gobierno no instará a la fiscalía a dejar atrás la acusación de rebelión y todo indica que cumplirá su palabra durante el juicio del procés. Pero la reflexión que lanzó vinculando rebelión con "civiles armados a la orden de militares" fue muy significativa en un momento en el que toda la política española está pendiente de lo que suceda en ese juicio del procés que ya es inminente.

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