Irene Lozano, profecía cumplida
Sánchez recupera a la exdiputada de UPyD y del PSOE para la Secretaría de Estado de La España Global, que sustituye a la Marca España
Desde este jueves hay un nuevo cargo en el organigrama gubernamental: secretaría de Estado de La España Global. Este rótulo sustituye a Marca España que presidió el empresario Carlos Espinosa de los Monteros que será sustituido por Irene Lozano, periodista, escritora, diputada primero de UPyD y del PSOE hasta 2015. Entonces fue llamada por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, lo que provocó una fuerte controversia en su partido. En vísperas de las elecciones de 2016 Lozano tiró la toalla. Con la renunciaba a formar parte de las candidaturas auguró que su mentor sería presidente del Gobierno. Así ha ocurrido y ha vuelto a llamarla.
No previó nunca Sánchez que la inclusión de Lozano como independiente en las elecciones de 2015 como número cuatro por Madrid ocasionara una crisis de considerable hondura. Muchos socialistas tenían muy presentes las descalificaciones de la otrora diputada de UPyD. No era amable con el PP, pero a cada invectiva contra el partido de Mariano Rajoy solía acompañarse de una dosis de recuerdo de políticas socialistas. “Irene Lozano debe pedir perdón a los militantes socialistas”. Esta petición del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, puso voz al malestar de muchos socialistas. Con el gobernante extremeño la situación se suavizó e incluso hubo una relación personal afectuosa pero el resquemor con Lozano se mantuvo latente en la familia socialista.
Nunca le reprocharon sus cualidades y su sólida formación. Esta madrileña, licenciada en Lingüística por la Universidad Complutense de Madrid y diplomada en Filosofía por el Birbeck’s College de Londres, acumula numerosas obras de ensayo político y filosófico. Tampoco la concienzuda preparación de los temas que abordaba en las comisiones parlamentarias en las que participaba, tanto de Política Exterior como en materias científicas. Pero los socialistas no olvidaban la dureza de los ataques al PSOE. Tampoco ayudó que su alejamiento de UPyD se produjo tras perder las elecciones primarias para liderar ese partido, después del paso atrás de la fundadora y líder de ese partido, Rosa Díez.
Pasados unos meses, Lozano entendió que su acoplamiento no llegaba. El líder socialista la incorporó al comité de expertos que elaboró el programa electoral. No todo fue un calvario ya que en los actos públicos muchos militantes socialistas le mostraron apoyo y simpatía. Pero ese no era su día a día. En su despedida agradeció “el cariño recibido de los militantes” y el bagaje que le proporcionó su estancia en el PSOE, además de elogiar a Sánchez por estar comprometido con una visión progresista y solidaria de la política y la sociedad. Un adiós elegante que para el PSOE no fue una sorpresa. Lozano tenía razón: no era de los suyos. Vuelve llamada por el presidente para un cargo ajeno a la militancia partidista.
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