En busca de una nueva especie de dinosaurio en Morella
Los investigadores analizan restos fósiles de varios ejemplares de la familia de los espinosaurios hallados en una cantera de la localidad castellonense
Derribó el mito del Tyrannosaurus rex en Parque Jurásico. El considerado como el dinosaurio más temible fue vencido por el Spinosaurus, un animal adaptado tanto al medio acuático como al terrestre, y caracterizado por las grandes espinas dorsales que incrementaban todavía más su ya imponente aspecto.
La cantera del Mas de la Parreta de Morella, en la comarca castellonense de Els Ports, ha sacado a la luz restos fósiles de varios ejemplares de dinosaurio de entre nueve y once metros de largo —de la cabeza a la cola— que habitaron la zona en el Cretácico Inferior, hace 126 millones de años. Ejemplares que estarían emparentados con el grupo de los espinosaurios descubiertos en Egipto a principios del siglo XX.
“No tenemos claro todavía si se asocian a los también superdepredadores Baryonyx o Suchomimus —hallados en Reino Unido y norte de África, respectivamente, en la década de los 90— o se trata de una especie nueva”, explica a EL PAÍS el paleontólogo José Miguel Gasulla. Este investigador forma parte del Grupo de Biología Evolutiva de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) que ha sacado a la luz la veintena de yacimientos con más de 5.000 restos fósiles que salpican La Parreta.
De momento, y a la espera de seguir recabando datos, la revista científica Cretaceous Research ha echado el ojo al hallazgo y se ha hecho eco de su relevancia publicando en su versión digital un trabajo de investigación sobre este descubrimiento. Fruto, incide Gasulla, de “años de trabajo de campo concienzudo” en esta cantera de arcilla por parte de este grupo de paleontólogos “y que revela que los yacimientos de la comarca de Els Ports son de los más importantes de la Península Ibérica”.
El artículo, que firman también junto a los investigadores de sendas instituciones los del Instituto Dom Luiz de la Universidad de Lisboa, versa sobre dinosaurios terópodos del grupo de los espinosaurios, entre los que destacan tres superdepredadores: el Spinosaurus, el Baryonyx y el Suchomimus.
Los restos descritos en el trabajo se han interpretado como formas estrechamente relacionadas con este grupo. No obstante, se ha identificado una combinación de características morfológicas “significativamente diferentes” de éstos, lo que puede significar una forma diferente de la diversidad de este grupo, tanto en la península como en el resto del área geográfica próxima.
De los trabajos de campo emerge una colección de dientes “bastante importante, de al menos medio centenar de piezas, localizadas además de manera dispersa en 10 yacimientos distintos de los 19 que acoge la misma cantera”, y que la convierten “probablemente en la más abundante de la península”. También una vértebra completa del cuello, un fémur “de un metro de longitud, lo que da una idea de la dimensión del animal”, la cabeza de otro fémur y una tibia casi íntegra. Los restos fósiles corresponden a varios ejemplares. “El hallazgo revela que era un dinosaurio bastante común en esta época, dentro del grupo de los depredadores”.
Queda claro que eran animales carnívoros que incluían también el pescado en su dieta. “Se han encontrado escamas de peces asociadas a la parte estomacal del ejemplar localizado, por lo que pensamos que el pescado podía estar en su alimentación”, señala Gasulla. “Es una de las principales características, que se averigua también por su dentición y por las garras de sus extremidades anteriores, que le permitirían acercarse a zonas de agua —la comarca de Els Ports era un área pantanosa— y capturar con ellas los peces”.
No obstante, aunque el espinosaurio “parece tener estas mismas características, difiere de éstos —en alusión a los tres depredadores citado— por tener una vela en el dorso que ellos no tienen”, añade el paleontólogo. Precisamente las novedades que aporta el material emergido de las entrañas de la cantera —“los fémures son diferentes y también las vértebras”, recuerda Gasulla— son las que han llevado a la revista científica a admitir la investigación y hacerla pública. Otra distancia, junto a la morfológica, la marca la edad: Spisonaurus habitó en el Cretácico Superior, mucho después que sus tres antecesores.
La importancia del hallazgo plasmada en este trabajo científico radica también en que versa sobre uno de los grupos de dinosaurios carnívoros del que menos elementos se disponía en la comarca castellonense, y que podría aumentar en breve. Está previsto que en octubre se excaven nuevos yacimientos en una masía próxima a La Parreta “que podrían aportar nueva información del espinosaurio”. Del dinosaurio que hizo caer un mito. Que derribó al temido Tyrannosaurus rex.
150 años arrojando historia
Las arcillas rojas de Morella son una de las referencias más frecuentes en la historia de los vertebrados fósiles españoles. Precisamente este año se cumplen 150 años de la primera referencia sobre restos de dinosaurios de la localidad castellonense aparecidos en la cantera de La Parreta.
En agosto de 1868, Nicolás Ferrer y Julve descubría una serie de restos fósiles que, posteriormente, Juan Vilanova y Piera asignaría a dinosaurios, formando parte de la primera cita sobre estos animales en España.
Desde entonces, la actividad paleontológica ha sufrido algunos altibajos, pero en las dos últimas décadas las colecciones de fósiles se han multiplicado exponencialmente, debido en gran parte al control paleontológico que se lleva realizando en la extracción de arcillas de la Cantera del Mas de la Parreta, propiedad de la firma Vega del Moll, S.A. En ella se han localizado diecinueve yacimientos fosilíferos de los que se han extraído más de cinco mil restos fósiles de peces, tiburones, anfibios, tortugas, lagartos, plesiosaurios, cocodrilos, pterosaurios y dinosaurios carnívoros y herbívoros.
Gran parte de esta colección se encuentra en fase de estudio, con varios trabajos de investigación ya publicados, entre los que destacan las descripciones de tres nuevos vertebrados, dos tortugas Brodiechelys royoi y Eodortoka morellana y el dinosaurio Morelladon beltrani.
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