Morella: cantera de dinosaurios

Cuesta imaginar que la actual comarca montañosa de Els Ports, en el interior norte de la provincia de Castellón, fuera hace 125 millones de años una llanura próxima al mar, una zona deltaica sumergida periódicamente por las mareas, el fango y capas de arcilla roja. Pero los 56 minutos de conversación mantenida por EL PAÍS con el paleontólogo de Morella José Miguel Gasulla permiten recrear, aunque sea en una mínima parte, el ecosistema de la zona en pleno Cretácico Inferior (Mesozoico), donde los dinosaurios, con los ornitópodos a la cabeza y, entre ellos, el Iguanodon, eran la especie dominante en la fauna de esa etapa de la historia en este rincón del planeta.

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Gasulla habla con pasión del trabajo en el que ha invertido los últimos 16 años de su vida. Forma parte del grupo de paleontólogos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), que ha sacado a la luz 16 yacimientos con más de 5.000 restos fósiles en una de las localizaciones más destacadas de la comarca, la del Mas de la Parreta, ubicada en la cantera de arcillas Vega del Moll, y que afianzan “la riqueza paleontológica de la comarca de Els Ports y de Morella en particular”.

Son hallazgos que sitúan a esta parte de la provincia entre uno de los cuatro lugares de España “más importantes en localización de restos de la fauna del Cretácico Inferior, sobre todo de dinosaurios, junto a Teruel, Cuenca y Burgos. Así lo acreditan los 45 yacimientos paleontológicos y los más de 7.000 restos fósiles de vertebrados mesozoicos descubiertos en ellos en los últimos años.

Gasulla destaca entre los más relevantes el del Mas de la Parreta, pero a él se suman otros como el de Sant Antoni de la Vespa, en Morella, paralizado desde 2008, el Ana, en la vecina Cinctorres “agotado ya”, el de Portell y la última incorporación: el yacimiento del Mas de Romeu, también en la capital de Els Ports, encontrado en un talud de difícil acceso por un aficionado.

El 'Morelladon beltrani' es la nueva especie de dinosaurio localizada en Morella en 2015

Entre los hallazgos destacan varios hitos, como las dos especies nuevas de tortuga descritas en el registro fósil español, o el Morelladon beltrani, el nombre con el que fue bautizada la nueva especie de dinosaurio ornitópodo, de la familia de los famosos Iguanodon, localizada en Morella en diciembre de 2015. Un ejemplar de dos metros y medio de altura y seis de longitud que habitaba el sur de Europa hace 125 millones de años y cuya importancia radica en el hecho de ser el primer dinosaurio descrito en la provincia de Castellón y el segundo en la Comunidad Valenciana.

Además de pasión, en la voz de este paleontólogo se atisba satisfacción. La que avalan dos noticias hechas públicas esta misma semana y con pocas horas de diferencia. El pasado miércoles el Ayuntamiento de Morella anunciaba el hallazgo de un nuevo yacimiento en su término municipal, el del Mas de Romeu, donde se han localizado restos óseos (varias vértebras de la cola en posición anatómica, elementos de la cintura pélvica y el fémur) de un saurópodo del Cretácico Inferior, el grupo de dinosaurios más grandes que ha habitado la Tierra, que llegaron a medir alrededor de 20 metros, desde la cabeza a la cola.

Sus restos, explica Gasulla, se han protegido y no se extraerán hasta la próxima primavera. Un día después, la revista PlosOne, una de las publicaciones científicas de referencia internacional, por detrás de las impresas Nature o Science, incluía el hallazgo del Morelladon beltrani entre los diez descubrimientos de fauna paleontológica más importantes del año en el mundo.

Las vacas del Cretácico

Hasta la fecha, los restos de dinosaurio más abundantes localizados en la comarca son de ornitópodos -sobre todo Iguanodon y extraordinariamente el Morelladon beltrani y el Mantellisaurus-, herbívoros, como los saurópodos, que ocupan el segundo lugar. “Estos últimos se caracterizan por tener el cuello más largo que el ornitópodo, que era más bajito, pero más robusto y con una batería dental muy potente y cierta actitud de rumiante; serían las vacas del Cretácico”, explica entre risas Gasulla. La altura de los saurópodos les permitía alcanzar las zonas más inaccesibles de los árboles, por lo que no tenían competencia; prácticamente engullían las hojas, sin masticar; de hecho en sus estómagos se han localizado piedras que ayudaban a la digestión”, sostiene este experto.

Aunque en menor medida, los yacimientos de Els Ports también han arrojado restos de dinosaurios carnívoros, los terópodos, los encargados de la depredación, voraces y con cierta adaptación para la caza y la pesca.

“Hemos localizado dientes de un ejemplar del grupo de los espinosaurios, caracterizado por tener una espina enorme en el dorso. Es el dinosaurio que luchaba contra el Tyrannosaurus rex en una de las escenas de la película Parque Jurásico 3, ¿te acuerdas?”, apostilla Gasulla, en un feedback filmográfico.

A pesar de la importancia paleontológica de la comarca de Els Ports, y de los resultados obtenidos, las excavaciones no han contado hasta la fecha con financiación pública. Es lo que diferencia a Castellón de las otras provincias citadas antes. “En Teruel toda la financiación es de Dinópolis, que pertenece al Gobierno de Aragón, y tanto Cuenca como Burgos cuentan con fondos de sus respectivos gobiernos autonómicos”, dice Gasulla. En el caso de Morella, es la financiación privada la que ha sustentado las prospecciones.

La Generalitat autorizó almacenar los fósiles del Els Ports, antes diseminados, en la comarca de origen

“En la cantera de La Parreta es la empresa de arcillas Vega del Moll quien costea todo, de hecho yo soy paleontólogo en plantilla. Cuando hay un yacimiento importante, contacto con el equipo madrileño y es la firma la que asume el trabajo”, apunta. “No obstante, es cierto que las cosas están cambiando. Por ejemplo, el Ayuntamiento de Morella financiará el yacimiento de Mas de Romeu, y vemos que la administración autonómica de ahora es más sensible a estos temas”.

Sólo el 20% de los restos han sido catalogados

Una sensibilidad que esperan que se plasme en la puesta en marcha de un laboratorio que se ubicará en Morella y que tendrá como objetivo preparar, analizar y catalogar el material encontrado –sólo entre el 15% y el 20% de los restos hallados estos años ha superado esta fase- y almacenar los fósiles. “Esto es lo que quiere apoyar la Generalitat valenciana, y es lo más realista, ir despacio, crear primero esta infraestructura y luego dar otro paso con la constitución del museo”, señala Gasulla en alusión al Museo Dinomanía de Morella (Mudim), un macropoyecto con más de 20 millones de euros de presupuesto licitado en 2007 pero que nunca llegó a ejecutarse.

Anuncios que pertenecen a “unos años de locura” en los que a las grandes obras se unía la dispersión en la custodia de los fósiles. Todos los restos paleontológicos localizados en la comarca se depositaban en diferentes instituciones de la geografía valenciana poco relacionadas con la paleontología, como el Museu de la Valltorta de Tírig, de arte rupestre, o el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración (Ivacor), “que no es ni siquiera un museo”.

Este último “desajuste” en la estrategia de depósito del material paleontológico procedente de los yacimientos de Morella empezó a corregirse en el último trimestre de 2015, cuando la Generalitat autorizó almacenar los fósiles del Els Ports en la comarca de origen, “para que se quede en Morella el patrimonio que es de los morellanos”, destacó entonces el alcalde, el socialista Rhamsés Ripollés.

Con los restos “ya en casa” y con pasos “más lentos pero firmes” en la creación de infraestructuras para preservar y catalogar el patrimonio paleontológico morellano, el subsuelo de la comarca sigue arrojando fósiles de ese pasado lejano. De esos 125 millones de años atrás en los que la tierra de Els Ports estaba bañada por el mar.