Un usuario anónimo difunde en Instagram las caras, viajes y amantes de los narcos del Campo de Gibraltar

Caras, apodos, juergas en Ibiza, amantes, los más variopintos tríos amorosos y demás bajas pasiones. Un perfil anónimo en la red social Instagram ha puesto patas arriba durante horas la opaca, y lujosa, vida de los narcotraficantes del Campo de Gibraltar. Bajo el nombre de @cotilleolalinea, alguien no identificado se ha dedicado a desvelar los rostros y las andanzas de los narcos más conocidos de esta comarca de la provincia de Cádiz. Lo ha hecho movido por la venganza, sospecha la policía, y ha recibido todo tipo de amenazas, que ha ido divulgando en el mismo perfil hasta que, finalmente, ha sido eliminado. La difusión de las imágenes ha causado preocupación tanto en el entorno de los delincuentes afectados como en la policía. 

La cuenta comenzó su actividad en la noche del pasado miércoles y se ha mantenido activa hasta la madrugada de este viernes. La descripción de la misma, “Mujeres, hombres y viceversa”, como el programa de Tele 5, era toda una declaración de intenciones. En el corto lapso de tiempo que el perfil estuvo activo, publicó más de 20 fotografías y diversos stories o publicaciones temporales en las que iba aportando detalles de las idas y venidas de los principales capos del narcotráfico local, sus parejas y sus supuestas amantes.

Acompañaba cada uno de sus mensajes con insultos y difamaciones, mientras jaleaba a sus seguidores: “Si llegamos a 200 publico más”. Dicho y hecho, en poco tiempo rozó los 700 usuarios enganchados a esta suerte de narcocorazón en directo. “El patriarca y sus mujeres! Deja a su mujer e hijos en casa y se va con su amante la cual está embarazada aprovecha el embarazo y se va a celebrarlo con la tercera del combo a Ibiza [sic]”, publica como pie de una foto de un supuesto narco.

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El aludido es un viejo conocido de la policía, después de que el pasado mes de febrero participase en la liberación de Samuel Crespo del hospital de La Línea. Un mes después acabó detenido, junto a su hermano, cuando llevaba encima 200.000 euros en efectivo. Muchas de las fotografías publicadas muestran a los aludidos en fiestas y acompañados de chicas desnudas a las que el creador del perfil señala como prostitutas. Otras muestran imágenes de mujeres a las que identifica directamente como esposas o amantes de traficantes.

Durante la noche de este jueves la cuenta saltó de mensaje en mensaje y llegó incluso a la policía, según confirma una fuente del cuerpo. “Es en represalia por no pagar 30 trabajos de este año y ocho del año pasado. Debiendo dinero a la gente se han ido a Ibiza y se han gastado más de un millón de euros”, explicaba el mismo agente que prefiere mantenerse en el anonimato.

Vecinos del barrio de La Atunara —uno de los epicentros del hachís en la localidad—  también barajan la venganza como principal móvil para la creación de este perfil. “Por lo que sé, están abusando de los que trabajan para ellos”, explica un vecino de la zona. Incluso algunos de los mensajes que recibía el perfil —publicados como pantallazos por la misma cuenta— abundan en la misma idea. “Pon lo de rateros que no pagan. Se van a Ibiza con el dinero de sus gentes”, llega a denunciar un usuario en uno de estos envíos a @cotilleolalinea.

Conforme la cuenta se iba conociendo, comenzaron a llegar mensajes amenazantes que también iba divulgando. “Te tiene que entrar algo malo y morirte”, amenazaba un usuario, según otro pantallazo mostrado en un stories. La noche de este jueves, fuentes cercanas a algunos de los narcos difamados llegaron a mostrar su preocupación por las posibles consecuencias de la publicación, como las represalias de los aludidos contra el o la responsable del perfil.

Sin embargo, para cuando la polémica se ha colado en las conversaciones del café de este viernes en La Atunara, el perfil había desaparecido por completo de Instagram. Se desconoce si ha sido por iniciativa propia del creador o por decisión de la red social. Lo cierto es que el daño para unos, y el beneficio para otros, ya está hecho. “Seguro que los del grupo de investigación se han puesto las botas. Las redes sociales son una gran fuente de información”, reconoce el agente. Mientras tanto, en los bares de La Atunara no se habla de otra cosa. “Lo que solo conocían algunos, ya lo saben todos”, reconoce el mismo vecino.