Interior rechaza que los Mossos den escolta a Puigdemont
La Abogacía del Estado critica la pretensión de la Generalitat de dar protección a un prófugo
El Ministerio del Interior considera que la condición de prófugo de la justicia del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont es incompatible con disfrutar de una escolta a cargo de los Mossos d'Esquadra. Tras recabar un informe a la Abogacía del Estado, el departamento que dirige Fernando Grande-Marlaska rechaza la pretensión del actual Gobierno de la Generalitat de que el expresidente catalán, procesado por rebelión, disponga de escolta a cargo de la policía autonómica en su refugio de Waterloo (Bélgica).
Tras haberse resistido inicialmente, para no reconocer su destitución al frente del Govern en aplicación del artículo 155 de la Constitución, Puigdemont se acogió a finales de junio a la ley que regula los privilegios de los expresidentes de la Generalitat; entre ellos, una oficina con personal, coche oficial y seguridad. Previamente, la mayoría independentista del Parlament rechazó una propuesta del PP para privarle de estas prerrogativas.
En julio, el Ejecutivo de Quim Torra puso en marcha los trámites para atender estas demandas, según anunció su portavoz, Elsa Artadi. Entre otras gestiones, se dirigió al Ministerio del Interior para que autorizara el desplazamiento al extranjero de agentes armados de los Mossos d' Esquadra, con el objetivo de que sirvan como escolta a Puigdemont. Y también lo hizo al Ministerio de Exteriores para que tramite los permisos necesarios para que puedan operar en Bélgica como agentes de la autoridad.
Tras recabar un informe a la Abogacía del Estado, fuentes de Interior alegan que Puigdemont no puede disfrutar en el extranjero de una escolta oficial, ya que en la actualidad no ostenta ningún cargo público —ha quedado suspendido como diputado del Parlament tras su procesamiento por rebelión— y es un prófugo de la Justicia.
Aunque el magistrado del Supremo Pablo Llarena ha retirado la euroorden contra Puigdemont y este puede circular libremente por Europa, sigue vigente una orden de detención contra él. Un policía español que se encontrara con Puigdemont —independientemente de su adscripción a las Fuerzas de Seguridad del Estado o de una comunidad autónoma— estaría obligado a ponerlo a disposición del juez, en lugar de darle seguridad.
Desde que se fugó al extranjero, Puigdemont ha contado con la protección de varios mossos, pero lo han hecho a título personal en sus horas libres, no en misión oficial y cobrando del erario público, como pretende ahora el Govern Torra.
Fuentes de la Generalitat aseguran no haber recibido aún respuesta a sus peticiones para escoltar a Puigdemont, por lo que no han querido pronunciarse sobre el rechazo a las mismas.
Puigdemont regresó a finales de julio a Waterloo, tras cuatro meses retenido en Alemania.
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