Batet, una federalista convencida para la crisis catalana
La diputada del PSC será ministra de Administraciones Públicas en el Gobierno de Pedro Sánchez
La ministra de Administraciones Públicas, Meritxell Batet, (Barcelona, 1973) se convertirá en una pieza clave para afrontar la situación política catalana y en la interlocutora del Gobierno de Pedro Sánchez con la Generalitat. No será el único reto que deberá afrontar Batet, porque encima de la mesa encontrará también las reivindicaciones de mayor autogobierno de otras comunidades. Pero, seguramente, ninguna actuación suya será escrutada con tanto recelo como las propuestas que haga La Moncloa al Govern.
Profesora de Derecho Constitucional en la Universidad Pompeu Fabra, Batet es una federalista convencida y es autora de numerosos estudios sobre el desarrollo del Estado de las autonomías para avanzar en esa España plurinacional que defendía hace tiempo el líder socialista.
Divorciada de José María Lasalle, aún secretario de Estado de la Sociedad de la Información con el Gobierno del PP, a Batet le toca ahora gobernar una cartera arriesgada y, en ese delicado reto, contará con la complicidad y el buen hacer negociador de Miquel Iceta, el primer secretario del PSC que en las elecciones generales de 2016 la aupó como cabeza de cartel por Barcelona en detrimento de Carme Chacón.
Apenas seis meses antes, en las generales de 2015, Batet fue la número dos del PSOE por Madrid, detrás de Pedro Sánchez, aunque no le apoyara en las primarias de 2014 y optase por Eduardo Madina. Pese a ello, Batet participó muy estrechamente en que las negociaciones con Ciudadanos para intentar la investidura de Sánchez que quedó en nada por el veto de Podemos al candidato socialista.
Como todos los cuadros del PSC, se mantuvo leal al no es no y fue una de los 15 diputados socialistas que votó contra Mariano Rajoy. En mayo de 2017 volvieron a celebrarse primarias en el PSOE y Batet se puso de perfil, en contra del apoyo abrumador del PSC a Sánchez, y flirteó sin entusiasmo con la candidatura de Patxi López.
Sánchez la excluyó de su ejecutiva en la cuota PSC pero ahora la recupera para formar parte de un Gobierno de verdad, no de aquel en la sombra presentado en 2016 en el que ya se le asignó la cartera del “federalismo”. La ministra reúne, como pocas, los elementos necesarios: mujer joven, catalanista, fajada en el parlamentarismo y una gran conocedora de su cartera.
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