PP, PSOE y Ciudadanos se unen en el Congreso en la aplicación del 155

El Congreso de los Diputados debatió este martes por primera vez la aplicación del artículo de la Constitución para frenar el intento separatista de la Generalitat de Cataluña. Fue un mes después de la adopción de la medida y a instancias del PDeCAT a través de una interpelación urgente para su derogación y con la petición aparejada al Gobierno de abordar las reformas estructurales necesarias para garantizar la independencia judicial.

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Como era previsible, la moción, que será votada el jueves, solo recibió comprensión en el PNV, ERC y Unidos Podemos y causó una ácida reacción en el PP, el PSOE y Ciudadanos, lo que supone el cierre de la vía parlamentaria.

Xuclà planteó la revocación del precepto constitucional bajo el argumento de que “no es la solución” a la demanda política formulada por Cataluña, una “realidad” expresada mediante “la mayoría absoluta” de ciudadanos. Y defendió la democracia como respuesta a la excepcionalidad decidida por el Gobierno y frente a las medidas judiciales puestas en marcha.

El diputado del PDeCAT, que emplazó a respetar el resultado que arrojen las urnas el próximo 21 de diciembre, pidió el voto de la Cámara, y sobre todo de los “progresistas socialistas” para restablecer “el Govern legal”.

“En aras a la congruencia”, el PNV le brindó su apoyo a la moción. El diputado Mikel Legarda calificó el problema catalán como político y con “profundas raíces sociales”, urgiendo a su resolución no con encarcelamientos, judicializándolo ni con medidas de excepcionalidad.

Unidos Podemos exigió la retirada de las medidas que ha comportado el 155 y mostró al PDeCAT su coincidencia con sus postulados, su diagnosis respecto a “la falta de independencia del poder judicial” y “en la preocupación por la Fiscalía General del Estado”.

En su línea efervescente, el portavoz de ERC, Joan Tardà, realizó una exhibición de reproches tanto al Gobierno como al PSOE, al que criticó por su “complicidad” en la aplicación del 155, en “la intervención de Cataluña” y en “el encarcelamiento" del Govern. “Nunca pensamos que serían más fachas que ellos”, asestó.

La diputada socialista catalana Mercè Perea, sin embargo, consideró un elogio que Tardà la llamara “facha”. “A Serrat también se lo llamaron”, se resguardó. Perea calificó de despropósito la moción del PDeCAT, al que acusó de utilizarla para buscar un titular negativo del PSOE. “¿Gastan una interpelación para eso? Es indecente”.

También los portavoces del Ciudadanos y el PP, José Manuel Villegas y Alicia Sánchez Camacho, arremetieron contra la iniciativa. Villegas calificó al PDeCAT de golpista por haber “perpetrado un golpe contra la democracia”, acusación que provocó una intervención posterior de Xuclà exigiendo en vano la retirada de la expresión. el diputado de Ciudadanos hurgó en las consecuencias que ha comportado el embate independentista para Cataluña  con la fuga de empresas, la caida de la actividad empresarial y el incremento del desempleo.

"Despues de eso tendrían que venir aquí a pedir perdón a los catalanes y a todos lo españoles y no, vienen a intentar dar lecciones de constitucionalismo y a la democracia que se arrodille y derogue el 155", ha criticado. Villegas ha afirmado que "la democracia española no se arrodilla" porque "la defienden los jueces, las Cortes, los ciudadanos catalanes". También ha subrayado la contradicción de la iniciativa, que exige independencia judicial cuando la ley de transitoriedad impulsada por el Gobierno independentista preveía que "el presidente de la Republica nombre al presidente del Tribunal Supremo".

Sánchez Camacho también responsabilizó al PDeCAT de haber dado “el mayor golpe a la democracia” y de haber “pisoteado los derechos de los catalanes”. “Han venido a hacer campaña electoral, a decirnos que el 155 era un abuso y está siendo una garantía contra el abuso que ustedes pretendían”, ha zanjado.

Cambio de nombre y sexo

En el pleno, antes del debate sobre el 155, los grupos del Congreso de los Diputados, salvo el PP, se han mostrado a favor de modificar la ley de rectificación registral para que los menores transexuales puedan cambiar su nombre y su sexo y eliminar el requisito de presentar informes médicos a tal efecto. La iniciativa del PSOE quería modificar su propia ley de 2007 para introducir tres cambios sustanciales en la legislación.

El primero, que los menores transexuales puedan cambiar su nombre y su sexo en el Registro Civil a partir de los 16 años. El segundo, acabar con el requisito de presentar informes médicos o psicológicos para demostrar la identidad sexual, bastando con la determinación personal. Y por último, que los residentes transexuales extranjeros puedan modificar su nombre y sexo en la tarjeta de residencia como en el permiso de trabajo.

Por otra parte, Unidos Podemos ha logrado el respaldo del PSOE, ERC, PDeCAT y Foro Asturias para tramitar una proposición de ley destinada a restringir el encadenamiento de contratos de prácticas y obligar a las empresas a contratar a sus becarios una vez acaben sus estudios universitarios. Estas iniciativas serán votadas este jueves.