Sánchez y Cuixart, con reclusos novatos y poco conflictivos, por seguridad

La noche del lunes fue movida en la prisión madrileña de Soto del Real, donde se encuentran presos célebres como el expresidente madrileño Ignacio González, el empresario Jordi Pujol Ferrusola, el antiguo dirigente del FC Barcelona Sandro Rosell y el que fuera presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán. A esas horas llegó un número de nuevos internos poco habitual: 11. Entre ellos, los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, cuyo encarcelamiento había sido ordenado horas antes por la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.

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Con la incorporación de tantos presos se llenaron todas las celdas que quedaban vacías del módulo de ingresos —la zona del recinto penitenciario donde pasan las primeras horas o días los reclusos recién llegados—, por lo que Sànchez y Cuixart fueron acomodados juntos en la misma. A su llegada, pasada la medianoche, los funcionarios ofrecieron a ambos un bocadillo y una pieza de fruta, por si no les habían dado de cenar en la Audiencia Nacional. También les entregaron útiles de aseo, ropa de cama para sus primeras noches entre rejas y un folleto de 36 páginas editado por Instituciones Penitenciarias en el que se explica el reglamento y los horarios que rigen el día a día de la cárcel. El médico también les practicó una primera exploración.

Ayer, tanto ellos como los otros nueve internos nuevos, recibieron la visita del trabajador social y del psicólogo del centro penitenciario para evaluar su estado y destinarlos a un módulo de vida ordinaria. Tras ese estudio, la dirección de la cárcel de Soto del Real decidió que los presidentes de la ANC y Òmnium fueran recluidos en dos módulos poco conflictivos, los número 1 y 4, según confirmaron a EL PAÍS en el Ministerio del Interior.

Fuentes penitenciarias reconocen que en la decisión ha pesado la preocupación existente por la integridad física de los dos dirigentes independentistas catalanes. “Con ellos y con cualquier preso, una de las prioridades es evitar una agresión por parte de otros reclusos”, señalan estas mismas fuentes. Las posibilidades para ello eran varias, desde recluirlos en la enfermería de la prisión hasta enviarlos al llamado módulo de respeto, donde solo hay presos que cumplen a rajatabla unas estrictas pautas de conducta.

Finalmente, uno de los dirigentes secesionistas —las fuentes consultadas han declinado especificar cuál— irá al módulo 1, en el que hay presos primarios (que es la primera vez que entran en la cárcel) o mayores de 45 años. El segundo irá al número 4, en el que permanecen reos clasificados en segundo grado penitenciario y que han cometido todo tipo de delitos. No obstante, es una zona calificada como “estable” ya que no registra incidentes. Este es el módulo en el que estuvo recluido Luis Bárcenas.

Con esta decisión, Interior evita que tanto Sànchez como Cuixart coincidan con alguno de los otros reclusos célebres de Soto del Real. Jordi Pujol Ferrusola está en el módulo 8, mientras Ignacio González, Rosell y Díaz Ferrán ocupan celdas en el número 10, junto a internos que realizan estudios universitarios a distancia mientras cumplen condena.

Lo que de momento queda descartado es que cambien de prisión. Ni a una cercana Cataluña, donde ambos tienen su domicilio, ni a otra dentro de la Comunidad de Madrid. Fuentes del departamento de Juan Ignacio Zoido descartaban ambos extremos este martes. La magistrada Carmen Lamela -siguiendo la costumbre extendida de tener a los presos preventivos en cárceles cercanas al órgano judicial donde se instruye la causa contra ellos- tampoco ha planteado hasta ahora esta posibilidad.