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Rajoy: “¿Se puede dialogar en una situación como esta? Sin duda”

El Gobierno da de plazo a la Generalitat hasta el lunes 16 de octubre para que aclare si ha declarado la independencia de Cataluña

Rajoy durante su discurso este miércoles.Vídeo: JULIÁN ROJAS / REUTERS-QUALITY
Miquel Alberola

Tras anunciar que el Gobierno ha dado los primeros pasos de activación del artículo 155 de la Constitución para intervenir Cataluña, el presidente Mariano Rajoy ha comparecido este miércoles por la tarde en el Congreso de los Diputados, un compromiso que adquirió en la noche de la convulsa jornada del 1 de octubre. Rajoy ha señalado la gravedad de la situación tras la intensificación del desafío independentista y, con todo, ha entreabierto una puerta para el diálogo. “¿Se puede dialogar en una situación como esta? Sin duda.”, ha señalado. Pero desde la Constitución y la ley, ha insistido. El Gobierno ha marcado dos plazos a la Generalitat: cinco días (hasta el lunes 16, a las 10.00), para que confirme si ha declarado la independencia y un segundo plazo, hasta el jueves 19, también a las 10.00, para que si la respuesta es positiva, rectifique y evite su aplicación.

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Con traje azul y una expresión a tono con la dificultad del momento, el presidente ha informado del requerimiento hecho al presidente catalán después de que el martes compareciera en el Parlament para que confirme si declaró la independencia, más allá de “la deliberada confusión creada sobre su entrada en vigor”. La respuesta de Puigdemont, indicó, marcará el futuro de los acontecimientos en los próximos días, ya que dará paso a la intervención que propicia esta medida reguladora constitucional o abrirá un nuevo momento para salir de la congestión.

El presidente se ha declarado un “firme partidario del diálogo como forma de resolución de conflictos”, pero ha advertido que no se puede aceptar “la imposición unilateral de puntos de vista que se saben imposibles de aceptar por una de las partes”, aunque tengan “la apariencia de un diálogo equívoco”. También ha descartado que se pueda establecer un diálogo para llegar a acuerdos “sobre lo que está expresamente prohibido en el artículo 2 de la Constitución”: la titularidad de la soberanía y la indivisibilidad de España, algo que corresponde al conjunto de los españoles.

Rajoy ha lanzado ese aviso a los “numerosos mediadores que durante estos días se han ofrecido”, a los que ha agradecido “su preocupación e interés”, pero, ha subrayado, “no hay mediación posible entre la ley democrática, la desobediencia o la ilegalidad”. El presidente ha referido que este no es un debate sobre diferencias interpretativas acerca de la Constitución o el Estatut y que la mediación no puede pretender que se dé “carta de naturaleza a la actuación desleal del Gobierno catalán”.

Fricción entre Rajoy y Rivera

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se felicitó de que el Gobierno haya "recapacitado" y haya activado el artículo 155, como insistentemente ha exigido, para detener el desafío independentista. Rivera, acto seguido y con dureza pidió a Mariano Rajoy que pusiera fecha a las elecciones autonómicas en Cataluña para desalojar a Carles Puigdemont de la Generalitat y que fuera consciente de la magnitud del problema, puesto que la crisis en Cataluña no se resolverá con un “burofax”.

Rajoy le reprochó que no entendía al menos una parte de su intervención en la que se desentendía del resultado de una medida que ha apoyado y de la respuesta que pueda dar Puigdemont. “A veces no le entiendo señor Rivera porque he compartido mis decisiones con usted y su comportamiento no es igual”, le espetó. También advirtió a Rivera que a él, en contra de lo que él diga, sí le importa lo que vaya a contestar Puigdemont “después de la que ha organizado”.

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El jefe del Gobierno ha fijado el diálogo en tangibles como los servicios públicos, la financiación o el perfeccionamiento del autogobierno. Y que no hay más límites en ese diálogo que la Constitución y las leyes. “Incluso se puede plantear la propia reforma de la Constitución”, que no es “una ley perpetua ni tiene pretensión de serlo”. “Todas y cada una de sus determinaciones, incluidos sus preceptos más esenciales, pueden ser modificadas. Y esa aspiración está reconocida y amparada por la propia norma”, ha añadido.

Pero, ha insistido, “el diálogo es lo opuesto a pretender avanzar por la vía de la ilegalidad, la amenaza o los hechos consumados”.

En su relato, el presidente ha situado los hechos que atenazan a Cataluña, España y Europa no en las diferencia políticas habituales en los países democráticos y sociedades civilizadas sino en la puesta en duda de principios como el imperio de la ley, el Estado de derecho y la ruptura deliberada de la concordia ciudadana. Es decir, los principios básicos de la democracia, la libertad, la legalidad y la pluralidad.

Esa “escalada de radicalidad, desobediencia y tumultos”, ha explicado Rajoy, responde a una estrategia calculada que tuvo su punto álgido los pasados días 6 y 7 de septiembre y desembocó en el 1 de octubre cuando la Generalitat pretendió llevar a cabo un referéndum ilegal. Pero Rajoy se remontó a la raíz del conflicto, que situó en 2012, cuando España estaba en riesgo de ser intervenida y afrontaba una crisis económica sin precedentes.

Cataluña, ha referido Rajoy, era la comunidad en que peores condiciones estaba con una deuda de más de 5.000 millones de euros. Entonces planteo un concierto económico, un sistema sin cabida en la Constitución y que no podía afrontar España por la situación. “La respuesta” del entonces presidente Artur Mas, “fue que nos atuviéramos a las consecuencias”, lo que derivó en la falsa disyuntiva “referéndum o referéndum”.

Rajoy ha defendido en la tribuna que “siempre” tuvo disposición al diálogo y lo ha sustentado en que en todo este tiempo ha mantenido “más entrevistas con los responsables de la Generalitat que con cualquier otra comunidad autónoma”. Pero ha deplorado que nunca hubo ganas de diálogo en la otra parte. De lo contrario, ha apuntado, no hubieran convocado las elecciones de 2012, que ha calificado de “simulacro de referéndum” y la de septiembre de 2015, “llamadas plebiscitarias”.

Cuanto a la respuesta del Estado al referéndum ilegal del pasado 1 de octubre, el presidente ha defendido que fue “ajustada a derecho, proporcionada e integral”, y que se desactivó la logística “gracias a la actuación conjunta de todas las instituciones”. Rajoy ha mantenido que el Estado ha actuado como lo habría hecho cualquier país democrático y ha aprovechado para dar las gracias a los que “han cumplido con su deber en la defensa del bien común”. Con todo, ha admitido lo que pasó en esa jornada “a nadie le puede gustar”, poniendo el foco negativo en a “farsa de las votaciones” y “las burdas manipulaciones” vertidas contra la Policía Nacional y la guardia Civil.

Al final de sus discurso, Rajoy ha citado palabras que el Rey pronunció en su mensaje a la nación el pasado 3 de octubre y ha llamado a "poner fin a este desgarro y hacerlos con serenidad, con prudencia y con el objetivo común de recuperar la convivencia".

PSOE y Ciudadanos

La portavoz del PSOE, Margaria Robles ha traido cal y arena a la comparecencia de Rajoy. Por una parte, ha reiterado el respaldo de su partido a la decisión del Gobierno a activar el artículo 155 para frenar la independencia, y por la otra ha pedido a Rajoy que haga "autocrítica" y reconozca que el PP "no ha entendido la realidad catalana muchas veces", como cuando presentó el recurso contra el Estatut.

También le ha reprochado que no compareciera en el Congreso al día siguiente del referéndum y lo haya hecho “un poco a remolque de las decisiones del Parlament". Robles ha reconocido el papel de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Cataluña a pesar de que recibió del Gobierno "instrucciones políticas ciertamente equivocadas"

Robles ha valorado el pacto alcanzado entre Rajoy y el líder socialista, Pedro Sánchez, para abrir en seis meses la reforma constitucional, una vez que se cierre la comisión de estudio para renovar el sistema territorial. En ese sentido ha invitado hoy a todos los partidos y a Carles Puigdemont, a acudir al Congreso para explicar su proyecto en la comisión parlamentaria que servirá de base para una futura reforma de la Constitución.

Por su parte, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, se ha felicitado de que el Gobierno haya "recapacitado" y haya activado el artículo 155, como insistentemente ha exigido, para detener el desafío independentista. El líder de Ciudadanos ha pedido que, una vez llevada a cabo la intervención, se ponga fecha a las elecciones autonómicas en Cataluña para que los catalanes voten y desalojen a       Puigdemont de la Generalitat. Desde la tribuna, y en su respuesta a la intervención de Rajoy, Rivera ha dicho que se alegra de que el Gobierno haya "recapacitado" y haya tomado la decisión de "defender la Constitución".

Asimismo, ha celebrado que el PP y el PSOE estén de acuerdo en la necesidad de reformar la Constitución les ha pedido coraje para cambiar "lo que no funciona" y no han querido reformar en más de 35 años.

Tras la intervención de los grupos, Rajoy ha incidido en que ahora es importante que Puidemont "acierte en la respuesta" y despeje si ha declarado o no la independencia y, luego, el diálogo. "Que se haga como ha propuesto el grupo socialista", ha dicho en relación a la comisión territorial que próximamente funacionará en el Congreso. "Que empiece la comisión a dialogar ya", ha deseado.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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