La Moncloa minimiza el boicoteo de Aznar: “La charla no fue en mal plan”
Rajoy se niega a responder sobre el desplante del expresidente en vísperas del congreso del PP
El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, se negó explícitamente en Nueva York a responder y a comentar en público la decisión de José María Aznar de renunciar justo ahora a su puesto especial de presidente de honor del partido. Fuentes oficiales de La Moncloa precisaron más tarde que Rajoy no quería entrar en asuntos de política nacional o interna del PP porque estaba en una de sus jornadas de proyección más internacional, finalizando su mandato como presidente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y cuando había disfrutado durante toda la mañana en Nueva York de contactos y actos honoríficos con los cargos más relevantes de la ONU. Fuentes de La Moncloa señalaron, en cualquier caso, que la conversación entre Aznar y Rajoy, que habían mantenido unas horas antes, transcurrió con normalidad. "No fue en mal plan", señalaron portavoces oficiales de Rajoy.
José María Aznar llamó a Rajoy, que está en Nueva York desde el domingo pasado de madrugada, para ratificarle en esa charla lo que exponía en su carta de renuncia al cargo de presidente de honor del PP. Fuentes de La Moncloa indicaron que la conversación fue tranquila y que la salida de Aznar, aunque no estaba prevista, se puede considerar ahora "normal". Las mismas fuentes apuntaron que Aznar justificó su salida de la dirección honorífica del PP en que es ahora el único patrono de la FAES (la fundación que preside y que estaba hasta hace unas semanas ligada a los populares) que seguía perteneciendo de una manera muy poco ejecutiva a la dirección nacional del partido. En el nuevo patronato de la FAES hay varios exministros de la época de Aznar y excolaboradores suyos de su época en el Gobierno.
Lo que no pudieron disimular los colaboradores de Rajoy en La Moncloa era su cara de malestar ante el inoportuno momento elegido por Aznar para comunicar públicamente su salida de la cúpula del PP. La Moncloa y el equipo de Rajoy habían cuidado con esmero toda la presencia del líder popular en Nueva York y en la ONU para resaltar la imagen de estadista con repercusión internacional. Rajoy presidió el lunes una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU que aprobó una resolución contra la situación en Alepo y esta misma mañana otra sesión de debate sobre la trata de mujeres en conflictos bélicos. Rajoy aprovechó la jornada para imponer varias distinciones al secretario general de Naciones Unidas saliente, Ban Ki Moon, y a su equipo. Dirigió la sesión, moderó el debate y realizó varios discursos. En La Moncloa lamentaron expresamente que la nueva irrupción de Aznar en escena fuese a provocar que el papel de Rajoy en la ONU quedase relegado y postergado.
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