Condena generalizada al boicot a Felipe González en la Universidad Autónoma
Rajoy, Fernández Díaz y los estudiantes censuran el ataque a "la libertad de expresión"
El boicot a la conferencia que debían haber protagonizado el miércoles Felipe González y Juan Luis Cebrián en la Universidad Autónoma de Madrid ha provocado este jueves la condena generalizada de políticos, autoridades universitarias y estudiantes. El expresidente del Gobierno y el presidente del Grupo PRISA (editor de EL PAÍS) no pudieron participar en las Jornadas sociedad civil y cambio global porque unas 200 personas, muchas de ellas encapuchadas, rodearon la sala en la que se debía celebrar el acto con una actitud "violenta, que rozaba el fascismo", según la descripción de la decana de la facultad de Derecho, Yolanda Valdeolivas.
"Me parece muy mal que a estas alturas tengamos que estar reivindicando derechos fundamentales como el de poder hablar y la libertad de expresión", ha dicho Mariano Rajoy, presidente en funciones del Gobierno, en los pasillos del Congreso de los Diputados. "Me parece muy mal que haya gente que vaya contra eso. Mi solidaridad plena con todas aquellas personas, en este caso Felipe González, a quienes algunos no les dejan decir lo que estimen oportuno y conveniente".
Jorge Fernández-Díaz, ministro de Interior en funciones, también se ha expresado en la misma línea. "La universidad es el ágora de respeto a las ideas del diferente. Me parece detestable [el incidente]. Es un expresidente del gobierno que ha trabajado por el bien de España". Y ha añadido: "Solo puedo mostrar mi absoluto rechazo a lo ocurrido y toda la solidaridad con las dos personas que ayer sufrieron ese atentado a la libertad de expresión".
Los estudiantes de la facultad de Derecho, donde se produjeron los incidentes, han reaccionado este jueves con un manifiesto en el que defienden la "libertad de expresión". "Nos dirigimos en este manifiesto para coordinar y movilizar nuestra crítica y rechazo a los actos […] que han sucedido en la mañana del 19 de octubre", se lee en el texto, que ya han firmado más de 300 personas, según sus promotores. "Somos estudiantes, profesores y asociaciones de la facultad, respaldadas por el decanato de la misma, en contra de las formas con las que se han manifestado ciertas ideas en contra de la charla".
Las autoridades universitarias ya han expresado su condena y han abierto una investigación para intentar identificar a los cientos de personas que impidieron el desarrollo del acto al bloquear las entradas.
"Estábamos avisados y creíamos que suficientemente preparados. Habíamos puesto en marcha los protocolos de seguridad habitual", ha explicado la decana Valdeolivas. "Sabíamos que iban a ser objeto de alguna manifestación, pero desbordaron todas nuestras previsiones. No habíamos asistido a la presencia de encapuchados en nuestra universidad", ha subrayado. "Nunca previmos que se iban a expresar rozando actitudes fascistas, de intolerancia y totalitarismo, que me retrotraen a épocas pasadas que creía superadas", ha reconocido. "Me vi envuelta en actitudes francamente violentas. Las actitudes eran de violencia verbal e incluso física. Les rogué que en la misma medida que yo acudía con la cara destapada ellos también se quitaran las caretas. No accedieron. Entendí rápidamente que su ánimo no era de diálogo, sino de franca y abierta confrontación".
Tras ser canceladas ayer, las jornadas han continuado este jueves en la facultad de Derecho, con un diálogo sobre el desarrollo de las ciudades entre la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la periodista Pepa Bueno; y una mesa redonda sobre la financiación del estado de bienestar y la cooperación.
“Todo lo que sea violencia, fatal. Violencia, ninguna”, ha dicho Carmena. “Me preocupa muchísimo por qué uno se pone capucha, careta”, ha seguido. “Eso es cerrarse a la empatía, a la capacidad de mediación, a que el otro ni siquiera te pueda mirar. Me parece terrible”.
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