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El suegro de Granados sobre el millón de euros: “Entra tanta gente en mi dormitorio”

La Guardia Civil encontró un maletín con dinero en casa de los padres de la esposa del cerebro de la Púnica. Los ancianos dicen no tener ni idea de quién lo dejó allí

"En mi vida lo había visto". Juan Alarcón Domenech, suegro de Francisco Granados, el que fuera secretario general del PP de Madrid hasta 2011 y número dos de Esperanza Aguirre, aseguró ante el juez que investiga la trama Púnica que no sabía que tenía en un altillo de su casa de Valdemoro (Madrid) un maletín con cerca de un millón de euros. Ni sabía que estaba allí ni supo decirle al juez quién podría haberlo escondido en un armario de su dormitorio.

"En mi dormitorio entra tal cantidad de gente...", le dice al magistrado Eloy Velasco durante el interrogatorio del 21 de diciembre pasado, al que acude citado por su presunta colaboración en un delito de blanqueo de capitales. El suegro de Granados incluso le indica al juez que a esa habitación de su vivienda entraron "fontaneros" y trabajadores "de Ikea a poner un armario", según la grabación, incluida en el sumario, a la que ha tenido acceso EL PAÍS.

El magistrado insiste, pero no consigue sacarle nada más. Le pregunta por ejemplo si ese dinero no sería del matrimonio formado por su hija, Nieves Alarcón, y Francisco Granados, a lo que el jubilado contesta que no les cree capaces de ponerle en ese aprieto. "No creo que sean tan retorcidos como para ponerlo sabiéndolo yo. No pienso que ni mi yerno ni mi hija sean capaces de hacerme una faena", señala. Más adelante, cuando el juez vuelve sobre la cuestión, insiste: "No creo que tengan tan mal gusto de meternos en un lío". 

El juez del caso Púnica, Eloy Velasco, denegó a Granados la petición de libertad después de que en un registro en casa de sus suegros se hallara en un altillo un maletín con casi un millón de euros. El matrimonio declaró ante el juez pocos días después. Ambos declararon que no podían explicar de dónde salía ese maletín y dejaron claro que la primera vez que lo vieron fue cuando lo encontró la Guardia Civil. 

El suegro de Granados detalla que él ni siquiera puede subirse a una escalera para acceder al altillo porque no tiene bien la pierna y que allí solo guardaban "libros de mi señora". La madre de la esposa de Granados, Catalina Castellanos, aseguró también durante su declaración que no está en condiciones físicas de subir al altillo. "No puedo limpiar ni los cristales", señala al juez. Castellanos intenta en varias ocasiones contarle al juez sus problemas de salud y lo mal que lo ha pasado, pero Velasco va al grano: "¿Cómo pudo entrar el maletín en casa? Si los maletines no tienen patas." "¿Quién ha podido meter en casa un millón de euros en efectivo?", le insiste.

Jubilados sin ingresos

Durante la declaración, los suegros de Granados aseguran que la pensión apenas les llega a final de mes. "¿Usted cree que si yo supiera que estaba ese dinero hubiera pasado dos meses tan mal como los he pasado?", le responde Alarcón al juez cuando este insiste en saber cómo pudo tener un maletín en su habitación lleno de dinero sin saberlo. El suegro de Granados acaba diciendo que cualquiera pudo entrar allí, incluso Granados y su hija, como "un montón de gente" porque es la habitación que tiene baño. "Como está el cuarto de baño, todo el mundo tiene la manía de entrar ahí", relató.

Francisco Granados y su socio David Marjaliza son los únicos dos imputados del caso Púnica que permanecen en prisión desde que, en octubre de 2014, estalló esta trama de corrupción ligada al PP de Madrid. Pero mientras el juez ha concedido a Marjaliza la posibilidad de salir de la cárcel si reúne una fianza de 100.000 euros, Granados ha tenido que continuar en la prisión madrileña de Estremera que él mismo inauguró en su etapa de consejero de Justicia.

El chivatazo sobre el maletín con el millón de euros partió de una información anónima y muy detallada, según fuentes jurídicas. La fiscalía Anticorrupción pidió a Velasco entrar a la casa de los suegros de Granados, pero el magistrado puso pegas porque se trataba de un anónimo. Finalmente fue la Sala de lo Penal la que autorizó el registro. Entre otras cosas, porque no se estaba encontrando el dinero que la investigación atribuye a Granados en ningún otro lugar.

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