Diez barones territoriales de Podemos serán candidatos a las autonómicas
El partido confía en revolucionar el mapa político en la Comunidad de Madrid y Valencia
Podemos tiene desde este miércoles a sus 13 candidatos autonómicos para las elecciones de mayo, los ganadores de las primarias con los que buscará mejorar los resultados de los recientes comicios en Andalucía (en los que se situó como tercera fuerza, por detrás de PP y PSOE). Los perfiles de los aspirantes reflejan la mezcla de la que se compone la cúpula del partido: profesores, funcionarios y activistas sociales. Solo votó el 20% de los simpatizantes inscritos llamados a participar.
El partido de Pablo Iglesias concurrirá a esos comicios con 10 barones del aparato territorial, entre los que se encuentran tres representantes del llamado sector crítico con la dirección nacional: el exeurodiputado aragonés Pablo Echenique, la navarra Laura Lucía Pérez Ruano y el riojano Raúl Ausejo. A pesar de ello, en Aragón se presentó una lista “de consenso”, mientras que en La Rioja no existía un candidato alternativo. El aspirante en Asturias, Emilio León, pertenece a la candidatura impulsada por Daniel Ripa —número tres de la lista—, considerado uno de los cargos no alineados.
Aunque las distintas corrientes del partido afrontaron este proceso de primarias con mayor entendimiento que en las elecciones de los órganos internos del pasado febrero, la dirección nacional contará con al menos nueve candidatos fieles al criterio del secretario general. La cúpula apadrinó a dos aspirantes con perfil muy distinto en Madrid y en Valencia, territorios que Iglesias considera clave para demostrar la fortaleza de su formación en un tablero que, según las encuestas, resultará muy fragmentado.
También el Consejo Ciudadano de Podemos en la Comunidad de Madrid avaló una lista “de consenso”, encabezada por el ingeniero agrónomo José Manuel López, que ha trabajado en organizaciones del tercer sector como Cáritas, donde dirigió el departamento de Análisis Social y Desarrollo, o la Fundación Pluralismo y Convivencia, un observatorio público sobre libertad religiosa con el Gobierno de Zapatero. Esta elección refleja una apuesta por la marca, puesto que López carece de perfil público. En la Comunidad Valenciana, en cambio, el cartel Claro que Podemos apoyó la candidatura del secretario general autonómico, Antonio Montiel. Funcionario de la Generalitat, Montiel fue gerente del plan de rehabilitación del centro histórico de Valencia en los noventa, y está vinculado a la fundación CEPS, que ha trabajado para los Gobiernos de Venezuela, Bolivia y Ecuador.
También han logrado el apoyo de los simpatizantes los secretarios autonómicos de Baleares (Alberto Jarabo), Castilla-La Mancha (José García Molina), Castilla y León (Pablo Fernández), Extremadura (Álvaro Jaén) y Murcia (Óscar Urralburu). La administrativa Noemí Santana será la candidata de Podemos en Canarias.
La incidencia más llamativa del proceso de primarias se dio en Cantabria. El aparato del partido en esa comunidad, encabezado por su secretario general y ahora candidato, José Ramón Blanco (elegido con el 52% de los votos), expulsó del proceso de primarias a su principal competidor y líder de Podemos en Santander, Juanma Brun, y a otros tres miembros de esa candidatura. La comisión de garantías argumentó que este participó en el intento de creación de otra formación política. Brun, abogado, anunció una querella contra la dirección nacional de Podemos por esta decisión.
El partido confía en revolucionar el mapa político en Madrid y Valencia
La participación en las primarias, muy baja, no alcanzó los 50.000 simpatizantes residentes en las 13 comunidades en las que habrá elecciones en mayo, además de los del País Vasco —donde eligieron a los aspirantes de las Juntas Generales—. Estaban llamados a votar casi 240.000 inscritos, así que la abstención rondó el 80%.
“Entre los candidatos hay perfiles de reconocido prestigio profesional y académico, con amplia experiencia en las instituciones, la empresa y los movimientos sociales”, señaló anoche el partido. La elaboración de las listas, aseguró, se hizo “con gente que proviene de diferentes ámbitos de la sociedad civil, que representan la ilusión por el cambio político y la solvencia necesaria para abordar la gestión institucional”.
La prioridad de Podemos es ganar o lograr un lugar clave en la correlación de fuerzas antes de las generales del próximo otoño. Para preparar el terreno de esas elecciones —la verdadera meta estratégica de la formación— necesita revolucionar antes el mapa en las municipales y autonómicas y demostrar que puede gestionar una Administración. Intentará hacerlo con estos candidatos, que, con la excepción de Pablo Echenique, carecen de perfil público. Y con una prioridad: dar la batalla especialmente en Madrid y en la Comunidad Valenciana.
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