Mallorca se especializa en quemar residuos del continente

Tras las controvertidas experiencias de transporte de partidas de miles de toneladas de residuos de basuras tratadas hasta Mallorca -para su quema en la isla- desde Irlanda y Cataluña, se ha iniciado la tercera tanda importadora, ahora desde Italia. Pese al tiempo pre electoral y las campañas de oposición de ecologistas y la izquierda, el Consell de Mallorca, del PP, está decidido a rentabilizar, en invierno, la macro incineradora de basuras, que fue calibrada en la época expansiva la burbuja inmobiliaria y cuyo rendimiento pleno se limita al verano turístico.

El nuevo envío desde Italia es de 3.000 toneladas y se trata de desechos de basuras urbanas e industriales que la empresa concesionaria de la recogida e incineración de basuras, Tirme, y el Consell denominan, "combustible sólido recuperado" (CSR), según el código internacional convenido. “No es basura es combustible” adoctrinó la consejera de Medio Ambiente Catalina Soler. La izquierda y los proteccionistas aseguran que se genera mala imagen en una isla turística.

Los residuos de basura procesada se incineran y generan energía eléctrica

Los residuos se trasladan en grandes paquetes compactos, colocados grandes plataformas en la bodega de un buque que partió de Salerno. Las basuras se seleccionan entre las recogidas en Giuliano y Tuffino. Ahora se espera trasladar unas 24.000 toneladas desde Italia en ocho transportes marítimos. La primera operación desde Italia, dos años atrás, fracasó, entre otras cosas, porque se contactó con empresarios de residuos sometidos a investigación por supuestas actividades mafiosas.

Restos seleccionados en plantas de Sabadell y de Molins de Rei, desde enero de 2014, fueron enviados a Mallorca en 165 viajes, en las bodegas de los barcos de pasaje que cubren la ruta Barcelona-Palma, según la concesionaria Tirme. La segunda operación fue con residuos de Irlanda, embarcados en Belfast y descargados en el puerto de Alcúdia (Mallorca) con 10 viajes de barcos desde julio de 2014. Los vecinos de Alcúdia protestaron por los malos olores que se desprendía al paso de los camiones que descargaban los restos tratados.

Los residuos de basura procesada, combustible sólido recuperado, se incineran y generan energía eléctrica en Mallorca. La compañía Tirme, integrada por las grandes firmas constructoras y de servicios (Urbaser- Dragados-Acs, Iberdrola y FCC) está gestionada por la primera accionista Endesa a través de su rama Green-Power Enel. El Consell asegura que con la operación de importación de basura ayuda a mantener congelada las tarifas desde hace seis años. Los ingresos generados por la basura exterior fueron de 1,8 millones en 2014. Tirme gestiona por concesión durante 40 años esta explotación.

Catalina Soler, la política que se ha empeñado, en alianza con Tirme, en desarrollar esta operación de importación de basuras habló de “biocombustible”, que “no huele ni contamina”. “No es colonia” ha dicho últimamente. En este lenguaje adecuado a los promotores del negocio la planta incineradora genera “energía verde sostenible”. La justificación de la importación es que se trata de la “exportación de servicios ambientales de valorización energética de combustibles sólidos recuperados”.

En los dos últimos años, desde las Baleares se ha exportado a Italia, precisamente, biomasa, combustible vegetal triturado procedente de la limpieza de bosques. Estas partidas se usan, también, para alimentar plantas de cogeneración de energía.