Cataluña acusa a Wert de mentir sobre las peticiones en castellano
Educación dice que hay 322 y la Generalitat las reduce a cinco
Los números no cuadran. El Ministerio de Educación asegura que ha recibido 322 solicitudes de alumnos que quieren estudiar en castellano en Cataluña. Y la Generalitat, que solo le constan cinco. Educación aprobó en julio un decreto que blinda las clases en español y que le habilita para pagar el curso a los alumnos que vayan a centros privados si no son atendidos en uno público.
El asunto de las cifras ya saltó el viernes pasado cuando el ministerio que dirige José Ignacio Wert admitió que había denegado la ayuda a tres menores por no cumplir los requisitos —estaban matriculados en una escuela privada, pero en catalán—y se desdijo horas después. El viernes, las peticiones ascendían a 80, según un portavoz oficial.
En una semana, las solicitudes se han multiplicado por cuatro, a tenor de los nuevos datos. Educación justifica que la primera cifra correspondía a las peticiones que “habían llegado físicamente” a su registro. “A esas hay que añadir todas las que se hacen vía telemática”, hasta las 322 de las que ayer informaba el diario La Razón.
De ida y vuelta
El alumno que quiera estudiar en castellano debe pedirlo primero al Gobierno autonómico. Si hay una negativa, acudirá al ministerio para iniciar la tramitación. La ayuda para ir a un privado puede llegar a 6.000 euros anuales que el ministerio resta luego a la autonomía de sus transferencias.
El plazo de solicitudes está abierto todo el curso. El ministerio tiene seis meses para responder y durante el proceso, solicita un dictamen al Gobierno regional.
El número representa el 0,02% del total de alumnos de Cataluña (1,08 millones en obligatoria) y queda lejos del millar de alumnos que calculó el ministerio, pero la polémica suscitada es un indicativo de la sensibilidad política del asunto en año electoral.
“Cuando el ministerio envía, día sí y día no, cifras diferentes, hace pensar que el PP ha decidido entrar de forma clara en este tema y arrebatar a Ciudadanos su punto estrella del programa electoral durante años”, declaró la consejera catalana Irene Rigau tras criticar “la batalla numérica” del ministerio. Las cinco peticiones que confirma la Generalitat (dos de esta misma semana) son las que le ha remitido el ministerio.
En la práctica, antes de solicitar la ayuda, una familia tiene que recibir una negativa de un Gobierno autonómico respecto a la educación “en una proporción razonable” de lengua castellana, según el decreto ministerial, que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña cifró en un 25%. La Generalitat no facilitó ayer la cifra de esas peticiones iniciales.
La diputada del PP en Cataluña, María José García Cuevas, acusó a Rigau de “intoxicar” con los números y aseguró que muchas familias no cumplen con el procedimiento, obvian la solicitud a la Generalitat y recurren directamente al ministerio “por miedo a represalias”.
Ciudadanos reclamó que las solicitudes “se resuelvan rápido” y el PSC pidió que el dinero destinado a sufragar estas matrículas se emplee en contratar más profesores para la escuela pública.
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