Mato admite errores: “Probablemente no hemos hecho todo bien”
La ministra dice que en la atención a García Viejo "no hubo incidentes" y el protocolo funcionó
Diez días después de que Teresa Romero fuera diagnosticada con ébola, Sanidad ignora cómo se contagió la auxiliar de enfermería, según ha reconocido la ministra Ana Mato esta tarde en el Congreso. "Todas las líneas de investigación están abiertas", ha asegurado la titular de Sanidad, que ha explicado que Romero entró en contacto con el religioso Manuel García Viejo, fallecido por el virus, los pasados 24 y 25 de septiembre. La repatriación del misionero "se completó de forma correcta", ha añadido la ministra, que ha referido que en la atención a García Viejo "no se produjeron incidentes". Mato ha reconocido que "probablemente" no lo han "hecho todo bien y había cosas que mejorar"
"El protocolo funcionó de forma adecuada", sostiene Ana Mato, que ha pedido que no se hagan "lecturas precipitadas" ni "juicios de valor" sobre la responsabilidad en el contagio de la auxiliar. Mato ha recordado que hay una investigación en marcha, que aún no tiene conclusiones, y ha prometido que se comunicarán públicamente cuando se conozcan. "Somos absolutamente conscientes de que tuvo que suceder algo para que se produjera el contagio", ha remachado Mato. "Se ha producido un suceso en España que no se debería haber producido".
La ministra, que ha comparecido a petición propia en la Comisión de Sanidad de la Cámara baja para informar sobre la crisis del ébola, ha hecho hincapié en que Teresa Romero es una "trabajadora experimentada", que fue formada y que se presentó voluntaria para atender a los religiosos infectados por ébola.
La responsable de Sanidad ha tenido que escuchar las duras críticas de los grupos parlamentarios, que han reprobado su gestión. "Quien a usted la ha desautorizado no ha sido la oposición sino su propio Gobierno", le ha dicho a Mato el portavoz del PNV en la comisión Joseba Agirretxea, mientras que el socialista José Martínez Olmos le ha preguntado qué le parece que le hayan retirado de la gestión de esta crisis. Gaspar Llamazares, de Izquierda Plural, ha subrayado que el de Sanidad es un ministerio "sin cabeza" con una "ministra ausente" y la diputada del BNG Rosana Pérez ha calificado de "nefasta" la actuación de la titular de Sanidad en este asunto.
La ministra no ha despejado la duda sobre si dimitirá, como le han pedido varios parlamentarios, aunque sí ha asegurado que la cuestión deberá tratarse más adelante. "En un determinado momento, cuando esto acabe, habrá que ver las responsabilidades políticas", ha reconocido. Mato ha defendido que ahora "trabaja con más ahínco que antes".
La ministra no hizo mención alguna a la hipótesis que la comisión de investigación avanzó de que Teresa Romero podía haberse contagiado al tocarse la cara con un guante. "Es verdad que se ha producido una situación que ha hecho que una profesional sanitaria se haya contagiado", dijo, pero no fue más allá. "Hemos puesto en marcha una investigación. En cuanto tengamos resultados toda la opinión pública lo sabrá".
Admitir que este momento crucial en la crisis actual se desconoce fue a lo más lejos que llegó Mato, que en todo momento defendió su actuación sin ninguna autiocrítica -como el reprochó Joan Baldoví, de Compromís-. Los portavoces parlamentarios cuestionaron todo el proceso, desde el momento en que se decidió al repatriación de los dos religiosos hasta la elección del centro y la formación de los profesionales. Llamazares criticó al improvisación que llevó de querer ingresarlos en La Paz a proponer el hospital Gómez Ulla para acabar en el Carlos III. José Martínez Olmos (PSOE) empezó preguntando si alguien (Comunidad de Madrid, Ministerio de Defensa) estuvo en desacuerdo con la decisión de traer a los religiosos. Mato contestó que la repatriación era recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y que el riesgo era muy bajo. "Teníamos garantizada la seguridad de los ciudadanos por los protocolos", dijo.
También tuvo que responder la ministra a las críticas generalizadas a las palabras del consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, culpando a la auxiliar -"no estaría tan mal cuando fue a la peluquería"; "si no dijo que había atendido a las personas con ébola, ¿en qué más pudo mentir?"; "para ponerse el traje no hace falta un máster"- . Mato lo liquidó en una frase: "Ya he dicho que eran desafortunadas y él mismo ha pedido disculpas".
Solo al final de su respuesta a los portavoces parlamentarios hubo un atisbo de autocrítica: "Es verdad que hay que mejorar; hay que cambiar algunas cosas", dijo sin entrar en detalles. "Se ha producido un suceso que no debía haberse producido".
Ante la insistencia de los demás grupos, la ministra concluyó que ahora no era cuestión de pedir responsabilidades, sino de "transmitir tranquilidad a los ciudadanos" y cooperar.
El sindicato de técnicos de enfermería SAE ha entregado este miércoles en el registro de la Consejería de Sanidad de Madrid 33.357 firmas para pedir la dimisión de Rodríguez por sus declaraciones sobre Teresa, informa Efe.
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