Asesores de Mas ultiman un informe para rebatir la expulsión de la UE
Homs intenta desviar el debate: “La pregunta es si se puede votar o no”
Tras el varapalo propinado por la Comisión Europea alertando de que la independencia de Cataluña supondría su inmediata expulsión de la Unión Europea, el Gobierno de Mas ya está preparando una fórmula para que esto no afecte los ánimos de las bases soberanistas. Los asesores del presidente de la Generalitat, encuadrados en el llamado Consejo de Transición Nacional, debatirán la próxima semana las bases de un documento que explora todos los resquicios legales para evitar que una hipotética Cataluña independiente quedara fuera de la UE. Lo presentarán en octubre, poco antes de que la Generalitat dé un nuevo paso en el proceso soberanista con la aprobación de la Ley de Consultas.
Fuentes gubernamentales explican que el encargo de Mas a los expertos se centra en cómo deben ser las relaciones de Cataluña con la Unión Europea. La profesora del área de Derecho Público de la Universidad de Girona Francina Esteve es la encargada de coordinar el documento, que contará con aportaciones del resto de los 13 miembros del Consejo de Transición Nacional, entre ellos varios politólogos, empresarios y economistas. Preside el órgano el exvicepresidente del Tribunal Constitucional Carles Viver Pi Sunyer.
El Parlamento Europeo redobla las advertencias a la Generalitat
El informe sobre las relaciones con la Unión Europea se basará en explicar los posibles escenarios que se abren tras la independencia de Cataluña, desde su expulsión inmediata hasta su permanencia. A falta de completar el documento, una de las tesis que baraja el informe y que más satisface a la Generalitat es que Cataluña se mantuviera como miembro apelando al concepto de “ampliación interna de la Unión Europea”. A grandes rasgos, se trataría de argumentar que no se puede privar a los catalanes de su condición de ciudadanos de la UE porque ya forman parte de ella. En este caso se apelaría al “principio democrático” que rige el Tratado de la Unión Europea para defender que los ciudadanos catalanes decidan constituirse en un nuevo Estado sin perder su condición de europeos.
Con este argumento pretenden combatir, al menos ante la opinión pública nacionalista, lo que señala la doctrina jurídica internacional sobre la sucesión de Estados en caso de desmembramiento, que se concreta en que las regiones que se separan de un Estado quedan excluidas de los tratados firmados por este.
Lo que la Generalitat quiere evitar a toda costa es que las advertencias de la Unión Europea acaben por desinflar, como ya ocurrió el pasado otoño, la oleada de simpatía que genera el proceso soberanista entre amplias capas de la ciudadanía. Los estrategas de CiU aún esgrimen que parte del mal resultado electoral de Artur Mas en las elecciones del año pasado se debió precisamente al “miedo” que en su opinión infundieron las advertencias internacionales de una posible expulsión de la Unión Europea.
Por esta razón la Generalitat, Convergència, Esquerra y entidades soberanistas desplegaron ayer toda su maquinaria para negar, cuestionar o directamente mofarse de las advertencias de la Comisión Europea.
El nacionalismo apela al “principio democrático” que rige la Unión Europea
El portavoz del Gobierno de CiU, Francesc Homs, insistió en desviar el debate hacia posiciones más cómodas para el Gobierno de Artur Mas. “La pregunta clave, que algunos se esfuerzan en esquivar, es: ¿En la Europa de hoy, en un Estado democrático como el español, se puede votar o no?”. Y en una conferencia de prensa se quejó de que “algunos”, sin citar a nadie en concreto, “buscan todo tipo de argumentos colaterales para esquivar la respuesta”.
Homs dijo esto después de que ayer surgieran nuevas advertencias por parte de las autoridades comunitarias. El portavoz del Parlamento Europeo, Jaume Duch, afirmó este martes que la independencia de parte de un Estado de la UE comporta “automáticamente” su salida de la Unión, en la que es difícil reingresar porque requiere la unanimidad de los miembros.
En una entrevista en Cataluña Ràdio, Duch afirmó que la cuestión es cómo volver a la UE, lo que depende de la manera en que el territorio se haya escindido, puesto que “no es lo mismo marcharse por el balcón que por la puerta”. “La UE es de momento una unión de Estados; por tanto, si usted se va de un Estado, automáticamente se va de la UE”, aclaró. Estas palabras, expresadas por un catalán, motivaron todo tipo de comentarios críticos desde el nacionalismo. A través de las redes sociales, decenas de ciudadanos reprocharon el supuesto anticatalanismo de Duch basándose en su antigua militancia en Centristas de Cataluña, un partido formado por escindidos de Unió Democràtica y la UCD.
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