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Garzón achaca a la impunidad la descomposición de las instituciones

El exjuez de la Audiencia interviene en un curso de la Complutense sobre memoria histórica

Toda la descomposición institucional que actualmente sufrimos en España es consecuencia de la impunidad existente respeto a la corrupción y a quienes transgredieron los derechos humanos durante la Guerra Civil y el franquismo. Este enunciado sintetiza buena parte de la intervención del exjuez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en el curso sobre Verdad, Justicia y Reparación, que la Universidad Complutense ha culminado este viernes en su campus estival de San Lorenzo de El Escorial.

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Garzón ha puesto el broche a este curso, que celebra su quinta edición anual vinculado al estudio de la memoria histórica y, específicamente en este año, a las Comisiones de la Verdad, iniciativa de justicia transicional que el juez español promueve desde una fundación que encabeza.

Garzón ha abordado asimismo temas tan enjundiosos como los que considera "avances, laboriosos pero avances al fin, de la Justicia Penal Internacional, además de lo que definió como "el estrechamiento progresivo de los márgenes de la impunidad de los regímenes transgresores de los Derechos Humanos". Ha hecho hincapié en "el estímulo en la lucha y la organización de víctimas de crímenes contra la Humanidad", dimensiones ambas que considera decisivas para abrir paso a la verdad y a la reparación, obstaculizadas a su juicio por incesantes maquinaciones de muchos Estados, España entre otros, para impedir que todo lo anteriormente enunciado prospere.

"Es preciso avanzar todo lo posible en los cuatro primeros meses de investigación de los crímenes contra la Humanidad, porque luego suelen venir 10 años de obstaculización permanente por parte de los Estados", ha apuntado Garzón, que ha explicado cómo algunos avances de la justicia internacional en cuanto al procesamiento y condena de victimarios transgresores de los Derechos Humanos se han visto truncadas, inmediatamente después de su logro, por leyes de amnistía, obediencia debida y otras semejantes emitidas por los poderes que amparan a aquellos.

"Ninguna ley de amnistía, como la española de 1977, puede invocarse para hacer prescribir las normas que castigan los crímenes de lesa humanidad", ha dicho Baltasar Garzón en referencia a los crímenes cometidos durante el franquismo. "La vergüenza de los gobernantes españoles es que desde el comienzo de la democracia ninguno de ellos ha iniciado una investigación en regla por esos crímenes", ha sentenciado.

Y se ha preguntado: "¿Por qué después de 30 años de democracia no se ha reparado todavía a las 200.000 víctimas de aquellos hechos, en aras de una transición que siempre se invoca pero que en realidad no ha sido acometida aún ni respecto a la justicia, ni a la economía, ni a la Iglesia?".

En el plano internacional, Garzón ha glosado los esfuerzos de las organizaciones de familiares de víctimas de crímenes de lesa humanidad en la reivindicación de sus derechos y puso el acento sobre la reparación y la reconciliación en las que han de culminar los procesos emprendidos por la denominada justicia transicional -"que protege no solo a las víctimas, sino también a los victimarios", ha subrayado- y que versa sobre supuestos acaecidos en cambios de regímenes dictatoriales hacia otros de cuño democrático.

Como colofón, el juez jienense ha dicho estar dispuesto a asumir un programa político electoral cuyo articulado coincida punto por punto con la Declaración Universal de los Derechos Humanos -preámbulo incluido", ha matizado- y que este año festeja, el 10 de diciembre, su 65 aniversario. "Por cierto", ha bromeado Garzón, "creo que la única contribución a los derechos humanos que le cupo hacer a Augusto Pinochet fue morirse, precisamente, un 10 de diciembre".

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