Los funcionarios temen despidos masivos y traslados geográficos
Los empleados públicos exigen la convocatoria de la Mesa de las Administraciones para discutir la reforma del Gobierno
Los funcionarios forman un colectivo que se siente especialmente golpeado por los recortes del Gobierno y estima que su “cupo” de sufrimiento debía haberse cerrado ya. Este es el ánimo de los trabajadores públicos, expresado por sus organizaciones sindicales, tras dar por supuesto que el informe sobre la reforma de la Administración presentado por el Gobierno les va a afectar y para mal. Los intentos de tranquilizar a este colectivo que ha realizado la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría al explicar el informe han resultado vanos. La Central Sindical Independiente y de Funcionarios, CSI-F ha pedido la convocatoria urgente de la Mesa General de las Administraciones Públicas para tener un conocimiento total del informe gubernamental para constatar que va a ocurrir con los trabajadores.
De entrada, la fusión y extinción de organismos llevará consigo “el despido del personal eventual y la reubicación de muchos en otras administraciones de otras comunidades autónomas", señala un portavoz oficial de este sindicato, el de mayor representatividad en la función pública”. Tanto CSI-F como CC OO y UGT señalan que en año y medio se han producido 370.000 despidos de empleados públicos.
Su “cupo” de despidos ya lo han cubierto pero ahora temen esta reforma que se hará poco a poco cuando aún tienen encima otra de sus amenazas: la reforma local. El proyecto de reforma de la Administración Local pone en riesgo “la estabilidad laboral de miles de empleados públicos”.
Esta y la reforma anunciada por la vicepresidenta tiene que ser “dialogada y acordada en la Mesa General de las Administraciones Públicas, exigen en el sindicato de funcionarios. Ya llega tarde porque el informe se debía haber tratado “con los representantes de los trabajadores”. No ponen paños calientes a la inquietud que existe en el colectivo de funcionarios. No ha calmado los ánimos ni las buenas palabras del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su presentación inicial del miércoles, ni las de hoy de la vicepresidenta.
“Sentimos auténtica indefensión”, señalan en CSI-F que no saben cuáles serán sus condiciones de trabajo y qué futuro tendrán ante tanta supresión de organismos. Desde 2010 arrastran bajadas de sueldo, supresión de la paga extraordinaria de Navidad y despidos de los empleados públicos – no los de oposición sino de concurso público – tras la entrada en vigor de la reforma laboral.
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