Alemania mira con lupa a un presidente “herido”

Nunca antes en la larga y prolífica historia de las relaciones bilaterales entre España y Alemania, una cumbre entre los respectivos jefes de Gobierno había despertado tanto interés entre los germanos. Pero no por los temas a tratar, que previsiblemente no contienen ninguna sorpresa, sino a causa de la breve rueda de prensa que ofrecerán esta tarde el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y su homóloga alemana, Angela Merkel.

Será la primera vez que el presidente del Gobierno se vea obligado a responder a la prensa desde la publicación de la contabilidad secreta del extesorero Luis Bárcenas. La prensa alemana, que ha recogido con profundidad las revelaciones hechas por EL PAÍS y las declaraciones posteriores de Rajoy, no ha publicado una palabra sobre la cumbre y los temas que se debatirán en ella.

El último ejemplo lo ha puesto esta mañana el influyente diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, que publica un artículo firmado por su corresponsal en Madrid, Leo Wieland y que lleva como título "El honor herido de Mariano Rajoy", donde se hace mención al "día más amargo" en la vida del político cuando dijo que todas las denuncias eran "falsas".

El caso Bárcenas ha despertado en Alemania, al menos de forma privada, el doloroso recuerdo de un escándalo similar que vivió la CDU en 2000. Ese año, el líder del partido, Helmut Kohl, admitió que había recibido donaciones millonarias secretas e ilegales. El excanciller se negó a mencionar la identidad de los donantes, una actitud que estuvo a punto de romper la unidad de la CDU.

Y fue precisamente Angela Merkel, entonces secretaria general del partido, quien se armó de valor y exigió, desde las páginas del Frankfurter Allgemeine Zeitung, que la CDU debía romper el cordón umbilical que lo unía a Kohl, una actitud que fue calificada por el excanciller como "alta traición". Pero la CDU se salvó y Merkel se convirtió, cinco años después, en canciller de Alemania.

Lo que más importa es lo que diga Rajoy sobre la corrupción en su partido" Un veterano periodista alemán

La cumbre de hoy, aparte del interés mediático que ha despertado la rueda de prensa de ambos mandatarios, que está prevista para poco antes de las cuatro de la tarde, también está marcada por el reciente cruce de reproches entre Rajoy y Merkel. Un desencuentro público que comenzó cuando el presidente español le pidió a la canciller que Alemania aumentara sus inversiones en España para estimular el crecimiento. Merkel le espetó que lo que debía hacer el presidente era aumentar las exportaciones españolas a América Latina.

En la agenda de la reunión figura la integración europea, la crisis de la deuda y también estará dedicada a buscar una posición común ante la próxima cumbre comunitaria que debe debatir el futuro presupuesto de la Unión Europea. La lista de temas es larga, pero dado el escaso tiempo —Rajoy llegará a la una de la tarde a la Cancillería, donde será recibido con honores militares—, no habrá margen para abarcar y dar soluciones a temas tan candentes para España como el desempleo juvenil, a menos que ya existan programas concretos al respecto.

"Lo que más importa es lo que diga Rajoy sobre la corrupción en su partido", ha admitido un veterano periodista alemán, versado en la política española.

La reunión bilateral de hoy también estará marcada por otra novedad. Por primera vez, la imponente sede del Gobierno germano estará rodeada por varias decenas de policías que tendrán la ingrata misión de mantener a raya a varios cientos de españoles, que han decidido organizar en su puerta una manifestación de protesta contra Rajoy.

Unos 200 jóvenes que trabajan o estudian en Berlín se han reunido con carteles y pancartas que, en español y en alemán, exigen la renuncia del presidente español y rezan lemas como Merkel, ten cuidado con tu cartera. Los manifestantes exigen a gritos la dimisión de Rajoy. La policía, muy nerviosa, los ha trasladado desde la puerta, donde inicialmente se habían reunido, a un lateral de la sede del Gobierno, de tal modo que Rajoy no los verá al entrar al edificio.