La corrupción sale a relucir en el debate
Oriol Pujol: “Pongo la mano en el fuego por mis hermanos, aunque me queme”
La corrupción, que comparte protagonismo en Cataluña con el debate sobre la independencia, salió a relucir en la sesión parlamentaria que sirvió para aprobar la declaración soberanista que marca el camino a la consulta. CiU considera que algunas de las acusaciones surgidas en los últimos meses, relacionadas con los negocios de los hijos del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol, son solo una artimaña para deslegitimar el proceso soberanista.
Así lo manifestó este miércoles uno de los dirigentes nacionalistas sobre el que está puesto el foco, el secretario general de CDC —e hijo del expresidente de la Generalitat—, Oriol Pujol. En una entrevista en TV3, Pujol vio en las acusaciones a él y a sus hermanos una “estrategia de acoso y persecución” para frenar el camino hacia el derecho a decidir. Pese a esta justificación, quiso matizar: “No me estoy protegiendo con la senyera”. Sobre los casos que afectan a su familia, sentenció: “Pongo la mano en el fuego por mis hermanos, aunque me queme”.
Pujol está pendiente de que la juez instructora resuelva una previsible imputación que podría solicitar la fiscalía por el caso de la presunta adjudicación irregular de ITV, un caso que, afirmó, le provoca indefensión. “No quiero imaginar que una serie de conversaciones telefónicas, con poco fundamento, hagan posible que me acaben imputando. Es un escenario que prefiero no contemplar”.
Los partidos que rechazan la consulta azuzan los casos que afectan a CiU
El secretario general de CDC también se refirió a las acusaciones contra su padre realizadas por el empresario Javier de la Rosa, que aseguró que la familia Pujol tenía cuentas en Suiza. Sin embargo, el martes De la Rosa se desdijo ante el juez y aclaró que solo había presentado a Pujol a un banquero suizo. Oriol Pujol también mantuvo que la exnovia de su hermano mayor, Jordi Pujol Ferrusola, había declarado ante el juez porque “la habían ido a buscar”, y no por iniciativa propia.
Los negocios de la familia Pujol, la posible imputación del secretario general de CDC y los otros casos de corrupción que afectan a CiU sobrevolaron la sesión parlamentaria.
Convergència tiene la sede embargada por el caso Palau, y Unió aceptó una sentencia en la que reconocía que se había financiado ilegalmente con el desvío de fondos para parados, en el llamado caso Pallerols.
En el debate soberanista, CiU y ERC prefirieron espantar el fantasma de la corrupción. No lo rehuyó el tercer partido que validó la resolución, Iniciativa. Joan Herrera, líder ecosocialista, remarcó que en el camino hacia la consulta sobre la autodeterminación no es posible avanzar sin eliminar la corrupción: “Este es un proceso que no se puede hacer sin expulsar la corrupción de la vida política catalana. Sin poner hacia abajo una determinada manera de hacer política no podremos caminar”, dijo el líder de ICV-EUiA.
De los partidos contrarios a la consulta, solo el PSC soslayó el tema de la corrupción. Los socialistas están salpicados por varios casos, como el Pretoria, de supuesta corrupción urbanística en el Área Metropolitana de Barcelona, o el Mercurio, de presunto tráfico de influencias en Sabadell. Por este caso ha renunciado momentáneamente el alcalde de la ciudad, el socialista Manuel Bustos.
ICV avisa de que Cataluña no puede hacer el proceso sin limpiar la política
PP y Ciutadans sí vincularon la corrupción con el soberanismo para mezclarlos en un cóctel que, según su argumentación, ayuda al descrédito de la política. Pese a los numerosos cargos que afectan al Partido Popular en toda España, su líder en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, no tuvo pudor en manifestar que “los graves casos de corrupción” agudizan “la gravísima crisis política, con un grave descrédito a los políticos”. Según Sánchez-Camacho, la diferencia entre el PP y CiU es que, mientras los populares son “los primeros en dar informaciones”, los nacionalistas usan el soberanismo para tapar la corrupción. “Nosotros no nos envolvemos en ninguna bandera; nosotros respondemos, y quien haya cometido delitos responde. En este caso, al que me refiero además, hay en Cataluña graves casos de corrupción, que nos llevan a todos a hacer una reflexión”, dijo Sánchez-Camacho, que hizo un repaso a todos los casos que afectan a partidos catalanes. Albert Rivera, líder de Ciutadans, insistió en este argumento y mantuvo que el camino para cambiar la crisis que azota a las instituciones y la corrupción no es la declaración soberanista que plantea Mas.
La Candidatura d’Unitat Popular resumió los casos de corrupción en la práctica del 3%, una conocida expresión acuñada por el expresidente Pasqual Maragall y que sirve para referirse al presunto desvío de comisiones a las arcas de Convergència con motivo de la adjudicación de obra pública. Este desvío se ha producido supuestamente a cargo de Félix Millet, saqueador confeso del Palau de la Música. El diputado David Fernández aprovechó la similitud de mojado (mullat, en catalán) con Millet para proclamar: “Llueve sobre Millet en la Cataluña del 3%”.
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