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González desafía a sus jefes del PP e impondrá la tasa pese a las advertencias

El presidente madrileño espera recaudar 83 millones de euros

Ignacio González, el pasado 10 de diciembre, en la inauguración del Belén en la Real Casa de Correos de Madrid.
Ignacio González, el pasado 10 de diciembre, en la inauguración del Belén en la Real Casa de Correos de Madrid.SAMUEL SÁNCHEZ

Ignacio González no tiene intención de dar marcha atrás en la implantación en Madrid del euro por receta, que entrará en vigor el próximo 1 de enero. No se amedrentó cuando el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y la número dos del PP, Dolores de Cospedal, se pronunciaron en contra poco después de que el presidente de la Comunidad de Madrid anunciara la medida. Y tampoco lo hizo ayer ante las nuevas advertencias del Gobierno, que amenazó con acudir al Constitucional si finalmente González aplicaba la nueva tasa.

Aunque, según reconoció, dialogará “hasta el final” para encontrar una solución. Eso sí, esa solución debe convencerle: “Si no se pudiera resolver y nosotros entendiéramos que seguimos teniendo el marco competencial a nuestro favor para llevar el euro por receta adelante, así lo haríamos”. Y quiso dejar claro que los recursos no le preocupan: “Hay muchos recursos entre comunidades y Estado y entre Estado y comunidades, del mismo y de distinto color político, y eso es algo muy normal en el Estado de las autonomías”.

Para el presidente González, los 2.700 millones de euros menos con los que contará la Comunidad de Madrid en el presupuesto de 2013 son razón suficiente para implantar el euro por receta, con el que espera recaudar hasta 83 millones de euros y disuadir a quienes piden medicamentos de más, como creen ha ocurrido en Cataluña.

Según el argumentario del Gobierno madrileño, España está entre los países europeos con mayor consumo de medicamentos por habitante. Además, remata el ejecutivo regional, esta misma medida, incluso a un coste mayor, ya se aplica en otros países europeos. En Austria y Alemania el pago por receta es de 5 euros, en Bélgica de 2,2, en Italia de 1,55 y en Finlandia de 1,5.

Esta situación ha llevado al ejecutivo madrileño a externalizar seis hospitales y 27 centros de salud y a privatizar algunos servicios sanitarios, lo que ha provocado una huelga indefinida en el sector, que supera ya la semana. La Comunidad se dispone a ahorrar ahí 533 millones.

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