Anticorrupción vuelve a recurrir para evitar la libertad de los capos chinos

La puesta en libertad por la sección tercera de cuatro cabecillas de la mafia china desarticulada en la Operación Emperador, decretada por la sección tercera de la Audiencia Nacional la semana pasada, amenaza con desmantelar uno de los mayores dispositivos contra el blanqueo de capitales desplegado en los últimos años. Por eso, Anticorrupción está tratando por todos los medios de anular las resoluciones que consideran que el instructor del caso, Fernando Andreu, con el apoyo de esa misma fiscalía, excedió el plazo constitucional de 72 horas de detención policial con 29 de los arrestados.

Este lunes, la sección tercera rechazó de plano el recurso de nulidad de los fiscales Juan José Rosa y José Grinda presentado el viernes contra el primero de los autos de la sección tercera, que dejó sin efecto el envió a prisión del contable de la trama, Kay Yang, y ordenó su “libertad inmediata”. El tribunal inadmitió a trámite el escrito, lo que, de hecho, impidió su principal reclamación: que fuera el pleno de la Sala Penal con todos sus magistrados el que resolviera, y no la sección tercera, la misma que había dejado a Kay en libertad. En caso de que esa sección lo hubiera tramitado, el presidente de la Sala, Fernando Grande-Marlaska, o una mayoría de sus miembros, hubieran podido reclamarlo para que fueran todos sus miembros los que resolvieran.

Los fiscales, sin embargo, no se han dado por vencidos. Tras conocer la resolución de la sección tercera han presentado un recurso de súplica contra su decisión al considerar que sus magistrados no habían entrado en el fondo del asunto al analizar la petición de nulidad. Lo más probable es que esa sección vuelva a rechazarlo, pero contra esa decisión cabe elaborar otro recurso —de queja— que, esta vez sí, obligaría al pleno a pronunciarse. Varios de sus magistrados están en desacuerdo con la posición de sus compañeros de la sección tercera.

La fiscalía también ha presentado otros tres incidentes de nulidad contra los otros tres autos de esa sección que ordenaron la libertad de Wen Lin, considerado la mano derecha del máximo líder de la trama, Gao Ping; de otro colaborador de su máxima confianza, Yongping Xia, y de Lingzhi Hu Zou, considerado uno de los sicarios dedicados al cobro de préstamos informales mediante amenazas y extorsiones. Lo más probable es que la sección tercera también los rechace de plano, lo que obligaría a Anticorrupción a seguir el mismo esquema que con Kay: presentar primero un recurso de súplica y, tras su previsible rechazo, otro de queja que deje el tema en manos del pleno.

Los cuatro cabecillas liberados, a los que se podría sumar en las próximas horas su jefe máximo, Gao Ping, ya han salido de prisión. El juez Andreu espera ahora a que la fiscalía le plantee las medidas cautelares que debe adoptar para asegurar que no se fugan, aunque en ningún caso podría ordenar su reingreso en prisión porque la sección tercera lo ha prohibido expresamente en sus resoluciones. Anticorrupción también podría recurrir los autos del juez en los que decrete su libertad cumpliendo las órdenes de la Sala, aunque el problema sería el mismo: tendría que ser la sección tercera —la que ordenó su salida— la que, en principio, estudiara el recurso. Y es casi imposible que un tribunal se desdiga de una decisión suya anterior.