Cincuenta denuncias a la misma hora y con igual argumento

Idéntico argumento con diferentes protagonistas. Un guion en contra del “copago farmacéutico y sanitario “, además de los recortes en los presupuestos del Estado que se aprobaron el pasado jueves en el Congreso, ha sido interpretado por diputados y dirigentes socialistas en todas las provincias de España. La mano redactora de la dirección federal ha puesto la crítica global pero cada diputado la ha adaptado a su provincia. El rechazo de las enmiendas a los presupuestos ha sido traducida por los parlamentarios para avalar su denuncia al Gobierno del PP con datos y ejemplos que conocen perfectamente.

Las llamadas enmiendas “de campanario”, en argot parlamentario, es decir, muy pegadas a la tierra, alcanzan gran relevancia en cada provincia por lo que su aprobación o rechazo son motivo de controversia en cada lugar. Este material, en efecto, ha sido utilizado por el PSOE para vengarse de la podadora gubernamental.

Pero además de los presupuestos el tema estrella de las cincuenta comparecencias de diputados y dirigentes socialistas ha sido el copago farmacéutico que entró en vigor el pasado 1 de julio. Soraya Rodríguez, portavoz parlamentaria, hizo la denuncia general, pero parlamentarios de toda España han celebrado comparecencias en todas las provincias de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Asturias, Galicia, Andalucía, Baleares, Murcia, La Rioja, la Comunidad Valenciana, en todas sin excepción. Los denunciantes han puesto el énfasis en la afectación especial que la subida de los medicamentos tiene en los pensionistas, según les confirman en las oficinas de farmacia. “Es una medida especialmente injusta en León por las características de su población, mayor y con pocos recursos”, ha dicho el diputado por esta provincia José Antonio Alonso, ex ministro y ex portavoz con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Junto a él, el secretario general de León, Tino Rodríguez, en tono muy duro, expresó su firme voluntad de parar la medida “como sea”.

El PSOE piensa en el Tribunal Constitucional. La denuncia provincia a provincia se complementa con un vídeo en el que se recogen declaraciones pasadas del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en las que descarta la posibilidad del copago en los medicamentos y sus declaraciones a EL PAÍS en plena campaña electoral en las que reconocía su intención de “meter la tijera en todo, menos en la Sanidad y en la Educación”. En este vídeo aparecen además otros dirigentes y ministros del Gobierno con declaraciones en la misma línea de que no habría copagos ni intención de que el peso de la crisis recayera sobre los más débiles.

Este tipo de campañas contra el Gobierno, con denuncias concretas, no serán una excepción sino que el PSOE las toma como parte de su estrategia de oposición. De momento, seis meses después de las elecciones, el PSOE no puede hablar de éxitos ya que las encuestas demuestran que los ciudadanos les siguen dando la espalda. “Ha pasado aún poco tiempo y se nos sigue viendo como responsables de la mala situación económica”, señalan fuentes de la dirección socialista. En la confianza de que la situación cambiará siguen trabajando en la denuncia, la alternativa y en el apoyo al Gobierno cuando creen que es imprescindible, como ha ocurrido en las últimas propuestas europeas. "Es muy normal en los partidos socialdemócratas curarse de las heridas electorales yéndose hacia la izquierda, a lo que en teoría es izquierda", ha señalado la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, en una entrevista al programa En días como hoy de Radio Nacional de España”. Su reflexión sobre dónde hay que situarse tras perder las elecciones la llevó a experiencias de otros partidos europeos. “Hay partidos socialdemócratas que se han quedado ocho años curándose y otros ocho años volviendo al sitio en el que tienen que estar; es decir 16 o 17 años en la oposición”, por ejemplo, el Partido Socialista Francés, 17 años en la oposición.

Esta reflexión de Valenciano es la respuesta a quienes desde su partido consideran que la oposición que lidera Alfredo Pérez Rubalcaba debería escorarse más a la izquierda, como preconiza el líder socialista madrileño, Tomás Gómez. “El PSOE tiene que ocupar el sitio de las mayorías, que es el sitio de un partido de Gobierno”, responde Valenciano sin titubeos. Y esto incluye “acompañar al Gobierno” cuando lo que hace es bueno para el país y hay que ponerle freno cuando lo que hace es lesivo para España. Sí, Valenciano reconoce que de momento el PSOE sigue en mala situación, después de su debacle. “La confianza tarda en recuperarse, mucho más que destruirse”.