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Rajoy desdeña buscar pactos con el PSOE y se aísla de los demás grupos

El PP solo negocia el apoyo de CiU para los recortes de sanidad y educación Rubalcaba, al presidente: "El día que le ofrecí diálogo me contestó con displicencia"

España está metida en “un pozo”, y para intentar salir de él, el Gobierno ha aprobado recortes que afectan a la sanidad y la educación, entre otros servicios básicos, según la explicación que dio ayer Mariano Rajoy en el Congreso. Pero para eso lo que no hará el presidente del Ejecutivo es buscar un pacto de Estado que incluya a todos los partidos que gobiernan en las comunidades autónomas. Rajoy gobierna por decretos y cuenta con la seguridad de que puede convalidarlos solo con su mayoría absoluta.

Lo más que intenta es lograr el apoyo de CiU, pero no mantiene contacto alguno con el PSOE, el principal partido de la oposición, que, además, gobierna en Andalucía, País Vasco y próximamente en Asturias. Además del contacto parcial, limitado y coyuntural con los nacionalistas catalanes, el Gobierno, y especialmente su presidente, no tiene puentes de diálogo con el resto de partidos. También en esto Rajoy se preserva.

Ayer mismo volvió a desdeñar la petición que le hizo Alfredo Pérez Rubalcaba para iniciar un diálogo que terminara en ese acuerdo. Poco después, el PP en solitario rechazó en el pleno una moción del PSOE que pedía el pacto de Estado para mantener la sanidad y la educación públicas y hoy no tiene garantizado el apoyo de ningún otro grupo para convalidar cuatro decretos.

A última hora de la tarde, el Gobierno seguía negociando con CiU y lo hará hasta el último momento para lograr su apoyo a alguno de los decretos. Los principales son los referidos a educación y sanidad, con los que el Gobierno prevé ahorrar 3.000 y 7.000 millones de euros, respectivamente. Además, hay otro que resta a las comunidades competencias sobre los ríos y un cuarto que modifica el sistema de elección del presidente de RTVE, para que no sea preciso el acuerdo entre los dos principales partidos. En todos los casos, la convalidación tendrá el voto negativo del PSOE. La portavoz socialista, Soraya Rodríguez, contactó ayer dos veces con el del PP, Alfonso Alonso, y este le comunicó que el Gobierno no tiene intención de modificar los decretos y que solo el de medioambiente podría tramitarse como proyecto de ley, para incluir modificaciones. No hay contactos a más nivel, Rajoy hace más de un mes que no habla con Rubalcaba y hoy volverán a chocar en el pleno. El Gobierno intenta captar hasta última hora a CiU para que apoye los decretos de recorte, con la poderosa arma de negociación de la dependencia de la Generalitat de Cataluña a las decisiones del Gobierno central que, en último término, debe dar el visto bueno a sus medidas de recorte. CiU argumenta que esos decretos invaden competencias de las comunidades y por eso se inclina por rechazarlos. No es Rajoy quien mantiene los contactos con CiU, sino la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, o los distintos ministros afectados.

Ayer, Rajoy volvió al Congreso casi un mes después, obligado por el Reglamento de la Cámara y con tiempo muy limitado, para responder a tres preguntas de la oposición, mientras la prima de riesgo superaba el récord de los 500 puntos, y no hubo el más mínimo atisbo de tregua política. Primero, el presidente se enfrentó a Rosa Díez (UPyD) con descalificaciones personales y luego desdeñó una oferta de pacto de Estado de Rubalcaba, exigiendo al PSOE que apoye sus medidas, aunque no haya diálogo previo.

“Da la sensación de que todos somos muy malos, pero menos mal que la tenemos a usted, que es estupenda. Tengo que decirle que yo no pienso de usted lo que usted piensa de sí misma, y creo que debería ser usted un poquito más modesta”, le dijo a Rosa Díez.

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A Rubalcaba, tras admitir que “hay un serio riesgo de que no nos presten o de que nos presten a precios astronómicos”, le respondió con reproches: “Es bueno hablar con ustedes, pero me gustaría que hubieran apoyado buena parte de las reformas importantes que hemos traído aquí”.

Antes, el líder del PSOE le reiteró la oferta de pacto y le explicó que, en este momento, el Gobierno no mantiene ni diálogo político, ni con los agentes sociales ni con las demás instituciones. “El día que le ofrecí diálogo usted me contestó con displicencia. El otro día mis compañeros se vieron con el ministro Guindos para hablar de la reforma. Les informó —solo informó— de la reforma. Hubo más displicencia. Yo sé que hay gente que piensa que el diálogo y el acuerdo debilitan. Yo creo que es justamente lo contrario, que los grandes países lo son porque son fuertes cuando hacen frente a las crisis”, le dijo Rubalcaba, asegurando que al presidente le corresponde liderar la búsqueda de la unidad frente a la crisis.

En el mismo tono que Rajoy, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, rechazó el diálogo con el PSOE por no haber apoyado las medidas que ha aprobado por decreto.

Para la próxima semana, el PSOE se inclina por rechazar el decreto de reforma del sistema financiero, porque no ha podido negociar su contenido, aunque en ese caso su margen de maniobra es menor. CiU sí prevé apoyarlo.

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