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El crimen bajó en 2011 pero Interior dice que los delitos están mal contados

Fernández augura un aumento de la criminalidad por el cambio de metodología estadística Los delitos y faltas bajaron un 0,6%, en 2011 pese a la primera corrección Caen los homicidios, las mujeres víctimas de violencia de genero y los robos Suben los delitos contra las personas

Jorge Fernández Díaz conversa con Toni Cantó.
Jorge Fernández Díaz conversa con Toni Cantó.Manuel H. de León (EFE)

Las cifras de criminalidad de 2011 han hablado: los delitos y faltas en España bajaron respecto al año 2010 un 0,6%, es decir, que hubo 13.970 delitos y faltas menos de un año para otro. Sin embargo, para los actuales responsables del Ministerio del Interior, esa bajada obedece a que los datos están mal contados por lo que ahora van a cambiar el sistema estadístico de conteo. El resultado será, según ha anunciado hoy en el Congreso el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, que "en los próximo años" las estadísticas "reflejarán un incremento de las cifras de criminalidad hasta ahora conocidas". Con esta es la segunda vez que el departamento cuestiona la forma de contar de sus antecesores: primero se puso en duda la bajada de las víctimas de tráfico y, ahora, de la criminalidad.

Fernández, al presentar hoy los datos referidos al último año del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, ya ha afirmado que ha tocado las estadísticas al introducir en ellas los delitos y faltas cometidos allí donde hay policías autonómicas (País Vasco, Cataluña y Navarra). Y ha dicho que lo ha hecho para no presentar únicamente la criminalidad contabilizada en el llamado "territorio MIR", es decir, el resto de España, donde actúan Guardia Civil y Cuerpo Nacional de Policía. Pero ni así sube el dato total, sino solo la llamada tasa de criminalidad y los detenidos (que se disparan un 33%), siempre según el ministro.

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Balance de la criminalidad en 2011

Según los cuadros estadísticos presentados hoy en la Comisión de Interior, han aumentado con fuerza (un 3,2%) los delitos contra las personas mientras que han bajado con la misma intensidad los que van contra el patrimonio (3,3% de bajada), fundamentalmente los robos puros. La parte más negativa ha sido el crecimiento de los robos con violencia, de los que el año pasado fueron víctimas 87.718 ciudadanos.

Los delitos que más asustan al ciudadano, pese a su menor incidencia, también se precipitan. Es el caso de los homicidios dolosos y los asesinatos consumados, que han bajado de 401 en 2010 a 387 el año pasado. Y, además, bajan las mujeres que han perdido la vida como consecuencia de la violencia de género: 61 el año pasado frente a 73 el anterior. "Las cifras siguen siendo alarmantes", subrayó el ministro.

Uno de los delitos que estuvieron más tétricamente de moda entre la delincuencia, los asaltos a viviendas con o sin sus moradores dentro, han caído un 9,7%, pero, incluso así, la cifra total asusta: 100.779. También se desmoronan los robos de coches, pero, como cuenta la policía, hay menos robos de vehículos en total, pero los que se sustraen son de gama alta.

Lo que no varía es el incesante aumento de las faltas, infracciones de menor cuantía y gravedad que los delitos pero que son las sufridas de manera más cotidiana: suben en aproximadamente 19.000.

Estos datos los ofreció el ministro del Interior, que a renglón seguido anunció el cambio en la metodología para medir la tasa de criminalidad. Este cambio llevará consigo previsiblemente una cierta elevación de los datos de criminalidad, ya que incluirá los datos de Cataluña, País Vasco y Navarra que tienen sus propias fuerzas de Seguridad y no un dato corrector de las cifras finales en función de la población de estos territorios.

El ministro también pretende incluir los datos que aportan las policías locales para tener un retrato de la realidad lo más ajustado posible. A pesar de alguna suspicacia, la comisión de Interior transcurrió con tranquilidad una vez que el ministro reconoció paladinamente que “la herencia en materia de Interior es buena”. También invocó su deseo, imposible de momento de cumplir, de que las tasas de paro en España fuera como las de delincuencia.

"Como la situación ha sido buena, la herencia ha sido buena, quiere usted echar agua al vino”, dijo el portavoz de Interior del PSOE, Pedro Muñoz. Esa suspicacia del político socialista se la sugirió el ministro al dar cuenta de su intención de utilizar otros parámetros para medir la tasa de delincuencia.

Esos nuevos indicadores se utilizarán ya para este año y, además, se pretende que en la página web del Ministerio del Interior se ofrezca la información de los delitos y las faltas cometidos por regiones y por provincias. También se utilizarán los datos de la Oficina Estadística de la Unión Europea (Eurostat), que variará ligeramente los métodos actuales.

“No se trata un cambio de metodología inspirado en cuestiones políticas, sino de ofrecer a los ciudadanos la información que demandan", dijo Fernández. Lo que pretende, como insistió en varias ocasiones, es que la información que se facilite sea "veraz", contenga datos "lo más objetivos posible". Fernández recoge así uno de los leit motiv de la oposición del PP cuando al frente de Interior se encontraba Alfredo Pérez Rubalcaba y luego Antonio Camacho, a quienes continuamente acusaba el hoy director de la Policía, Ignacio Cosidó, de falsear las estadísticas de la delincuencia.

El único forcejeo de esta tranquila comisión de Interior se produjo, y levemente, entre el portavoz socialista, Pedro Muñoz, y el portavoz del PP, Conrado Escobar. Este último se congratuló de los bajos niveles de criminalidad en España aunque aprovechó los elogios al ministro por su afán de transparencia y su disposición a comparecer en la Cámara – tres veces en doce semanas – para criticar a los cargos anteriores de Interior. “Por fin se hace la luz ante tanto secretismo”, exclamó Escobar. El portavoz socialista negó tal secretismo y se dolió de que desde el PP no se reconociera nada bueno del gobierno saliente. El ministro, sin embargo, no tuvo esos reparos.

La otra intervención con algún resquemor fue de Gaspar Llamazares, de IU. A la vista de los datos no hay razones para practicar la demagogia del PP en la oposición en la que ligaba “crisis económica y delincuencia”.

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