¿De la leyenda urbana al drama social?
Las últimas proyecciones demográficas del INE hasta 2022 prevén uno de los procesos de envejecimiento laboral más intensos y rápidos de nuestra historia
Tras muchos años siendo positivo, el saldo migratorio exterior (INE) se tornó negativo en 2011. En términos netos, se han marchado 20.000 españoles (10 veces más que en 2010) y 30.000 extranjeros, cifras todavía muy inferiores a las de la emigración durante los años sesenta. En un país con tanto paro y muy escasa movilidad geográfica, algunos piensan que la fuga de talentos es solo una leyenda urbana.
EURES, el portal de empleo europeo, nos ofrece información detallada sobre la magnitud potencial del problema. En la actualidad, hay 1,4 millones de vacantes registradas en 31 países, siendo las de ingenieros e informáticos las más demandadas. Con solo un 0,15% del total de vacantes, España ocupa el primer lugar entre los solicitantes de empleo (23,5% del total). Este desequilibrio no se debe a que nuestras empresas no usen EURES, pues ocupan el tercer lugar del total de las registradas en dicho portal.
¿Leyenda urbana o algo más? Las últimas proyecciones demográficas del INE hasta 2022 prevén uno de los procesos de envejecimiento laboral más intensos y rápidos de nuestra historia: una caída del 36,5% de la población joven residente de 25 a 34 años y un aumento del 20% entre 55 a 64 años. Ello dificultará el cambio de modelo productivo mediante un sustancial aumento en la oferta de ocupaciones ahora deficitarias. Converger con las tasas de empleo y estructura ocupacional de los países nórdicos supondría crear de 3,5 a 5 millones de empleos de técnicos y profesionales y de dos a tres millones si nos comparamos con Alemania o Francia. Con la previsible reducción de la población joven difícilmente alcanzaremos dicho objetivo. Además, los cambios demográficos en estos países también nos perjudican. En un escenario sin inmigración, la población alemana en edades intermedias (40-44), las más productivas, caería en esta década en un 32% mientras que la que tiene que ser relevada (55-64) crecería en un 33%. De ahí que Alemania esté aumentando sustancialmente la demanda de trabajadores cualificados procedentes del exterior.
Nos diferenciamos de otros países no solo en cantidad, sino en calidad, en las condiciones laborales y especialmente en los tipos de contratos ofertados. La salida de nuestros titulados superiores no es algo nuevo. En épocas de bonanza, ya existía el llamado fenómeno de la vendimia: miles de médicos españoles ejerciendo por toda Europa, mientras aquí contratábamos a médicos polacos. Por cierto, en una profesión donde el número de contratos por persona superaba a la de los peones de la construcción.
Evitar que la leyenda urbana se convierta en drama social exige mejorar las condiciones laborales, acabando definitivamente con la perniciosa dualidad imperante en nuestro mercado de trabajo.
Juan J. Dolado es profesor de la Universidad Carlos III. Florentino Felgueroso es profesor de la Universidad de Oviedo y pertenece a FEDEA.
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