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Una 'marsellesa' en la embajada

Nicolas Sarkozy felicita el año a los franceses en España El presidente de Francia defiende Europa y el euro

Patricia R. Blanco
Sarkozy canta la 'marsellesa'
Sarkozy canta la 'marsellesa'DOMINIQUE FAGET (AFP)

Dos horas antes de que el presidente francés, Nicolas Sarkozy, llegara la Residencia de Francia en Madrid, cientos de sus compatriotas formaban fila para escuchar el discurso del mandatario. Ni el frío ni la lluvia que envolvían la capital española a esa hora desmerecieron la solemnidad del acto. En la carpa habilitada para que Sarkozy “felicitara el año nuevo a los franceses residentes en el extranjero”, apenas cabía nadie más.

Las luces se encendieron, preludio de la llegada del presidente, y como si fungieran de resorte, decenas de los presentes alzaron sus teléfonos móviles, preparados para captar una imagen de Sarkozy. Y los mantuvieron alzados cuando el presidente llegó, al tiempo que hacían esfuerzos para sumarse a la lluvia de aplausos que le arropó en su paseo hacia la tribuna.

“Mis queridos compatriotas, la comunidad francesa en el extranjero jamás ha sido tan importante”, afirmó Sarkozy en tono triunfal, flanqueado por una bandera francesa y otra de la Unión Europea. Tras los primeros minutos de loas a “los scouts de Francia en el extranjero”, el presidente, que este lunes ha visitado España para recibir el Toisón de Oro, aludió a la crisis económica y justificó su política de recortes, como el aumento de la jornada laboral, para “superar las dificultades”. “Se requiere trabajo, coraje y sangre fría” pero “Francia es un gran país y superaremos la crisis”, exaltó Sarkozy.

Y ante la crisis, “Europa, Europa”. “Yo creo en Europa”, dijo Sarkozy. Tan solo unos días después de que la agencia de calificación Santandard & Poor's despojara a Francia de su triple A, la matrícula de honor en solvencia económica, el presidente afirmó con contundencia la determinación de Francia para defender el euro, “que ha sido la clave de décadas de construcción europea”.

Para reforzar el sentimiento de pertenencia a una “gran nación”, el líder francés ha recordado a los asistentes que “Francia ha restaurado después de cinco años su influencia” en la esfera internacional. “No hemos parado de proponer al mundo soluciones colectivas”, como la operación Amanecer de la Odisea que propició la caída de Gadafi en Libia.

En una creciente espiral patriótica, en la que ha instado a los franceses en el extranjero a preservar en sus corazones “los colores, los valores y la dulzura de Francia”, Sarkozy ha concluido su discurso entonando la marsellesa, el himno nacional francés. Y los presentes, con entrega contenida pero gesto solemne, han cantado a una sola voz.

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Sobre la firma

Patricia R. Blanco
Periodista de EL PAÍS desde 2007, trabaja en la sección de Internacional. Está especializada en desinformación y en mundo árabe y musulmán. Es licenciada en Periodismo con Premio Extraordinario de Licenciatura y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid.

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